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Nicolás Maduro ofrece una reconciliación en Venezuela con “el mazo dando”

La oferta de Nicolás Maduro ha sido comprada por algunos líderes opositores, como Capriles, pero es una supuesta reconciliación a punta de pistola, o "con el mazo dando" como el programa de Diosdado Cabello en el que cada semana envían al paredón verbal a los disidentes. Las elecciones del 6D irán de todas formas y el principal rédito del régimen con la excarcelación de presos políticos ha sido terminar de dividir a partidos opositores sin chances de ganar en las urnas de votación.

Reconcliación
EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ]]> |EFE
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La liberación de presos políticos y los supuestos indultos a diputados perseguidos exacerbó las diferencias entre la oposición en Venezuela. Cada sector se atrincheró tras sus posturas previas; mientras Nicolás Maduro y la cúpula gobernante preparan el camino al 6D con partidos expropiados, dirigentes designados a dedo, sin oposición y con disidentes de izquierda execrados. Tan seguros están los chavistas de consolidar el triunfo que ya piden observadores internacionales.

La noche del último día de agosto Venezuela recibió con gran expectativa la salida de presos políticos anunciada por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez. Era una larga lista de 110 beneficiados con el «indulto presidencial» a favor de diputados y ciudadanos presos, algunos en el exilio y con casos en los que ni siquiera llegaron a iniciarse los procesos judiciales correspondientes en ningún tribunal.

Entre lágrimas y abrazos, de familiares y amigos, también abundaron mensajes de esperanza y reconciliación, contrastados con quienes alertaron sobre las intenciones oscuras de un régimen que no se caracteriza por su buen corazón. Una noche que se hizo larga en las puertas de las cárceles políticas.

“Es el momento para el reencuentro, la reconciliación y el diálogo profundo. ¡Por la Paz, Venezuela Vencerá!”, escribía desde su cuenta en Twitter Maduro al hacer referencia al decreto de indulto a través del cual se beneficiaron quienes perdieron su libertad acusados de terrorismo, traición a la patria, incitación al odio, irrespeto a los militares, entre otros supuestos delitos.

De inmediato lanzó sus candidatos a diputados, entre ellos, varias figuras de la cúpula del chavismo que ha gobernado en los últimos 20 años.

Palabras desde el control

“El país debe dar pasos certeros hacia el futuro, sin odios y sin revanchismo. ¡El Camino Es y Será Siempre, la Paz de Venezuela!”, dijo en un segundo mensaje el jefe del chavismo”. (El uso de las mayúsculas corresponde al autor original).

Desde el exterior, varios países y autoridades saludaban el gesto conciliador, como un paso importante en el camino hacia un proceso electoral concertado, libre y democrático, que permita a los venezolanos dirimir sus diferencias. Una aspiración que está en la agenda opositora que agrupa Juan Guaidó, el líder del parlamento sin poder real, reconocido como presidente interino por unos 60 países hasta tanto haya elecciones libres en Venezuela.

Pero los dramáticos testimonios de quienes iban saliendo de las mazmorras, mostraron la otra cara del drama venezolano. El caso de la vecina de Iván Simonovis, Antonia Turbay, quien pasó 14 meses presa sin tener nada que ver con la fuga del ex comisario, conmovió. Lo primero que alcanzó a decir con lágrimas en los ojos: “ha sido muy duro”. Hacía un año tenía boleta de excarcelación y su hija tuvo irse al exilio por temor después de haber sido secuestrada. Como el de ella “cada caso es un testimonio descarnado de arbitrariedad y horror”, como lo calificó el historiador, Elías Pino Iturrieta.

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Con el “mazo dando”

Pero a pocas horas de haber amanecido, mientras las redes sociales mostraban los encuentros entre liberados y familiares, el hombre que está llamando a la paz, que se erige como paladín del diálogo, enviaba a las fuerzas policiales a tomar la sede del partido opositor Acción Democrática (AD), en el estado Carabobo. El grupo policial escoltaba en la operación a uno de los políticos designados, desde la intervención del partido por el chavista Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Wiston González. A la fuerza desalojaron a las autoridades partidistas y vigilantes que allí se encontraban con la amenaza de detención si no accedían al desalojo.

