Energía y Petróleo

¿Sorprenderá la OPEP en la reunión de Catar?

Las expectativas están centradas en la posibilidad de que se alcance un acuerdo entre grandes productores para congelar producción a niveles de enero. ¿Cuál es el panorama? EEUU y Libia no asistirán y no han confirmado su presencia México, Noruega y Kazajistán y los inventarios de Estados Unidos suben un millón de barriles diarios.

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En béisbol cuando el árbitro principal canta tres strikes el bateador es out. En la OPEP no es así y aunque la comunidad petrolera se reúne por tercera vez, en busca de acuerdos para recuperar los alicaídos precios, el 17 de este mes, crecen las expectativas por lo que podría salir  en este encuentro, al cual están invitados una docena de países petroleros OPEP y No OPEP.

Estados Unidos y Libia no asistirán, México, Noruega y Kazajistán no han confirmado su asistencia. Si la congelación del bombeo se acuerda entre sauditas, rusos y venezolanos es probable que se mantenga el precio por encima de los 30 dólares.

El encuentro se realizará con una sobreoferta de 2,5 millones de barriles diarios, los inventarios estadounidenses subiendo a un ritmo de 1 millón de barriles diarios y super tanqueros repletos de crudos haciendo turismo.

Si llegan a un acuerdo se podría sorprender con un precio superior a 40 dólares el barril, pero si no hay resultados concretos, se regresará a la situación inicial de diciembre de 2014. El encuentro es para no aumentar la producción, no las exportaciones.

Si no hay un consenso en corto tiempo el precio del crudo podría bajar a 20 dólares y el dólar se dispararía originando una recesión global, dicen los analistas internacionales Nikhil Gupta, Jonathan Weleer, Roberto Boslego y Andrew Hecht, desde bancos y firmas especializadas.

Los rusos, chinos y menos aún los iraníes desconfían en Arabia Saudita y en la misma posición están los estadounidenses, que no estarán presentes en el encuentro.

Los derivados de los crudos se van acomodando. El precio del barril de gasolina está entre 21,80 y 22 dólares, 3 dólares más bajo que en 2015, y el diésel ha bajado a 10,60 dólares el barril y el año pasado estaba en 21 dólares.

Estados Unidos está produciendo 9 millones de barriles diarios, Rusia bombeaba en marzo 10,91 millones de barriles y la producción de Arabia Saudita estaba por encima de 9 millones de barriles diarios. Como referencia, EEUU tenía activos 988 equipos de perforación en el período 2013-2014 y para febrero de 2016 estaban trabajando 443 equipos.

Esto es suficiente para advertir que bajará la producción y es una buena referencia de que se reducirá la oferta por encima de 500.000 barriles diarios, como mínimo.

Ya bajar la oferta es una buena señal, si la contraparte no aumenta la producción, dicen los expertos, porque todos los sectores están siguiéndole la pista a los precios y el Fondo Monetario Internacional señala que hay 300 compañías gigantes al borde de la quiebra.

En marzo, el planeta consumió 94,2 millones de barriles diarios. La OPEP está produciendo 32,23 millones de barriles diarios, incluyendo los 9 millones de la producción saudita y otros 20 millones de barriles diarios producen Rusia y Estados Unidos, hay otros 42 millones que producen el resto de los países No OPEP.

Hay también otros productores que sólo se autoabastecen y no exportan, pero la sobreoferta principal la auspicia Arabia Saudita, seguido de Rusia, donde el petróleo y el gas son importantes para su presupuesto y en tercer lugar el esquisto de Estados Unidos, que saltó en tres años de cerca de 5 millones de barriles diarios a 9 millones de barriles diarios.

En la participación petrolera de EEUU no intervinieron las grandes transnacionales, sino medianas y pequeñas compañías emergentes con tecnologías de fracking, que están trabajando a media máquina, y han bajado los costos de más de 70 dólares el barril a un promedio de 45 dólares el barril, en los campos de Eagle Ford, en las dos Dakota y otros menores.

Irán, ha venido a complicar el mercado y ya está produciendo, no el millón de barriles diarios anunciado, sino 3,2 millones diarios, y con agresividad para superar a Irak su archienemigo petrolero y también bélico en el pasado, que bombea 4,4 millones de barriles día.

Un rango de precios entre 40 y 65 dólares sería lo ideal. Hay que desmontar la actual situación y los tanqueros necesitan más de 30 días para llevar los cargamentos a su destino.

El recorrido de los precios ha sido variado y zigzagueante. La bolsa de New York, registraba en diciembre de 2014 una cifra de 107,73 dólares para el WTI y en marzo de 2015 cayó a 42,03 dólares. En mayo subió a 62,58 dólares y así estuvo dos meses, pero en junio de 2015 cayó de nuevo a 37,75 dólares.

Se produjo un rebote y subió a 50,92 dólares en los contratos a futuro y se mantuvo algunas semanas coqueteando a 50 dólares y cayó de nuevo.

La OPEP no dio apoyo a los intentos de esos movimientos y hasta dio instrucciones de que abrieran los grifos y en diciembre pasado cayó de nuevo el precio hasta 27 dólares hasta febrero de este año. El último aumento registrado fue a 40 dólares en abril.

El mercado está en manos de los compradores y sectores del mercado piensan que aún puede ir al precipicio si Arabia Saudita se lo propone.
A principios del año pasado todos los inversionistas de la bolsa de Nueva York se montaron en el tren de los precios bajos y a finales de diciembre pasado firmaron 1,68 millones de contratos a la baja y para febrero pasado subió la firma a 1,88 millones de contratos.

En Doha, hay otras señales y una figura estelar será la posición del presidente Vladimir Putin, aunque Rusia no es miembro de la OPEP, ahora se va a sentar en la mesa de discusiones, no como potencia regional o mundial, sino como potencia petrolera.

Putín llevaría a segundo plano sus derrotas en Ucrania y sus dificultades con la Unión Europea.

Las heridas entre Irán y Arabia Saudita están recientes con la ejecución en Riad de un clérico chiíta.

Pero hay nuevas disparidades y Arabia Saudita se irritó cuando el ministro petrolero de Kuwait dijo que no habrá congelación en Doha.

Rusia aspira que suban los precios por su fuerte dependencia de las exportaciones de crudo y gas, y los sauditas tienen graves problemas y si los precios bajan más o se mantienen en los actuales por largo tiempo, tendrán que olvidarse de su proyecto de colocar acciones de Aramco en el mercado internacional porque su salida en bolsa sería fatal.

La mayoría de los analistas aseguran que no habrá un acuerdo en Doha, pero lo que podría suceder es que baje la sobreproducción y esto haría felices a muchos. Hay sectores que pregonan que si baja a más de 1,1 millones de barriles diarios la sobreoferta, será saludable.

Además, también es muy seguro que EEUU reduzca la producción de esquistos y este es un fuerte apoyo al acuerdo, porque ingresan menos barriles al mercado.

Producción OPEP marzo 2016

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