Ecoanalítica sostiene que las mayores compras externas por mecanismos no oficiales afectaron de manera considerable los precios y el tipo de cambio ponderado del consumidor. En 2014, se colocó en 29,2 bolívares por dólar, lo que significa una depreciación de 95%.
La consultora local resalta que el incremento en la tasa de cambio promedio que tuvo en 2016 se traduce en un ajuste muy agresivo de precios.
De acuerdo a sus cálculos, en 2014 el tipo de cambio del consumidor era en promedio 30% del tipo de cambio paralelo, mientras que en 2016 este ratio llegó a 65%, lo que evidencia que una proporción cada vez mayor de precios en la economía venezolana es marcada a tipo de cambio no oficial.
Por rubros es mucho más evidente el ajuste de precios de la economía. El rubro que ha tenido la mayor variación interanual en 2016 ha sido precisamente el que percibe el mayor subsidio: alimentos y bebidas no alcohólicas. Este rubro pasó de un tipo de cambio de 96,7 bolívares por dólar a 835,5 bolívares por dólar, lo que representa una variación de 764,1%.
«Incluso existen rubros donde la corrección de precios ha sido más acelerada como bebidas alcohólicas y tabaco, vestido y calzado y equipamiento del hogar, como evidencia de que el chorro de divisas oficiales se cerró para estas importaciones, cuyos precios están prácticamente alineados al mercado paralelo», resaltó Ecoanalítica en un reporte.
Indicó además que la cuota de las importaciones públicas ha venido creciendo aceleradamente. Según información recabada por la firma de análisis económica, en la actualidad las compras externas públicas representan 62% de las importaciones totales y, adicionalmente, cerca de 88,7% de las mismas se hacen a tasa Dipro, mientras que solo 11,3% se hacen a tasa Dicom, lo que configura un tipo de cambio ponderado de las importaciones públicas de 64,9 bolívares por dólar.
«Esto resulta sorprendente a la luz de las cifras del tipo de cambio al que se enfrenta el consumidor venezolano, lo que nos lleva a afirmar que el subsidio cambiario está “encapsulado”, es decir, que la gran mayoría de estas compras externas de productos a tasas preferenciales no están llegando a la economía, sino que están entrampadas en grupos de poder captadores de renta coligados al sector público».
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