La política chavista va en línea con el programa «Con el Mazo Dando», que se transmite cada semana por el canal de propaganda oficial VTV y que dirige el capitán Diosdado Cabello. El número dos del chavismo usa ese espacio como paredón para exponer y linchar a todos los opositores de turno.

“En este momento policías municipales de Valencia, Policarabobo y CICPC escoltando a un alacrán autodesignado secretario general de AD en Carabobo asaltan la sede del Comité Ejecutivo Seccional, desalojan violetamente las legítimas autoridades partidistas y amenazan con apresarlas”, publicó el veterano político Henry Ramos Allup, desde su cuenta @hramosallup. Este ex presidente del Parlamento es uno de los perseguidos y beneficiado en la lista de Maduro, pero mantiene su posición crítica.

Golpes a las puertas

Dos semanas antes, el 9 de agosto, bandas civiles armadas del chavismo y agentes de la tenebrosa FAES (Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional, acusada de terrorismo de Estado y de de centenares de asesinatos extrajudiciales) tomaron la sede principal de AD ubicada en La Florida, en Caracas. Los atacantes encapuchados llegaron en horas de la mañana en motos, con pistolas y escopetas y sometieron a los trabajadores que cuidaban las instalaciones.

“Los militantes y dirigentes que se dirigieron a la sede del partido, se encontraron que las instalaciones estaban tomadas por estos grupos irregulares y paramilitares que operan por órdenes de  la dictadura”, denunció el diputado Ivlev Silva, quien también es secretario juvenil de AD.

Los civiles armados, llamados por aquí «colectivos», los amenazaron y dijeron que estaban tomando la casa del partido por órdenes del gobierno nacional y de Bernabé Gutiérrez, secretario general designado Ad Hoc por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). De la misma manera, la sede ubicada en El Paraíso, en Caracas, también fue tomada violentamente.

Maduro prende la pelea

Hay liberados pero no hay reencuentros. Maduro nunca reconoció a la Asamblea Nacional (AN) y menos a su presidente Juan Guaidó. Por ello conformó un parlamento paralelo, algo que no cambiará con los parlamentarios liberados, a pesar de que la mayoría de ellos forman parte de los seguidores del “interino” Guaidó.

El heredero de Chávez sólo ha dialogado con el grupo llamado Mesa de Diálogo Nacional, la llamada «Mesita», que representa a un minúsculo electorado; mientras desconoce a la mayoría opositora. El nuevo CNE (Consejo nacional Electoral, de militantes del chavismo) ha implementado nuevas reglas y parámetros no transparentes que han sido impuestos sin consultar a los partidos legítimos.

La liberación de presos políticos no altera la estrategia oficialista de promover la división opositora y dejan colar que bajo cuerda hay nuevos actores o negociadores, con lo cual se han exacerbado las suspicacias. Habló el canciller turco confesándose como parte de la negociación y en las redes se desataron los demonios.

La AN y presidencia interina atajó los rumores y sacó un comunicado en el que fijó su posición: “Informamos a los venezolanos y a la comunidad internacional nuestro absoluto desconocimiento de las negociaciones inconsultas realizadas a título personal entre el régimen de Nicolás Maduro y los dirigentes Henrique Capriles y Stalin González. Dichas negociaciones fueron comunicadas por el canciller del gobierno de Turquía, aliado del régimen de Maduro. Queremos ser categóricos. Estas acciones se hicieron sin conocimiento ni autorización del gobierno interino, la Asamblea Nacional y nuestros aliados internacionales”.

Capriles sale a jugar solo

El comunicado obligó a Henrique Capriles a desmentir que “no hay negociaciones entre Turquía y la oposición en Venezuela. Pero aclaró que: “Lo que sí corresponde es hablar con todo el que nos acerque a una solución creíble”.

Pero este miércoles, Capriles se desmarcó de sus antiguos aliados, especialmente de Guaidó, a quienes acusa de gobernar por Internet, y apoyó el llamado a las elecciones del 6 de diciembre. No ha aclarado si lanzará sus propios candidatos.

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Más adelante, en otro mensaje reconoció: “Hoy, por mis ‘gestiones personales’ nos sentimos satisfechos de la libertad de 110 presos políticos. Mi único interés es defender a los venezolanos y lograr la libertad de Venezuela. No nos vamos a resignar, así como ningún venezolano lo hará hasta ver el cambio en el país”.

