Los últimos cuatro activistas partidarios de Nicolás Maduro que permanecían en el interior de la embajada de Venezuela en Washington para impedir la entrada de los enviados del líder opositor Juan Guaidó fueron detenidos este jueves por las autoridades estadounidenses.
A simple vista, similitudes: un grupo de personas, minoría frente a sus adversarios, ocupa de forma ilegal un lugar que pertenece a otros. A miles de kilómetros de distancia, millones de ciudadanos piden la salida de un colectivo de representantes políticos a los que desconocen más de 50 países y a quienes acusan de estar en el poder irrespetando las leyes.
La policía comenzó este lunes un operativo para desalojar la embajada de Venezuela en la Washington DC, tomada desde hace varias semanas por activistas estadounidenses que se oponen a la entrada de la delegación diplomática de Juan Guaidó, jefe del Parlamento y reconocido como presidente interino por Estados Unidos y otros 50 países
La embajada de Venezuela en Washington, cerrada al público y tomada por activistas estadounidenses, es el centro de protestas y contraprotestas que reflejan la división en el país petrolero. Una venezolana opositora y una militante de izquierda cuentan qué las mueve a movilizarse bajo sol y lluvia.
Medea Benjamin, activista de asuntos en salud, política y economía y además cofundadora de la organización feminista pacifista, Code Pink, interrumpió este jueves en la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) después de que el secretario estadounidense, Mike Pompeo, diera su declaración sobre la crisis política en Venezuela