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#Albergues

Dormir en la calle: nuevo perfil del inmigrante venezolano en España

La desesperación a veces impulsa a tomar decisiones apresuradas. Quienes huyen de un país en caos se encuentran con una dura realidad al otro lado del Atlántico. No es una situación generalizada, pero hay quienes han dormido en la calle o en albergues. El perfil de los que migran de Venezuela ya no es el mismo de hace cinco o dos años

Albergues infantiles mitigan la crisis para vivir en la esperanza

Casas hogares, albergues e instituciones de protección a la infancia tampoco se salvan de las dificultades que hay en el país. Mantener el lugar, conseguir las medicinas y rubros esenciales consume las angustias y esfuerzos. Sin embargo, algunas de estas entidades luchan para la garantía de una alimentación a diario, así como también darles a los niños, niñas y adolescente un ambiente de bienestar, permitiéndoles una calidad de vida y desarrollo para un futuro en la sociedad

Una visita a albergues de colombianos desplazados en Cúcuta | #FOTOS

El equipo de la revista digital Status Quo cruzó la frontera para recopilar testimonios de aquellos que fueron afectados por su cierre. Los testimonios desde Cúcuta, Colombia, varían desde maltratados por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), hasta alegaciones de discriminación que se suman a las deportaciones masivas.

Menores de edad: protegidos para delinquir

La mala administración de justicia se extiende en cualquier ámbito e incluso a pantalón corto. La impunidad también salpica a niños. Delincuentes en adolescencia se saben sin rumbos ni castigos, con las riendas sueltas para cometer sus fechorías. Es que el Estado no da justa reprimenda a quienes infringen ley. Tengan la edad que tengan 

Refugios animales: campos de concentración

No hablan pero sí pueden ladrar o maullar. La causa animal en países desarrollados despunta como un interés comunitario. En Venezuela, sin embargo, se rezaga en la última lista. Mientras tanto, los alberges parecieran ser la solución. Los proteccionistas y defensores, en cambio, pegan el grito al cielo por su barbarie y pésimas condiciones sanitarias

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