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La élite cubana disfruta en el capitalismo y el pueblo sucumbe en el socialismo

Los jerarcas de la dictadura mantienen relaciones económicas con al menos 70 países, constituyeron empresas en Europa y EEUU, manejan cuentas bancarias en paraísos fiscales; además de recibir 6 mil millones de dólares en remesas. El emporio hotelero y turístico GAESA, el monopolio empresarial más importante de Cuba, opera sin rendir cuentas a los organismos contralores

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Las imágenes que llegan desde Cuba registran un drama humanitario que tiene variadas lecturas. Al lado de los colectivos vestidos de civil que avanzan en grandes grupos para caerle a palos a quienes gritan “patria y vida” y “libertad” en las calles de las más importantes ciudades cubanas, los arrestos hasta de menores de edad o los gritos de dolor de madres y abuelas frente a la agresión sin medida, reflejan que el oprimido es un pueblo que ha sido relegado de la posibilidad del mínimo bienestar y condenado a un limitado acceso a los bienes básicos.

El hartazgo hacia una cúpula dominante está impreso en el rostro de cada manifestante y la muerte puede ser una opción de riesgo aceptable.

Un rasgo común que se observa en los allanamientos de las viviendas de artistas, intelectuales, raperos o jóvenes estudiantes que son sacados “a la fuerza”, es la forma de vida que llevan en los límites de la sobrevivencia; cuya aceptación ha sido alimentada por la idea del “bloqueo” que durante 62 años la cúpula privilegiada ha promovido como estigma inevitable.

Las escenas violentas captadas por precarios celulares, que escapan de la férrea censura, contrastan con las de los actos que fueron encabezados por Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro, resguardados por los fieles miembros del partido comunista y del mando militar que, provistos de mascarillas, no pudieron ocultar la preocupación por las manifestaciones masivas desplegadas de manera espontánea desde el 11 de julio que cuestionan abiertamente la forma de vida que lleva esa dirigencia y las exigencias de un cambio hacia la libertad y la democracia.

Para hacer creíble la presencia masiva el pasado 17 de julio en La Habana fue necesario movilizar cientos de buses para transportar a funcionarios, militares, estudiantes de las academias, sindicatos y miembros del partido desde el día anterior. A los líderes comunales les exigieron altas cuotas de asistencia entre sus correspondientes sectores para revivir las imágenes del pasado de aquel pueblo orgulloso que apoyaba a su revolución.

Escasez y élites privilegiadas

Durante 62 años esa población ha sido dominada mediante una ideología que pregonaba igualdad, justicia y reivindicación de los derechos de los desposeídos. Nacieron con la euforia de haber derrotado a una dictadura, crecieron bajo una nueva autocracia escudada en la presunta amenaza de una invasión militar por el “imperio” de Estados Unidos y han convivido durante décadas con la escasez de alimentos, medicinas, libertades y conexión libre con el mundo exterior por el “bloqueo”.

Pero al mismo tiempo observaron cómo sus cúpulas dirigentes y altos oficiales militares se transformaron en élites privilegiadas, en los dueños de los recursos y sus familiares y descendientes no han ocultado sus ostentosas vidas que despliegan sin rubor en las principales ciudades del mundo capitalista occidental.

Hermanos, hijos, nietos o yernos de los principales jefes revolucionarios integran la nueva clase dominante que, sin disimulo, muestran sus fortunas pensando que ese pueblo, aislado de las noticias, sin libertad de expresión y con pocas posibilidades de reclamar derechos, pudiera un día levantarse contra el mito creado por los legendarios “héroes” de la revolución que ya están de retiro o fallecidos.

Sin dólares no hay paraíso

Desde la caída de la Unión Soviética (URSS), el desmembramiento del bloque comunista y la caída del Muro de Berlín, las consecuencias para Cuba fueron letales con la pérdida de 50% de sus ingresos que provenían de la ayuda soviética. En los siguientes tres años las exportaciones de Cuba cayeron en 70% entre 1989 y 1992. Fue necesario reducir las Fuerzas Armadas a la mitad; de 300 mil efectivos se pasó a 170 mil para quedar finalmente en 30%. El PIB cayó 35% en cuatro años. Tal como ocurre con el bolívar en Venezuela, nadie creía en el peso cubano, surgió el mercado negro y la dolarización espontánea. El sueldo de los militares se redujo a la mitad y el mantenimiento de los equipos militares donados por la URSS se hizo insostenible.

Así como las migraciones de la población cobraron fuerza en varias oleadas con los llamados “balseros”, a lo interno de las Fuerzas Armadas y altos funcionarios, comenzaron las deserciones en las que hasta pilotos de los Mig 23 se escapaban con el avión hacia EEUU o Guantánamo. Un ministro se quedó en España y familiares de altos funcionarios buscaron refugio en países capitalistas.