Stalin González poco después también dijo: “Por mi parte intentaré las veces que sea necesario encontrar una solución a la crisis. La política se trata de ayudar a la gente. Si una negociación evita que este conflicto escale y sea más doloroso para los venezolanos, lo haré las veces que sea oportuno”.

El mediador renunció al partido Un Nuevo Tiempo, pero no aclaró de  inmediato si será candidato.

La polémica profundizó más aún las diferencias entre líderes históricos de una oposición fragmentada. Los dirigentes de las distintas corrientes opositoras se atrincheraron en sus posiciones previas a la liberación de presos y Maduro, luego del sorpresivo decreto, no ha dicho a cambio de qué promovió o accedió a la liberación.

Algunos piensan que los efectos de las medidas en la oposición es el mejor pago que recibió a cambio Maduro y el chavismo.

En esta acción podemos apreciar que el gobierno de Maduro no haría ordenado una acción como esa si previamente no tiene un plan o propósito tras de sí. Muy seguro está Maduro y su cúpula de que la oposición no llegará unida ni tampoco logrará condiciones mínimas para afrontar una campaña para el 6 de diciembre (6D), así haya un viraje del sector que ha llamado a la abstención.

Con la fragmentación más el aislamiento por la pandemia, y sin medios de comunicación, le sería casi imposible conformar un frente unitario en apenas tres meses.

Tan confiado está Maduro que hasta envió una carta a través del canciller Jorge Arreaza a Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a Joseph Borrel, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, donde invita a los representantes de ambos organismos a participar como observadores en las elecciones parlamentarias.

Pero Europa todavía insiste en elecciones libres.

El «gran demócrata»

Aunque nunca ha creído en elecciones libres, entre las consideraciones hechas por Maduro al emitir el decreto de indulto señalaba: “Que las elecciones convocadas por el Poder Electoral para que el pueblo de Venezuela escoja, por la vía del voto universal, directo, secreto, libre y soberano, a las diputadas y los diputados de la Asamblea Nacional, que se instalará el próximo 5 de enero de 2021, constituye una oportunidad estelar para garantizar la participación más amplia posible de todos los partidos políticos, y grupos de electores que se propongan en representar a los más de 20 millones de venezolanos inscritos en el Registro Electoral de Venezuela”.

Si bien aseguraba que es el tiempo de la unión nacional, su estrategia de apropiarse de los partidos políticos que lo adversan siguió adelante.

Se expanden los alacranes

José Bernabé Gutiérrez fue designado por la Sala Constitucional del TSJ afín al régimen de Nicolás Maduro como nuevo presidente de AD el pasado 15 de junio. El dictamen autorizaba a la nueva directiva, ad hoc, encabezada por Gutiérrez a utilizar la tarjeta electoral, logo, símbolos, emblemas, colores y cualquier otro concepto del partido.

AD se sumó así a la lista de organizaciones intervenidas por el TSJ con miras a ser incorporados al proceso electoral del 6D con autoridades designadas por el chavismo y que se incorporen al proceso de reconciliación con Maduro.

Entre los meses de junio y julio, la Sala Constitucional emitió sentencias en las que ordenó la intervención de las directivas de los partidos AD, Voluntad Popular y Primero Justicia que forman parte del G4 que respaldan a Guaidó. Con esa medida, el TSJ impuso nuevas autoridades y sus respectivas tarjetas aparecerán con candidatos a las parlamentarias a efectuarse el próximo 6D.

Eso fue otro movimiento de Maduro en el que no hubo diálogo, negociación ni reconciliación, de acuerdo a las premisas expresadas en el decreto. De manera que estas nuevas autoridades designadas desde el TSJ podrán hacer reestructuraciones en esos partidos y utilizarán los símbolos y las tarjetas electorales. Una medida que evidentemente no será rectificada por Maduro.

La mano llega a la izquierda

Para asegurarse de que no se escapara una importante votación a través de los disidentes del Polo Patriótico, en las últimas semanas la mano férrea del gobierno de Maduro le llegó a los partidos de esa alianza pro-chavista pero ahora disidente.

