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La nueva cara de la salud y el bienestar

La acumulación de pequeños cambios puede suponer una gran diferencia en la calidad de vida, pero ¿qué ocurre cuando la naturaleza de estos cambios fluctúa constantemente? En los últimos años, aspectos como la tecnología ponible, el auge de las dietas basadas en plantas y el boom de los gimnasios han cambiado la cara de la salud y el bienestar. ¿Qué hay detrás de todo ello?

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salud y bienestar

Para que te hagas una idea de cómo van las cosas, en este artículo hablaremos sobre algunos de los cambios clave y sobre cómo están evolucionando el universo de la salud  y el bienestar.

Una de las grandes novedades de los últimos años ha sido dejar de contar calorías y eliminar por completo la grasa y el azúcar. Un buen ejemplo de ello es la dieta paleo, que pretende imitar la alimentación de nuestros antepasados cazadores-recolectores. Otro ejemplo lo encontraríamos en la dieta cetogénica, que parece contradecir las teorías para perder peso más tradicionales.

Lo interesante del caso es que, más que un recurso necesario para adelgazar, las nuevas modas en materia de alimentación están más enfocadas a un estilo de vida. Las personas que siguen estas dietas lo hacen de forma constante y hablan de ellas en las redes sociales. Se trata de un cambio de comportamiento muy interesante que hace una década no habríamos podido predecir. Estas dietas, que implican un cambio de hábitos, suponen un orgullo para sus seguidores. La comida basura del fin de semana ha dado paso a comidas trampa pensadas como recompensa a la fuerza de voluntad que requiere mantener una dieta.

Otro cambio de comportamiento sugerente es la nueva concepción del sueño. A pesar de que nos pasamos un tercio de la vida durmiendo, hasta ahora mucha gente descansaba lo mínimo y se jactaba de ello. Solo hay que ver el auge de los sistemas de control del sueño como FitBit y la repercusión que tienen las declaraciones sobre el descanso de gente como Jeff Bezos para comprobar que las tornas están cambiando. Puede que todavía no sea una opción mayoritaria, pero cada vez más gente se está subiendo al carro de la salud del sueño.

También está cada vez más de moda hablar abiertamente sobre el ejercicio y sobre cómo nos hace sentir. Basta con abrir Instagram y ver a millones de personas saliendo a correr por la mañana y ejercitándose en el gimnasio para hacerse una idea de lo que hablamos. La noción de que podemos usar el ejercicio para mejorar la salud y el bienestar está mucho más arraigada en la sociedad actual que hace 25 años. A día de hoy, el ejercicio regular se considera un componente básico de un estilo de vida equilibrado, y no solo como algo que hacen los atletas.

El modo en que las redes sociales y la conciencia colectiva de las masas está promoviendo nuevos hábitos en los ámbitos de la salud y el bienestar es realmente fascinante. Día sí y día también, se viralizan etiquetas que instan al mayor número de personas posible a hacer algo bueno o a actuar de una cierta manera. Cosas tan sencillas como animar a la gente a hacer una cosa positiva al día para sentirse bien consigo misma contribuye enormemente a alimentar el impulso colectivo a ayudar al prójimo.

Si abres Twitter, seguro que encuentras mensajes positivos que animan a la gente a salir a correr, a ayudar con la compra a una vecina anciana o a prestar apoyo a una persona adicta al juego o a cualquier otra actividad autodestructiva. Se trata de un buen ejemplo del cambio de cara que ha experimentado la salud y el bienestar gracias a la interconexión y a la información constante que ofrecen las redes sociales.

En los próximos años, será interesante ver cómo crecen y evolucionan estas tendencias y de qué forma las adoptan las nuevas generaciones. Una cosa está clara: al ofrecer una plataforma para que la gente conecte y se comunique, el mundo en línea es el motor que propulsa el aumento de la conciencia de la salud y el bienestar.

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