Para el 1 de julio está pautado el estreno del biopic protagonizado por Austin Butler y la expectativa es enorme. No es para menos: el director australiano Baz Luhrmann aborda la vida de Elvis Presley desde la perspectiva del mítico Coronel Parker. (Con información de e Cartelera).
Una historia de vida siempre será un argumento atractivo para el cine, especialmente si es sobre alguien conocido o de cierta importancia histórica. Y más si se trata de un ser excepcional. Estas son las premisas esenciales de un biopic (término derivado de biographical picture).
Cuando las películas alcanzaron la duración suficiente para contar una vida, empezó la producción de biopics. “Napoleón, el hombre del destino” (Stuart Blackton, 1908) da cuenta, en veinticinco minutos, del ascenso y caída del militar francés, planteando uno de los esquemas más recurrentes de este tipo de cine.
De ahí en adelante, personajes históricos, especialmente artistas icónicos, estadistas y líderes de diversa clase, empezaron a ser considerados como una rica y bien acogida fuente de argumentos y dramas que ofrecen la doble posibilidad de ser íntimos y de contexto.
Entre la innumerable producción de este género cinematográfico figuran títulos tan emblemáticos como “Amadeus” (Milos Forman, 1984), sobre Wolfgang Amadeus Mozart, enfocada en su rivalidad con el compositor italiano Antonio Salieri; “Gandhi” (Richard Attenborough, 1982), un apasionante viaje por la vida de Mahatma Gandhi; “La red social” (David Fincher, 2010), basada en el surgimiento de Mark Zuckerberg, creador de Facebook, y “La vida en rosa” (Olivier Dahan, 2007), en la cual Marion Cotillard hace una brillante interpretación de la legendaria cantante francesa Edith Piaf.
A esta lista se añadirán el biopic “Elvis”, mirada del director australiano Baz Luhrmann sobre el llamado “Rey del Rock”, que arribará a la cartelera el próximo 1 de julio.
Icono cultural y musical entre las décadas de los 50 y 70 del siglo XX, Elvis Aaron Presley murió en 1977, a los 42 años, y así nació su leyenda. El protagonista del nuevo biopic del “Rey del Rock”, Austin Butler, y Baz Luhrman, director de la cinta, se encontraron en un teatro de Nueva York en febrero pasado para ofrecer, en videoconferencia, pormenores del largometraje, a estrenarse el 1 de julio, cuya preproducción comenzó en 2018 y se rodó en 2020.
Allí Luhrman enfatizó que fue forastero en París al involucrarse en la cultura francesa y escribir “Moulin Rouge”, y que también se sintió así al mezclarse con la crema y nata de las atmósferas de negocios de Nueva York para entender más de “El Gran Gatsby”. Con este preámbulo, declaró igualmente que resultó muy bien acogido en Memphis y Graceland cuando concibió su nueva y esperada película sobre Presley. “Soy el gran ‘forastero’ de mis historias”, dice en esa conferencia profusamente citada por los medios internacionales.
-Por eso hago películas con tan poca frecuencia, porque las vivo, las entiendo, quiero sentirlas. Y para Elvis me fui a Memphis, quise vivir la historia: sentí el contexto, caminé, escuché y entendí que su vida es el mejor lienzo posible para explorar la América de la década de los 50, 60 y 70.La música negra fue el contexto ideal y la manera de iniciar mi relato sobre su impacto e influencia en la música.
El director se sirvió de otra película para terminar de explicar sus intenciones:
-Una gran película biográfica puede ser excelente, pero me interesan más aquellas que usan una vida para explorar algo más grande, como “Amadeus”, por ejemplo, que trata más de celos que de Mozart.
Y lo cierto es que, tras lo visto en el primer trailer, parece evidente que la intención es profundizar en aspectos más desconocidos para el gran público de esta figura musical a la que, tanto Luhrmann como Butler, no dejaron de señalar como “sobrehumana”, como bien recoge la revista especializada española e Cartelera, en su crónica sobre la película.
En este sentido, impacta la muy notoria presencia de un Tom Hanks capaz de intimidar incluso con las altas cantidades de maquillaje que lo convirtieron en el mítico Coronel Parker, mentor y representante de Presley. ¿Hablamos del villano de la cinta? Luhrmann lo aclara:
-No creo que lo sea. Él está defendiendo, en realidad, su punto de vista sobre la historia de Elvis. Es el narrador. Cuando se trata de un personaje histórico solamente hay una persona que te cuenta esa historia. Es su recuerdo y su versión.
Tom Hanks, por cierto, se contagió de covid-19 durante el rodaje y fue la primera gran celebridad en hacerlo público cuando se encontraba en Australia en 2020 en plena labor de filmación.