Por exigencias como participación y democracia interna, estos “diálogos profundos” se los aplicaron a Patria Para Todos (PPT), al Movimiento Tendencias Unificadas Para Alcanzar Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaro) y Compromiso País (Compa). Todos fueron intervenidos por el TSJ. Los despojaron de sus tarjetas electorales y se les impuso una nueva directiva.

A otra organización de la izquierda tradicional, aunque hace tiempo estaban en la oposición, también le llegó la mano de Maduro: Bandera Roja, un histórico movimiento de izquierda, marxista-leninista, quien mantuvo distancia del chavismo desde sus primeros años.

Al Partido Comunista de Venezuela (PCV) lo visitó en la sede de Puerto Cabello, estado Carabobo, el SEBIN; luego de distanciarse de Maduro y hacer severas críticas a las políticas y la corrupción del gobierno.

La visita estaba relacionada con el hecho de que el PCV fue uno de los nueve partidos políticos de izquierda que se separaron del PSUV y formaron la alianza denominada “Alternativa Popular Revolucionaria”. Este frente fue anunciado el pasado 11 de agosto y su objetivo es agrupar el voto del chavismo que está descontento y ha comenzando a cuestionar la gestión de Maduro. Esta nueva plataforma de izquierda se ofrece como alternativa para ese electorado chavista que ha dejado de respaldar al gobierno por los efectos de la crisis que vive el país.

En el comunicado de su lanzamiento, la Alternativa Popular Revolucionaria se presenta como antiimperialista y “verdaderamente socialista”, en un claro mensaje de marcar distancia del PSUV, el partido oficialista, que ha intentado mantener la hegemonía sobre estos aliados.

Habla Mary Pili

Pero Maduro, en esta inesperada jugada ha dejado por fuera a chavistas disidentes y militares. Figuras emblemáticas, ex ministros, personajes que fueron clave en la revolución, permanecen en aislamiento  en las cárceles o el exilio.

Los reclamos por democracia a la cúpula Maduro-Cabello, también ha estado en lo interno del PSUV. La ex ministra de los tiempos de Chávez, Mary Pili Hernández,  llamó la atención del TSJ, señalando que en ese afán de intervenir partidos políticos, presuntamente por no renovar sus direcciones, para que lo haga también con el PSUV. Les recordó que ese partido que dirige al país, desde que murió Hugo Chávez no hace elecciones para designar a sus dirigentes.

“Como el TSJ está interviniendo partidos por falta de democracia interna, es momento para que algún militante del PSUV solicite se nombre una directiva, ad hoc, porque desde que falleció Chávez, el PSUV no hace elecciones. Pero ya, para inscribir candidatos nuevos”, expresó en su cuenta de Twitter @marypilih.

Y reflexionando sobre la reconciliación planteada por Maduro a los opositores con las liberaciones, la ex ministra y periodista preguntó si la medida también beneficiará a los presos chavistas. “¿Será que el Presidente @Nicolas Maduro va a sacar otro decreto para indultar a los chavistas que están presos o que tienen orden de captura o la #reconciliación es solo con los opositores?”.

Sin elecciones internas desde 2008

La democracia interna como mecanismo para dirimir los conflictos internos, no solo ha estado ausente en los partidos políticos opositores en Venezuela. El PSUV no hace elecciones desde 2008, cuando fue electa su dirección; donde varios de quienes hoy constituyen la cúpula gubernamental no fueron favorecidos por el voto de las bases. Por decisión de Hugo Chávez en ese momento a Diosdado Cabello se le entregó la vicepresidencia del PSUV.

El 9 de marzo de 2008 en elección de segundo grado sufragaron 79.448 delegados, en representación de 5 millones de militantes del PSUV. Para esa elección ya había dirigentes vetados como Juan Barreto, ahora un fuerte disidente de Maduro.

Luego de las liberaciones el debate opositor se ha radicalizado aún más. En cada rincón visualizan infiltrados, negociadores ocultos y hasta nuevos “alacranes” (escorpiones, como llaman a los traidores y tránsfugas) profundizando la incertidumbre en 80% de la población que rechaza a Maduro. Mientras tanto la convocatoria a elecciones sigue su camino indetenible para el 6D con partidos expropiados, dirigentes designados a dedo, sin oposición y sin disidentes de izquierda

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