Al ritmo del desmoronamiento que se producía en la “unidad revolucionaria”, la corrupción, la convivencia con el narcotráfico y la indisciplina invadieron esferas del alto poder.

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(Foto: AFP)

A pesar de la resistencia de Fidel Castro, de hacer cambios económicos para promover una apertura como las ocurridas en la URSS y Alemania, fue necesario aplicar medidas como reducir la burocracia estatal, hacer transformaciones radicales en el Ejército y reubicar a altos cuadros militares en las áreas económicas de las principales empresas.

El mundo militar terminó copando la vida económica de Cuba, tal como ha ocurrido en Venezuela.

Socialismo a punta de capitalismo

Algún observador señaló que luego de la caída del mundo socialista, los jefes de la revolución cubana se dedicaron a construir el socialismo a punta de capitalismo.

El resultado de estos cambios es que se generaron nuevas empresas que quedaron en manos de importantes jefes militares, altos dirigentes del partido, familiares y descendientes. Es una cúpula con gran poder económico.

Eso sí, el nuevo modelo ha mantenido las restricciones del libre mercado sobre la población; pero ha desarrollado importantes compañías en los principales países capitalistas.

Dice el analista Andrés Oppenheimer citando cifras oficiales, que Cuba comercia con 70 países del mundo, incluyendo a EEUU. En el caso de EEUU –explica- es uno de los 15 socios comerciales más grandes de Cuba y el mayor exportador de alimentos y productos agrícolas a Cuba. EEUU vende alrededor de 276 millones de dólares al año en alimentos y medicinas a la isla y 500 mil turistas estadounidenses visitaron a Cuba en 2019, antes de la pandemia.

El negocio de las remesas

Un punto importante en relación a los ingresos de Cuba es que desde EEUU se envían más de 6 mil millones de dólares al año en remesas, productos y alimentos a familiares de la isla; de lo que vive casi 50% de la población.

“El envío de remesas en efectivo y mercancía a Cuba se hundió 54,14% en 2020, al caer de 6.616 millones de dólares en 2019 a 2.967 millones en lo que va de este año, una ‘catastrófica’ caída atribuible al impacto de la pandemia del coronavirus”, se lee en un reporte publicado por la agencia EFE, difundido por The Havana Consulting Group en noviembre de 2020.

En 2019, las remesas en efectivo se estimaron en unos 3.171 millones de dólares, mientras que el envío en mercancías alcanzó los 2.900 millones de dólares, en un año en que viajaron a la isla 623.972 cubanos radicados en el exterior, de ellos 552.895 de EEUU.

El hombre más poderoso

Luis Alberto Rodríguez López-Calleja es considerado actualmente el hombre más poderoso de Cuba. Es hijo de Cristina López-Calleja Hiort-Lorenzen, fundadora del Centro de Estudios sobre Migraciones Internacionales de la Universidad de La Habana y del comandante Guillermo Rodríguez del Pozo, uno de los militares más destacados de la revolución. También estuvo casado con una hija de Raúl Castro. Su poder no deviene sólo por su relación familiar o por ser miembro del Buró Político del Partido Comunista, sino por su rol frente al emporio GAESA.

GAESA, además de manejar un importante complejo hotelero, se extiende en diversidad de negocios. Tiene bajo su organización al grupo Gaviota, que está a cargo de los hoteles más importantes de Cuba de 4 y 5 estrellas, la agencia de viaje Gaviota Tours, las Marinas Gaviota Cuba, la agencia de alquiler de autos Transgaviota y la empresa de insumos y servicios hoteleros AT Comercial, S.A. Su facturación anual llega a 700 millones de dólares. Tiene 83 instalaciones hoteleras que suman unas 29.000 habitaciones, la mayoría gestionadas por 14 cadenas internacionales con las que tienen suscritos acuerdos de administración y comercialización, según BBC Mundo.

“El conglomerado GAESA controla casi 60% de la economía cubana” indicó una investigación realizada por los diarios Miami Herald, El Nuevo Herald y McClatchy con Los Papeles de Panamá, que revelaron que Guillermo Faustino Rodríguez López-Calleja, hermano del poderoso general y jefe de la corporación militar GAESA, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, administra una empresa en Luxemburgo, la cual es dueña de la firma naviera con sede en Londres Anglo-Caribbean Shipping Co.

Precisan que el régimen cubano usa desde hace décadas el paraíso fiscal de Luxemburgo para hacer negocios y eludir el embargo. Gracias a nuevas normas adoptadas en ese pequeño país europeo en 2019 y por las investigaciones llevadas a cabo por el diario francés Le Monde y la organización OpenLux, proyecto colaborativo de periodistas de investigación, se conoció que la empresa Mid Atlantic Holdings, S.A., fundada en 1973, es dirigida por Guillermo Faustino Rodríguez López-Calleja.

