Venezuela

Raúl Córdoba: 90% de los venezolanos no tiene agua constante (+Audio)

La salud es la primera víctima que tiene el deficiente servicio de agua en Venezuela. Frecuentemente se registran enfermedades gastrointestinales por la baja calidad del agua que llega por tubería

Daniel Hernández |El Estímulo
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Mal olor, intermitencia y turbidez, son algunos de los inconvenientes que suele presentar el servicio de agua en Venezuela. Según organizaciones como el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, el servicio de agua presenta índices elevados de percepción negativa por parte de los ciudadanos.

Las causas de los problemas son diversas. La principal causa es la desinversión por parte del Estado y las bajas tarifas que no permiten que el dinero recaudado se pueda utilizar para mejorar áreas críticas. Mientras eso no sucede, la ciudadanía sufre de prolongados racionamientos y una baja calidad de agua que produce, en muchos casos, enfermedades.

Así lo explicó para el programa En Este País, Raúl Córdoba, economista, investigador y coordinador del Monitor de Servicios Públicos del Centro de Difusión del Conocimiento Económico para la Libertad, Cedice.

“El 90% de los venezolanos afirma tener algún tipo de inconveniente con el suministro de agua. Nosotros tenemos tres indicadores para evaluar el servicio, el primero es la calidad y hemos visto como generalmente se presentan olores y sabores extraños. El aspecto es turbio, no es limpio”.

Según Córdoba, otro de los parámetros para evaluar es la cobertura. “Las tuberías matrices y secundarias son un problema porque no tienen el mantenimiento y la presurización necesaria. Hemos detectado que un aproximado de 40% de las tuberías presentan fisuras”.

El tercer indicador es la continuidad. “Los venezolanos vivimos bajo un esquema de racionamiento por muchas razones. Hay interrupciones en el servicio eléctrico lo que afecta las plantas de distribución y los sistemas de bombeo porque no se le da continuidad al sistema. Así vemos como se apagan unos sectores para prestarle servicio a otros”.

Inversión en la sombra

Las protestas por la escasez de agua en el país son frecuentes, no obstante y a pesar de los reclamos, el servicio sigue siendo deficiente. A la par, según Córdoba, no se tiene claro si el gobierno ha podido hacer inversiones de alto impacto para mejorar la calidad del agua que reciben los venezolanos.

“El gasto público del gobierno es una caja negra. No existe una plataforma que permita conocer las inversiones y planificación de infraestructura de los servicios. Así que no pudiese aseverar que se han invertido recursos más allá del mantenimiento correctivo de plantas tratadoras y sustitución de tuberías, que no son más que trabajos que buscan mantener un esquema de racionamiento”.

El experto argumentó que para mejorar de manera sustancial el servicio de agua se necesita una inversión importante. “Hace dos años las estimaciones indicaron que se necesitan entre 70 mil y 80 mil millones de dólares para reacondicionar el sistema de agua del país. Seguro hay que hacer un reajuste, al tiempo que también se debe sincerar el esquema tarifario porque es muy bajo y no permite la reinversión”.

Problemas en el tratamiento

La salud es la primera víctima que tiene el deficiente servicio de agua en Venezuela. Frecuentemente se registran enfermedades gastrointestinales por la baja calidad del agua que llega por tubería, además de las que se presentan por la acumulación de la misma sin el debido tratamiento.

“El agua es una sustancia que debe cumplir con estándares internacionales para poderla consumir y acumular. En otro países el índice de acumulación es bajo, pero en Venezuela es al contrario porque se guarda más de lo que se recibe de manera continua, esto hace que la calidad del agua se deteriore”.

Córdoba indicó que para acumular el agua se debe cumplir con ciertos parámetros. “No hay muchas potabilizadoras ni filtros en las casas, por lo que esto genera consecuencias en la salud como los problemas gastrointestinales. El 25% de las emergencias en las unidades clínicas son relacionadas a trastornos gastrointestinales, diarreas y disentería; esto se debe a la mala calidad del agua”.

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