«Estamos discutiendo con nuestros socios de la OPEP y nuestros amigos países petroleros no OPEP una nueva fórmula para establecer los precios (…), para garantizar la estabilidad del mercado, de las inversiones», indicó el mandatario al inaugurar Expo Venezuela Potencia en Caracas.
Maduro justificó la iniciativa al señalar que en dos semanas el precio del crudo venezolano bajó de 49 a 41 dólares por barril.
Culpó de ello a «poderosos factores geopolíticos» que trabajan para afectar el mercado a través de la «manipulación de la moneda, de las tasas de interés, de los falsos informes de reservas», y de infundios noticiosos.
«Bregamos duramente, intensamente, contra factores geopolíticos que quieren ver de rodillas a los países productores, petroleros, que somos independientes», sostuvo.
El desplome de los precios del crudo desde 2014 agravó la crisis económica del país caribeño, que obtiene 96% de sus divisas del oro negro, y enfrenta una aguda escasez de alimentos y medicinas y una inflación proyectada en 1.660% por el FMI para 2017.
La debacle exacerbó las tensiones políticas, con llamados de la oposición a adelantar las elecciones presidenciales previstas para diciembre de 2018.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pactó en noviembre limitar su producción a 32,5 millones de barriles diarios (mbd), un recorte de 1,2 mbd.
En diciembre se sumaron a la decisión otros productores ajenos al cártel, como Rusia.
Desde el 1 de enero a Venezuela le correspondía reducir 95.000 barriles diarios su producción, que era de 2,27 mbd, según la OPEP.