“Elvis” nace también con la evidente intención de convertir a su protagonista en una nueva superestrella del firmamento de Hollywood. Tras una carrera bastante irregular, de la que solamente se puede destacar con cierto entusiasmo su participación secundaria en la obra maestra de Quentin Tarantino “Érase una vez en Hollywood”, Austin Butler se enfrenta al mayor reto de su vida profesional.
“Es un icono absoluto”, admite el actor, “pero poder explorar su vida durante años, aprender su forma de ser y entenderla, encontrar al humano detrás de la leyenda, fue algo tan especial que podría hacerlo durante el resto de mi vida”.
Una felicidad que se contagia también a la hora de confesar que el director de la cinta fue otro de los motivos por los que se lanzó al proyecto: “Me ofrecía la oportunidad de trabajar con uno de los mejores cineastas vivos”.
Sin embargo, más allá del comprensible entusiasmo, ambos se tuvieron que enfrentar a no pocos retos durante la elaboración de la película, empezando, claro, por el tema de la inconfundible voz de Elvis.
-Creo que cuando empecé el proceso, me dispuse a que mi voz sonara idéntica a la de él. Era mi gran objetivo -admite Butler-. Un año antes de que empezáramos el rodaje estaba yendo a clases de canto seis días a la semana y trabajando con diferentes expertos.
No obstante, la clave estaba en la tecnología. Lo explica Luhrmann:
-Las grabaciones de antes de los años 60 no se pueden usar en una película y eso lo sabíamos desde el principio. ¿La solución? Dividir esfuerzos. Austin canta todo el repertorio del Elvis joven, pero a partir de la década de los 60 lo mezclamos con el Elvis real -revela el cineasta-. En cualquier caso, por encima de las demostraciones de talento vocal, la misión número uno de la interpretación de Butler era humanizar a Elvis Presley, mostrar a la persona.
Un ambicioso objetivo en el que, tanto a la vista de este primer anticipo como en las declaraciones de sus principales responsables, juegan un papel fundamental la espiritualidad y el góspel, dos conceptos que, en cierto modo, siempre van unidos. “Fue un regalo maravilloso poder ir a Nashville y grabar con algunos de los cantantes de góspel más increíbles que he escuchado”, comenta Butler al respecto.
-La primera vez que entramos en aquella pequeña capilla, con todos esos micrófonos de época y tuvimos la oportunidad de estar con 30 cantantes impresionantes, pateando y vibrando, recuerdo que terminé con lágrimas y la piel erizada. Fue una experiencia gloriosa.
Además de Luhrmann, Butler y Hanks, otro de los nombres claves de esta película es el de Polly Bennet, entrenadora de movimientos, cuyo último gran éxito profesional fue convertir a Rami Malek en Freddie Mercury para la triunfal “Bohemian Rhapsosy”. Una profesional de prestigio a la que Luhrmann celebra como “una parte realmente única de nuestro equipo, absolutamente indispensable”.
Butler destaca el complejísimo trabajo que tuvieron que llevar a cabo: “Elvis se movía de manera muy distinta dependiendo de la década y había que ser muy precisos en esas variaciones”.
Otro desafío más en una película que, teniendo en cuenta la inoxidable fama mundial de Elvis Presley, se analizará al detalle y con un nivel exigencia especialmente alto por parte de sus millones de admiradores. ¿Cómo lo vive su protagonista?
-Es una responsabilidad tan increíble -responde Butler-. No solo por Elvis y su vida, tengo esa misma sensación por Priscilla, Lisa Marie, su familia y todas las personas alrededor del mundo que lo aman. En un primer momento pensé que era imposible. ¿Cómo podría hacer otra cosa que no fuera sentirme pequeño en comparación con esta figura sobrehumana? Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, comencé a sentir que crecía. Y de repente, sentí su humanidad.
Algunas tomas destacan mayormente los vestuarios rosados y otros objetos de este color que fueron esenciales en la vida de Presley, lo mismo que sus tormentas emocionales familiares y la insípida relación que mantuvo con su manager, Tom Parker.
-Esta es una película para verla en el cine -recalca Baz Luhrmann-. Hay toda una atmósfera que te lleva a ello. Muestra muchos aspectos de la vida de ese gran ídolo de la música, pero el mero propósito era humanizarlo, mostrar a la persona y su viaje de un sueño a la realidad de ser una estrella de la música.
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"Elvis", de Baz Luhrmann, es un homenaje estrafalario, cursi y emocional a una figura de estatura mitológica en la cultura pop. El director despliega su talento para el drama musical y masifica la idea de que Elvis Presley era un hombre destinado a cambiar la historia del mundo
El director venezolano no solo se aventuró a registrar, en tiempo real, la última aventura artística y obra “imposible” del maestro Carlos Cruz-Diez, a través de su fascinante documental Free Color. Además, junto a Gustavo Dudamel, recientemente lideró en Los Ángeles el montaje de la ópera Fidelio, de Beethoven, que por primera vez en la historia pudo ser escenificada y presenciada por una audiencia con discapacidad auditiva.