Desde el principado de Liechtenstein, Guillermo Faustino López-Calleja también dirige Acemex Management Company Limited, empresa paraguas para ocultar desde hace décadas a docenas de otras vinculadas a Cuba cuyos lazos deben ser encubiertos.

La élite y sus escándalos

La lista de magnates cubanos compuesta por descendientes y familiares de comandantes históricos, símbolo de una ideología que ha logrado, no solo sobrevivir 62 años, sino que se ha adaptado a los cambios mundiales, ha mutado en diversos modelos autocráticos y ha sabido aliarse con las más férreas dictaduras del planeta e importantes emporios y personajes del mundo capitalista occidental.

La cara visible de ese mundo capitalista del que tanto han denostado, pero que ha sido el gran sostén de la revolución, se expresa en gráficas y videos que han causado impacto como el del nieto de Fidel Castro, Sandro Castro Arteaga, quien se hizo viral a bordo de un lujoso Mercedes Benz al que llamó “jugueticos que tenemos en casa” y sobre lo que más tarde pidió disculpas.

Sandro Castro no ocultó sus incursiones en el mundo de los negocios como propietario de “Fantaxys”, ubicado en Miramar Playa, en donde se refleja esa buena vida de la élite nocturna, muy visitada por adinerados turistas; el lujoso club nocturno “El Iluxion” o el famoso restaurant “Espacio” de La Habana.

Sobre este incidente, uno de los hijos de Fidel, Alex Castro Soto del Valle, dedicado a las artes y a la imagen comentó: «una papa podrida no indica que todas las papas del saco estén malas; revisar bien es de sabios».

El éxito económico y la riqueza no es patrimonio de una sola papa sino que se extiende a una larga lista de las élites políticas y militares.

Uno que destaca en el jet set cubano es justamente el hijo de Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, el director del emporio GAESA. Se trata de Raúl Guillermo Rodríguez Castro, quien es a su vez es nieto de Raúl Castro, de quien fue su escolta y jefe de la Seguridad Personal.

De la misma dinastía de los Castro se ha destacado otra nieta de Raúl, Vilma Rodríguez Castro, quien maneja la Casa “Vida Luxury Holidays”, la mansión que renta en Miramar, propiedad de la familia Castro, en la cual una noche cuesta 650 dólares. Junto a Vilma, otros familiares de los Castro también están en el negocio inmobiliario.

Magnate y represor

Un reporte del conocido portal 14yMedio, dirigido por Yoani Sánchez, ofrece detalles del presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba, Rubén Remigio Ferro. No solo los vínculos sanguíneos ofrecen el salto a la élite económica cubana, sino también la lealtad y el ejercicio del poder.

14yMedio señala que la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba incorporó al presidente del Tribunal Supremo a su lista de represores del régimen después de la publicación de un mensaje en redes sociales en el que el alto funcionario recordaba la existencia de la Ley 88, también conocida como ley mordaza, como instrumento para penalizar a quienes “apoyen, faciliten o colaboren con los objetivos de la Helms-Burton”. La Ley 88 (o ley mordaza) sirvió como base legal para los juicios que en 2003 se llevaron a cabo contra 75 opositores.

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El pueblo en La Habana pidiendo «libertad» (Foto: YAMIL LAGE / AFP)

El presidente del Tribunal Supremo Popular, junto a otros jueces, ha sido denunciado en varias ocasiones por “malas prácticas” ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) de la ONU.

A este importante funcionario se le atribuye una enorme mansión al oeste de La Habana. Según los reportes, el inmueble está ubicado en El Atabey, en Miramar, que ocupa la mitad de una cuadra.

Una vida que contrasta con los mensajes que envía desde su cuenta de Twitter: “Virtudes como la decencia, la modestia y el altruismo, ni crecen ni se manifiestan de modo silvestre, hay que cultivarlas con esmero y ejercitarlas constantemente o se atrofian y desvanecen como el humo…”

Pero quien más expone la realidad de un ostentosa vida de lujos es su hijo Rubén Remigio, del mismo nombre, quien ha sido motivo de críticas por su exhibición en grandes capitales de Europa o frente a mansiones y vehículos de lujo o importantes tiendas lujosas en donde exponen sus lujosas compras.

La lista que se extiende a importantes ministros, militares y miembros del buró político ahora se destaca con la generación de nietos que tiene en sus manos la provisión de dólares y divisas para prolongar por más años esta revolución que sigue teniendo tanta influencia en Latinoamérica y Europa; pero pareciera que los admiradores de la revolución cubana ya no se ruborizan ante la ostentación de estos nuevos magnates y optan por voltear la mirada ante las acciones de las huestes que armadas de palos, golpean en el piso a quienes aspiran “patria y vida”.

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