Economía

A dos años del "Dakazo" la escasez de electrodomésticos es de 95%

El llamado del presidente Nicolás Maduro a reforzar la Ley de Precios Justos, despertó el recuerdo del “Dakazo”, que cumple dos años alojado en la memoria colectiva. No obstante, al mirar el precio de un televisor en la famosa cadena de tiendas, es difícil imaginar que hace apenas dos años atrás costaba casi 16 veces menos.

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El 8 de noviembre de 2013, el Ejecutivo ordenó la ocupación de la cadena de tiendas Daka y exigió a todos los comercios del rubro reducir sus precios a los de un mes atrás. Los descuentos alcanzaron 77% en algunos artículos y el sector de electrodomésticos terminó siendo el más perjudicado.

Representantes del sector señalan que, desde entonces, los importadores y fabricantes no se han podido recuperar. Agobiados por la falta de divisas, la escasez general de electrodomésticos asciende actualmente a 95%, dijo a El Estímulo Edgar Berríos, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos (Anafade).

Explicó que en aquel momento el gobierno obligó a los comerciantes a “sacar a la calle” todo su inventario para venderlo a precios mucho más bajos, lo que produjo que se agotaran en escasos días y eliminó las posibilidades de reposición.

El efecto en los costos de los bienes, no obstante, fue de rebote. Reportes de prensa del año siguiente registran la molestia de los consumidores porque el aire acondicionado que en 2013 habrían podido adquirir por el módico precio de Bs 10.000 costaba Bs 35.000 solo once meses después.

Las lavadoras automáticas superaban los Bs 40.000, cuando el año antes se llegaron a comercializar en Bs 16.000.

Sin embargo, este año, la comparación es simplemente dramática. En un recorrido realizado por cuatro grandes establecimientos de la capital –incluyendo Daka-, El Estímulo constató que en artículos de alta demanda como televisores, neveras, lavadoras, microondas y aires acondicionados los incrementos iban desde 700% hasta 3.712% si se comparaban con los de la época del “Dakazo”.

Tabla precios electrodomésticosLos más de 10 pasillos de Daka de Boleíta estaban prácticamente desiertos con la excepción de un lote de televisores marca Samsung y LG de 48, 55 y 58 pulgadas, y unas pocas neveras y secadoras. Los precios, que continúan siendo competitivos, habían recibido 30% de ajuste, según un cartel colocado en distintas áreas de la tienda.

“Tenías que venir hace una semana, se hacían colas para entrar y había llegado de todo”, dijo un supervisor de uno de los comercios cercanos, ya que los de la propia tienda no estaban dispuestos a declarar ni siquiera bajo anonimato. Los productos en exhibición habían sido adquiridos a la tasa del Sistema Marginal de Divisas (Bs 199 por dólar).

Los televisores costaban entre Bs 316.000 y Bs 470.000, aproximadamente. Los más pequeños, que se podían conseguir a menos de Bs 200.000, ya se habían agotado. Los precios de las neveras alcanzaban los Bs 440.000, mientras que una secadora marca Electrolux se comercializaba por Bs 280.000.

También quedaban algunos hornos pequeños Longhi por Bs 25.000.

Se conoció que las tiendas Daka han dejado de implementar el sistema por cita para vender sus productos y ahora permiten el libre acceso de los consumidores que deben estar atentos a la llegada de la nueva mercancía. Según empleados del negocio, las colas se forman cada mes y medio aproximadamente.

Mundo Samira, que hace dos años controlaba la entrada de los consumidores que hacían cola con ayuda de la Guardia Nacional, la mañana del martes había recibido pocos clientes. Uno de los empleados manifestó que las ventas habían bajado pero “por lo menos había algo de mercancía”.

Explicó que han aparecido marcas poco conocidas e imitaciones. Las tradicionales muestran altos precios. “Lo que se ha vendido ha sido gracias a los créditos extra (líneas paralelas a las tarjetas de crédito). Los bancos han estado muy flexibles, no hallan qué hacer con tantos bolívares. Solo que ahora no valen nada”, manifestó.

La historia es distinta en Max Center, donde solo ofrecen algunos artículos del hogar. La mayor parte de los pasillos fueron bloqueados con láminas de madera para evitar el aspecto solitario de una tienda medio vacía. Al ser consultados sobre la llegada de nuevos productos, los empleados señalaron que pronto esperan más inventario de línea blanca. Afirman que no reciben televisores desde junio del año pasado.

El precio de las dos únicas neveras disponibles para la venta ya había sido ajustado con 30% de descuento, pese a que todavía no habían sido visitados por funcionarios de la Superintendencia Nacional de Precios Justos.

La tienda Ivoo estaba más surtida, principalmente por productos Síragon. Allí, los precios también eran más competitivos. Las Tostiarepas de Oster se comercializaban en Bs 8.000 cuando en otras tiendas se conseguían sobre los Bs 20.000. También exhibían una nevera pequeña que vendían en Bs 173.000, con smartphone incluido, pero ya estaba agotada.

Berríos afirma que todos los afiliados a la Asociación han tenido problemas de divisas para la adquisición de materia prima en la elaboración de electrodomésticos, incluyendo Síragon. No obstante, el fuerte de la empresa sigue siendo el de electrónica. Las computadoras fueron recientemente rebajadas por el Ejecutivo en una transmisión televisiva.

– Sin dólares –

Los precios de los electrodomésticos y equipos electrónicos varían de acuerdo con el tipo de cambio al que fueron adquiridos los productos. Después del “Dakazo”, la mayor parte de los importadores se abastecieron usando su propio capital, lo que generó un aumento exponencial de los costos.

Datos de la firma Ecoanalítica revelan que el tipo de cambio ponderado que marcaba los precios del sector equipamiento del hogar hasta agosto de 2015 era de Bs 643,5 por dólar, que con una depreciación de 93% en los primeros 8 meses del año, era la segunda más alta para los consumidores.

Berríos recuerda que en 2012 el sector tuvo acceso a $1.400 millones a través de los mecanismos oficiales, lo cual permitió la importación y fabricación de 8,3 millones de electrodomésticos. 20% de estas unidades fueron distribuidas en los planes subsidiados por el gobierno.

En 2013, el monto asignado al sector bajó a $750 millones, una caída de casi 50%. Mientras que el año pasado, a través de las subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), se otorgaron $324 millones, con la desventaja de que la irregularidad de las liquidaciones hacía imposible la planificación de las empresas.

“Este año no ha habido divisas. Simadi es como dice su nombre, marginal”, expresó. La deuda con los importadores asciende a $230 millones.

Aunque las tiendas e importadoras han podido traer algo con recursos propios, Berríos destaca que con la entrada en vigencia de la modificación a la Ley Orgánica de Precios Justos se volvió a criminalizar la tenencia de dólares no oficiales, por lo que se sancionará a los productores y comerciantes que tengan sus precios marcados a una tasa que no sea la de Simadi.

Ahora que se acercan las elecciones, se espera que el gobierno trate de surtir el mercado a través de los programas oficiales como Mi Casa Bien Equipada. El directivo asegura tener conocimiento de que ya han llegado productos de origen asiático a los puertos, lo cual también fue asomado en algunas declaraciones oficiales. No obstante, advierte que la capacidad de distribución del Estado es de apenas 20%.

El directivo considera que el mercado puede volver a su cauce normal una vez que se establezca un solo tipo de cambio flexible. En este sentido, cree que algunos productos, como los electrodomésticos, tenderán a bajar de precio. “Mientras no haya unificación cambiaria van a persistir los problemas”, declaró.

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