Mercados

Tarde o temprano Venezuela tendrá que diferir pago de deuda financiera

La caída de al menos 50% en los precios del petróleo compromete la capacidad del gobierno venezolano de pagar la deuda financiera. Las bancas de inversión dividen opiniones sobre la posibilidad de que caiga en una cesación de pagos, pero en todo caso existe un consenso de que en los próximos tres años el Ejecutivo tenga que reestructurar o refinanciar la deuda.

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FOTO: AP

Los mercados internacionales perciben un alto riesgo de que Venezuela incurra en un evento crediticio (reestructuración o refinanciamiento de deuda financiera) en el corto plazo, en virtud de que el flujo de caja operativo es insuficiente para mantener los gastos corrientes del gobierno y el pago de deuda financiera.
José Gonzales, director de ECG Asset Management, dijo desde Nueva York, que el país tiene un problema estructural de flujo de caja que no termina de resolver.
«El consenso desde aquí es que la intención de pago es muy clara en el caso de la República y de Pdvsa, lo que se cuestiona es la capacidad con un precio del barril de $40 para Venezuela y la presión del gasto corriente de capital para Pdvsa y del gasto social y la ausencia de otras fuentes de ingresos», señaló el sábado en el programa La Otra Vía que transmite Radio Caracas Radio.
Para el analista financiero, la palabra default (moratoria unilateral de la deuda) debería sacarse de las conversaciones. «Pocos países en América Latina y a nivel global lo han hecho por voluntad propia, salvo Ecuador, que lo ha hecho dos veces y el mercado lo ha perdonado por tratarse de una deuda muy pequeña», sostuvo.
Recordó que el argentino fue el último gran default y fue involuntario, por una tormenta perfecta que obligó al país a cesar sus pagos.
Pero en el caso de Venezuela, el experto proyecta un evento de crédito en los próximos 3 años por la incapacidad financiera de Venezuela de pagar sus deuda. «Antes de un default primero hay una refinanciación, que es reprogramar la deuda en términos voluntarios en buenas o malas condiciones para permitir el pago de deuda. El segundo paso es una reestructuración forzada. En lugar de ponerse de acuerdo acreedores y deudores, el deudor fuerza condiciones de reestructuración al acreedor, quien tiene que aceptarlo».
El default es dejar de pagar la deuda y Gonzales no cree que vaya a ser el caso de Venezuela, «pero cualquier reestructuración de la deuda va a ser interpretada como un default ‘técnico’ porque con ello va a reconocer su incapacidad financiera de mantener su gasto corriente y pagar su deuda financiera».
El ejecutivo de la firma financiera cree que esta situación se mantendrá hasta que haya una corrección adecuada de las variables económicas y una reactivación del sector privado «y no es el escenario que esperamos en el corto plazo».

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