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Panamá 0-2 Venezuela: La importancia de los creativos

Satisfecho. Me siento satisfecho con lo que vi. Hay que mejorar, sí, pero no se puede decir que ante Panamá, la Vinotinto no dio muestras de mejoría. No se puede ser tan mezquino. Dudamel apostó por otras caras y recuperar el esquema que le había dado equilibrio a la selección sobre el final de las eliminatorias a Rusia y la fórmula sirvió. Ante un rival bronco, sí, pero con jugadores que venían de disputar un mundial había que ser más inteligente. Y así fue.

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FOTOGRAFÍA: BIENVENIDO VELASCO | EFE

Romo, Mago, Osorio, Otero y Cariaco. Cinco caras frescas en el once y todos con alta nota. Un solo punta con tres creativos. Un enganche que genere volumen de juego en Otero, que además, fue una fábrica inagotable de faltas. El ex Atlético Mineiro demostró que un futbolista de sus características debe ser aprovechado sí o sí en una selección como la de Venezuela. Porque aporta mucho para las necesidades de juego: aguanta, mete, patea, desequilibra, va al choque y los gana. Hay que admitir que en lo que viene, léase Copa América y eliminatorias mundialistas, la selección tendrá que aprovechar al máximo las puntuales ocasiones que genere. Y cuando está Otero la sensación de peligro aumenta como nunca. ¿Que no estuvo preciso en sus cobros ante Panamá? Cierto, pero en lo demás fue un factor que sumó y mucho.

Venezuela fue más vertical y por momentos se notaba ansiosa, lógico ante la propia presión interna que tenía el grupo por lograr una victoria, pero no se inquietó ante un rival sumamente desordenado. Salomón y Savarino, desde el banco, aportaron la efectividad que faltaba. Punto para Dudamel en la lectura del partido. Ahora bien, Venezuela se ve mejor jugando con un punta definido que con dos, como lo hizo ante Colombia. Josef Martínez, ausente hoy por un trato previo, explotó en Atlanta United jugando como “9” y hoy Rondón, con dos goles, certificó que sigue siendo un killer del área, insustituible. ¿A quién se sacrificará? ¿Son incompatibles? Tendrá tiempo el seleccionador de dilucidar este enigma de aquí a los próximos amistosos de octubre.

No siempre tocar y tener es indicativo de «jugar bien». Venezuela buscó acelerar cuando tenía la pelota y ser agresivo para recuperarla cuando la perdía. Obligó que Panamá jugara en su campo un buen rato y así controló el juego. El funcionamiento defensivo mejoró por los registros individuales pero también los patrulleros de la zona de recuperación supieron ahuyentar al contrario que apeló al pelotazo para poder superar las líneas numantinas que elevó Venezuela.

En lo individual: Machís sigue encendido. Su pobre participación en trabajo defensivo ante Colombia hoy no se notó porque el rival fue muy desordenado en el ataque y Mago mantuvo a raya las incursiones de Rodríguez y Murillo. El apoyo en la recuperación de Junior Moreno fue notable (Yangel Herrera tendrá que batallar para recuperar su lugar ante los buenos registros del tachirense).

Savarino, Otero, Machís, Soteldo, Bello…Los pequeños “jugones” siguen aumentando en cantidad y calidad como alternativas, lo que refuerza la convicción de que juntando a tres de ellos por detrás de un punta se mantiene el equilibrio y se es más punzante. Si bien los rivales son de diferente calibre, creo que el experimento del 4-2-2-2 ante Colombia quedó dilapidado con lo visto ante Panamá.

Importantísimo ganar, porque genera confianza en los jugadores, en la gente y en los posibles inversores. El resultado, tanto hoy como contra Colombia, sí importaba.
Las conclusiones de hoy son positivas, sí, pero no hay que dejar de seguir creciendo, de seguir trabajando, de seguir remando.

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