Consumo

Se alarga la espera en las colas con las captahuellas

Desde el lunes 31 de agosto comenzaron a integrar el sistema de captahuellas en los supermercados y farmacias públicos y privados. La huella del consumidor es cotejada con la base de datos del Consejo Nacional Electoral para validar su identidad, lo que puede tomar entre 8 y 40 segundos.

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Nicolle Yapur

Eso significa más tiempo en las cajas, lo que implica colas más lentas y, por ende, más largas, indicó una fuente vinculada a las negociaciones entre el sector empresarial y las autoridades del Ministerio de Alimentación. A esto se añade que el comprador debe repetir el proceso de registro inicial en cada una de las cadenas de distribución de alimentos que visite regularmente.

«Yo tuve que poner la huella hoy tres veces en el Farmatodo porque no me la quería leer», dijo Anabel Hernández frente a uno de los establecimientos de la farmacia en el este de Caracas, en el que solo adquirió una bebida.

Un agravante es que, contrario a lo que el propio gobierno había señalado hace unos meses, la validación de los compradores a través de la captahuella no será exigido solo para adquirir productos de primera necesidad: aplica para todas las compras.

«En este momento hay gente que se molesta porque debe colocar la huella para comprar un refresco o un antigripal. Y por supuesto al no saber que eso viene como iniciativa del gobierno, le echan la culpa a las empresas», señaló la fuente, que se mantuvo en el anonimato por no estar autorizado para declarar.

La situación se constató tras un recorrido por varias cadenas de supermercados y farmacias privadas de Caracas, a excepción del automercado Plaza’s que a pesar de poseer los dispositivos aún no los tienen activos para el público.

«Están aplicando el captahuellas para comprar un jugo, un refresco, para todo», dijo una señora que se encontraba en la cola para pagar en una de las cajas del Farmahorro de la avenida Roosvelt, en Caracas. Esto fue confirmado por una de las cajeras, quien además explicó que de no hacerlo el sistema no le permite facturar.

Al sector privado le preocupa la desinformación que existe en torno al uso de los equipos, introducidos por iniciativa del gobierno y prometidos desde 2014. El plan piloto inició hace poco más de un año en el estado Zulia. Posteriormente, las autoridades anunciaron la importación de 20.000 máquinas captahuellas que se instalarían, en una primera etapa, solo en las cadenas grandes. El proyecto se enfrió, pero el presidente Nicolás Maduro lo revivió este año al prometer que el proceso estaría listo el 7 de marzo, lo cual tampoco se cumplió.

Poco después, el ex superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez, garantizó la instalación para entre junio y julio. Sin embargo, no fue sino hasta el 31 de agosto que las captahuellas fueron finalmente integradas con la base de datos del CNE en una porción de los supermercados y farmacias.

«10% de las tiendas las tienen, pero 5% están activos e integrados asumiendo, cosa que dudo, que todas los locales del Estado ya estén en 100%», aseveró la fuente.

Admitió que el proceso en la red pública está más avanzado. «Aún cuando no son todos los supermercados y las farmacias, porque solo es una parte del sector, los que están participando no arrancan al mismo tiempo, se irán incorporando a lo largo de los próximos meses», añadió. En el plan se encuentran participando 3 cadenas públicas -Pdval, Mercal y Bicentenario- y 20 empresas privadas.

-Desinformación y bloqueo-

El sistema implementado permite el bloqueo de las «compras excesivas» a través de la interconexión del sistema de facturación, proceso que se ha venido extendiendo en las grandes cadenas durante las últimas semanas. 

Los supermercados y farmacias utilizan como referencia una lista de productos racionados, divulgada por el Ministerio de Alimentación, para bloquear la compra de ciertos productos durante una semana. La fuente considera que este listado no ha sido lo suficientemente divulgado debido a que, muchas veces, los consumidores se enteran en la caja de que tienen que dejar parte de su compra porque algunos de esos bienes ya fueron adquiridos en otro de los establecimientos interconectados durante los últimos 8 días.

«No puedes comprar crema dental, estás retenida porque ya compraste, debes hacerlo luego de ocho días», le dijo una de las cajeras del Farmahorro de Los Chaguaramos a una consumidora durante el recorrido realizado por Elestimulo.com.

El captahuellas sirve meramente para validar que el usuario que hace la compra es el mismo que aparece en el documento de identidad que presenta. Si se detectan irregularidades en esta etapa del proceso, el consumidor puede quedar bloqueado por un período más largo ya que es identificado como revendedor o «bachaquero».

Éste constituiría un segundo factor de incertidumbre. Los criterios que permiten reconocer a una persona como «bachaquero» van desde usar números de cédula de personas muertas o de usuarios que ya están validados, hasta visitar tres supermercados distintos en un mismo día para adquirir los mismos productos, elemento que se ha tomado en cuenta en el estado Zulia para la elaboración de las llamadas «listas negras».

«Si alguien usa tu número de cédula para enrolarse (inscribirse) se bloquean ambos hasta que un experto en huellas dactilares diga cuál es la original, que no se sabe cuánto tiempo lleva. El consumidor no sabe a dónde dirigirse para hacer el reclamo. Dijeron que abrirían una línea de consulta pero no han anunciado el número. Si te bloquean y estás seguro de que no has comprado, ¿a dónde debes dirigirte o llamar? No hay información», expresó la fuente.

-Control local-

El sistema descrito previamente aplica principalmente para la región capital y se irá extendiendo a otros estados. Sin embargo, la fuente señaló que Zulia posee su propio esquema, ya que ellos manejan listas propias de cédulas bloqueadas que ya acumulan más de 16.000 personas.

«Cada gobernación, y algunas alcaldías, quieren un sistema propio y listas propias, es decir, los empresarios también tienen que enfrentarse a muchas iniciativas particulares del gobierno» para controlar a los revendedores, agregó. 

Recordó también que los fiscales de la Superintendencia de Precios Justos exigen a los establecimientos pedir partida de nacimiento para adquirir pañales de niños e informe médico para los de adultos.

Ante la situación, le preocupa que el gobierno no haya ejecutado una campaña que explique las novedades del sistema a los consumidores, por lo que recae sobre el personal de los establecimientos dar la cara ante los disgustos de sus clientes.

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