Espectáculos

Gabo Ruiz viene educado y sin miedo: "A la hallaca se le echa mayonesa"

En marzo de 2020 lo perdimos en el cruce de Buenos Aires a Santiago. La culpa es de la pandemia. Pero el comediante Gabriel Ruiz finalmente regresa de visita para una gira con su nuevo show "Humor Educado", que arranca en Caracas el 20 de mayo

Gabo Ruiz
Cortesía Gabriel Ruiz
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Vamos a despejar la duda: sí, la visita de Gabo Ruiz a Venezuela hará que eso pase. Sí, eso que tanto le preguntan desde que anunció viaje: habrá shows de «De a Toque». Al menos un par.

En marzo de 2020 salió de Caracas junto a Manuel Ángel Redondo y «Erikita» para una gira sureña. Se presentaron en Buenos Aires, cruzaron a Santiago de Chile al día siguiente y sin haber tenido tiempo de acomodar las maletas les llegó la noticia: no se puede salir del país.

Se las arreglaron allá pensando que eso de las fronteras cerradas por la pandemia iba a ser cosa de un mes o algo así. Y el tiempo pasó. Gabo Ruiz continuó con su podcast «El mundo y el país» y cuando las restricciones de la ciudad lo permitieron y el circuito de comedia local volvió a la vida, «la fiera» pasó unos cuantos meses de tarima en tarima.

En noviembre de 2021 se despidió de Santiago y desde entonces reside en Buenos Aires, una ciudad a la que siente como propia porque vivió en ella entre 2009 y 2013 y en la que se reencontró con el mate, las facturas, el dulce de leche y -claro- con Nanutria. Finalmente, después de todo este tiempo, se concretó la posibilidad de pasar un rato por acá y Gabriel Ruiz arranca en Caracas -el 20 de mayo- la gira de su show «Humor Educado».

-¿Vienes porque te fueron con el chisme de que Venezuela se arregló?

-Voy a que Venezuela me termine de arreglar a mí.

-¿Estás al tanto de que en Caracas cada vez que pones un pie en la calle terminas gastando mínimo 20 dólares, no?

-Entonces cada vez que salga llevo 60 porque ahora camino en tres patas. Voy con la intención de ver todas esas cositas que desde afuera no se ven para contarlas en mi podcast, cueste lo que cueste.

-¿Qué le ha aportado este tiempo fuera del país a tu estilo de hacer comedia?

-La pandemia me sirvió para leer sobre la comedia. Pude entender que es una profesión que te enseña hasta donde tú quieras aprender. Si buscas crecer no hay límites, eso hizo que me enamorara aún más del oficio de escribir chistes. Ahora me estoy adentrando en el mundo de la puesta en escena, para entregar de la mejor manera los chistes que escribí. Entendí que aunque mi cuerpo grite lo contrario se me da la comedia física.

-¿Cómo es el circuito de stand-up en Chile: activo, muy activo, poco, más o menos, en crecimiento?

-Es muy parecido al nuestro. Al tener la presencia de gigantes de la industria como Spotify, Netflix, Prime, entre otros, los comediantes tienen una proyección más clara. Sin embargo, al igual que en Venezuela, es una movida de referentes.

Me hace feliz tener la oportunidad de conocer comediantes por el mundo, y en Chile percibí la misma pasión por el circuito que en Venezuela, porque más allá de trabajar en sus carreras todos los comediantes quieren que crezca la comedia del país.

-¿Cuáles son los temas delicados de tocar haciendo comedia en Chile?

-Yo creo que se puede hablar de cualquier tema si es tratado por alguien que conozca el oficio, pero uno de los temas muy delicados en Chile es si el pan del “completo” -que es como nuestro “perro caliente”- va duro o aguado. Es un debate que despierta pasiones, como el de si a la hallaca se le echa mayonesa o no. Sí se le echa.

-¿Y cuál es el tema delicado en Argentina?

-Los que conozco son la dictadura militar y la guerra de las Malvinas. Son temas que, en mi opinión, más que «delicados» hay que tratarlos con el profesionalismo correspondiente para lograr ser gracioso. Hay otro, pero nadie está preparado para este: ¿Montaner es venezolano o argentino?

Gabo Ruiz

-Aquí, por ejemplo, da la impresión de que cambiaron cosas: hacer chistes de enchufados, creo, es delicado… ¿qué datos te han pasado tus panas comediantes que están aquí y los que han venido a hacer shows recientemente?

-El único dato que me han pasado es el precio del Humboldt porque tengo la intención de comprarlo y convertirlo en una red social. Algo como lo de Musk con Twitter.

Me han dicho que el venezolano cambió, que anda en un «mood». Siento que es una forma de decirte «me da flojera explicar». También me han dicho que hay tráfico, me vuela el coco porque cuando me fui la ciudad se veía vacía.

No entiendo cómo puede ser delicado un chiste de enchufados si ser enchufado es una elección. Capaz no decirle «enchufados», sino gente con ropa cara que no combina.

-¿Qué traes en el show que presentarás en Venezuela: material nuevo, reciclado, revisiones, improvisación, lamentos del exilio, lágrimas por el pollo de Arturo’s?

-Voy con mi primer especial de comedia, me siento profesional y todo JAJAJA. Se han dado las cosas de una forma extrañamente orgánica y hoy estoy muy emocionado de volver a mi país para mostrar en lo que estuve trabajando el último año, «Humor Educado».

-¿Cuál es el concepto de «Humor Educado»? No dices groserías o saludas correctamente y le das paso a las damas?

-Cuando comenzó el aislamiento parecía que le había llegado la hora de morir al stand-up comedy. Encerrado, con el trabajo muerto y con toneladas de tiempo libre, decidí estudiar sobre comedia. Entendí que este oficio te enseña hasta donde quieras aprender, si encuentras la pregunta existe una respuesta que te permite subir un escalón.

El stand-up revivió y en los shows me fue tomando por sorpresa el hecho de que me convertí en un comediante de verdad verdad, me di cuenta de que ahora tengo el humor educado.

Gabo Ruiz

-¿Tu mamá alquiló el cuarto o te ha esperado todo este tiempo? ¿Y el anexo en Caracas ya se lo pasaron a otro?

-Efectivamente, no tengo casa en Caracas. Tengo amigos que sí y por eso tengo estadía. Si no, pensé en dormir en cualquier parte de La Castellana, siempre me ha gustado esa zona.

-Ajá, vienes, haces tu gira … ¿Y si ahora te provoca quedarte en Caracas, qué pasa?

-La motivación de tener un hogar me da fuerzas para despertarme todos los días, y en la ciudad de Buenos Aires lo tengo. Es probable (y me encantaría) que trate de viajar con mucha más frecuencia a Venezuela. Yo amo a mi país y hasta que no sienta que le di mucho más de lo que me ha dado no voy a descansar.

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