Emigrar con el título y el ego bajo el brazo
Emigrar de Venezuela ha sido para muchos un divorcio forzado, pero vale la pena si la repartición de bienes devuelve calidad de vida. Un mejor salario y algo de paz mental le pueden costar a un emigrante venezolano su carrera universitaria o su verdadera vocación. Aunque no denigran sus nuevos oficios, cuatro de estos profesionales cuentan cómo tuvieron que olvidarse de su currículo para empezar a hacerse un lugar fuera de su patria