Laboral

Trabajadores de Ford proponen Plan de Contingencia Integral

La paralización de las operaciones desde octubre de 2016 y la falta de claridad sobre qué sucederá, llevó a los trabajadores del sindicato de Ford Motors de Venezuela, a presentar a la gerencia un proyecto que les permita mantener sus empleos.

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Foto: Tibisay Romero

El Plan de Contingencia Integral fue dado a conocer por los sindicalistas a El Estímulo para explicar en qué consiste esta idea que busca salvaguardar los puestos de trabajo de la automotriz que mantiene a cerca de mil trabajadores en sus casas a la espera de que se reanuden las labores.

Los empleados presentaron un esbozo de manera informal al director de Proceso Social del Trabajo, Alexander Abarca, en el Ministerio del Trabajo en Caracas.

La convención colectiva de esta ensambladora venció el 10 de octubre de 2016 y la directiva sindical, en funciones desde mayo del año pasado, entregó un documento a la Inspectoría del Trabajo “Pipo Arteaga” el 30 de noviembre, pero hasta la fecha no han recibido ninguna respuesta por parte del órgano que rige la materia.

Eliécer Cohen, secretario general del sindicato, destacó que hay mucha incertidumbre entre la masa laboral que ha sido la que ha soportado esta crisis de la planta de Ford, ubicada en la Zona Industrial de Valencia.

“El plan busca paliar la precariedad acentuada por concepto de salario. La junta directiva sindical ha impulsado este mecanismo para subsanar la situación, mientras no se establezca un cronograma de producción claro y concreto de arranque en operaciones en planta”.

Eudis Vargas, secretario de Cultura del mismo sindicato, recalcó que el plan tiene tres pilares que lo integran: un incremento salarial extracontractual; aumento progresivo en términos porcentuales de la provisión de alimentos acorde a la situación nacional y a la canasta básica familiar, según el Cendas, y una revisión exhaustiva del seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad.

Respecto al aumento salarial dijo que este no ha sido definido, pero esperan llegar a un acuerdo con la empresa. Agregó que el sueldo básico significa para ellos recibir un pago entre 5.000 y 6.000 bolívares semanales, pero adicionalmente el año pasado obtuvieron un bono de entre 40.000 y 50.000 bolívares cada semana, que comenzaron a cobrar desde finales de mayo hasta el 2 de diciembre. Ahora aspiran a superar esta cifra.

En este momento, la planta está trabajando solo con 125 empleados que mantienen operativas las maquinarias y áreas de producción para cuando se dé el llamado a reanudar las labores, indicaron los voceros. Además afirmaron que la empresa ha mantenido abierto el comedor y en funcionamiento el servicio médico y el transporte.

En 2016 la ensambladora logró sacar 2.157 unidades, pero la planta tiene capacidad de producir 35.000 vehículos al año, vale decir unos 3.888 al mes, en promedio, incluyendo el período de receso que normalmente ocurre en el primer trimestre del año.

Elianne Alcalde, secretario de Organización del sindicato, refirió que el contrato colectivo que introdujeron en la Inspectoría del Trabajo, fue procesado para su subsanación y ahora esperan por el llamado a las partes para las conversaciones del convenio 2016-2018.

– Competencia que preocupa –

Cohen también aprovechó para referirse a las importaciones de vehículos que atentan contra los puestos de trabajo de las ensambladoras del país.

“Nosotros como junta directiva del sindicato rechazamos de manera categórica cualquier tipo de importación de vehículos porque apostamos definitivamente a que el Ejecutivo nacional, junto a las empresas y sindicatos de las ensambladoras del país, reanudemos las operaciones”, dijo.

“Vemos con mucha preocupación que el año pasado ingresaron al país 5.657 unidades, según la Cámara Automotriz de Venezuela. Eso causa estragos y desesperación en la masa trabajadora automotriz. En Ford no ensamblamos un vehículo desde octubre. Debemos buscar los mecanismos existentes o innovarlos para que tengamos una producción constante y permanente”.

Reiteró también que la aspiración del sector sindical de Ford es que vuelvan a producir en esta planta, así como en las de las automotrices General Motors, Chrysler (FCA), Toyota, Mitsubishi, Encava y Chery.

– Rechazan sindicatos paralelos

Los voceros sindicales rechazaron la aparición de lo que definen como sindicatos paralelos, tal como ocurre en Ford y en la planta de General Motors de Venezuela.

Yimme Rojas, secretario de Acción Social, sostuvo que es inaceptable que en medio de la coyuntura que atraviesan en el sector automotriz, aparezcan antiguos dirigentes sindicales, que perdieron en elecciones sus cargos, para crear nuevas instancias que buscarían dividir a los trabajadores.

“Tratan de imponer un método que no nos va a sacar de este atolladero, ese es el caso del compañero Gilberto Troya, que fue dirigente sindical por más de 8 años y que luego perdió por más de 85% de los votos. Tiene que reconocer que esta es una industria que está paralizada en este momento. No poseemos una varita mágica que permita que la empresa arranque, sino que tenemos que ir negociando con el patrono para buscar las soluciones que mejoren la situación económica de los trabajadores”.

Ford Motors de Venezuela fue la primera automotriz en recibir el visto bueno gubernamental para ensamblar vehículos y venderlos bajo la modalidad dual: en dólares y bolívares, a partir de 2015. El convenio permite a los dueños de concesionarios adquirir las partes (CKD) de los carros en el exterior y traerlos al país para que aquí se armen, pero los resultados no fueron los esperados.

La industria automotriz en Venezuela vive su crisis más aguda porque la mayoría de las plantas están paralizadas o trabajando en un mínimo y por cortos intervalos.

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