Viciosidades

Desmitificando el "cripy": conoce lo que fumas

Lo que sabemos del Cripy, nombre que se le ha dado a un tipo marihuana, es que apareció en Venezuela y en otras regiones de Latinoamérica hace algunos años, pero más allá de eso existe muy poca literatura que tome en cuenta los testimonios de los consumidores. En UB entrevistamos a tres usuarios Eefrecuentes y esto fue lo que nos dijeron.

Foto: Referencia
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El cripy, que es un tipo de marihuana genéticamente alterada para ser más potente, deja muchos vacíos informativos por las pocas declaraciones que se ven al respecto. No se habla del tema, de parte de los consumidores o los expertos en combatir la propagación de esta droga que se populariza cada día más. Por ello, quisimos romper el esquema y obtuvimos tres testimonios que te ayudarán a esclarecer tu perspectiva sobre la droga de los «jóvenes».

Primer caso

Ángel González*, de 25 años, está a punto de graduarse de la universidad. Actualmente vive en la ciudad de Caracas junto a sus padres y planea irse del país.

– ¿Qué marihuana prefieres? ¿La de Venezuela o la del exterior? ¿Por qué?

Coño, la de allá, porque es mucho más natural, la nota se siente así, aquí se siente como más pesada, hasta te da dolor de cabeza a veces.

– ¿Dónde te sientes más seguro fumando?

Allá, porque aquí ven la marihuana muy feo, en cambio afuera es otra vaina.

– ¿Crees que se debería legalizar en Venezuela?

Sí, claro, como pienso que deberían legalizarla en todos lados, porque esa vaina no hace daño.

– ¿Has “caído” con la policía aquí o allá? ¿Cuál ha sido la peor experiencia?

Aquí ya no sé ni cuantas veces he caído. La más cómica fue con un amigo en el Ávila (el Parque Nacional), en las cascaditas, al lado de Sabas Nieves. Subimos nosotros dos y su perro; estábamos fumando, a punto de meternos en el agua y aparecieron unos GNB apuntándonos. Yo tenía todo (marihuana, rolling papers, etc.) en una media y la lancé para abajo en la cascada. Cayó en unas piedras. El perro de mi pana les empezó a ladrar durísimo y se les iba a ir encima, de hecho los guardias estuvieron a punto de dispararle, pero mi pana se metió y lo agarró. Al final resolvimos con los tipos y le dimos unos reales porque habían encontrado la media.

– ¿Cuánto te gastas en la adquisición de Cripy?

Aquí yo controlo un buen pedazo y me olvido de los «dealers»por un tiempo, que son una ladilla. Me gasto 100 dólares y me dan casi una libra. Eso me dura como 4 meses

– ¿Quién crees que debería llevar el controla del consumo de Marihuana en Venezuela?

Quisiera que se creara un equipo aparte del gobierno, que son un poco de narcos, para que regulen la marihuana y la hagan mejor en Venezuela.

Segundo caso

Oswaldo Trejo* de 24 años, residente de Estados Unidos, es un estudiante que vive solo en las afueras de Miami.

– ¿Que marihuana prefieres, cripy de Venezuela o fabricada afuera?

Siempre la de USA, se siente más limpia, más natural. A la de Caracas se le siente hasta algo químico a veces. En Estados Unidos sueles tener varias opciones con respecto al tipo de marihuana, que te da notas distintas, que tiene sabores distintos. La que se consigue en Caracas usualmente tiene un efecto pesado en la cabeza, cuando la fumas sabes que hay algo más ahí.

– ¿Dónde te sientes más seguro fumando?

En mi casa, la de algún amigo de confianza o en sitios abiertos como una montaña o la playa. Considero que la mayoría estaría de acuerdo conmigo. Si te ve la persona equivocada puedes salir mal.

– ¿Crees que se debe legalizar en Venezuela?

En el futuro, sí. Hay muchas cosas más importantes en el presente político que eso. Pero si se hace, creo que reduciría el poder económico de los carteles e importante también, creo que cada persona está en su libertad y derecho de automedicarse o simplemente fumar por elección propia.

– ¿Has «caído» con la policía?

Nunca en Estados Unidos. Una vez en una alcabala de Macuto tenía un control escondido en la ventana del carro, el policía se conocía el truquito. Nos pidió todo el efectivo que llevábamos, unos lentes y un iPod de ñapa. luego del usual psicoterror que aplican en esos momentos.

– ¿Te gustaría que la marihuana fuera controlada por el gobierno?

Idealmente en el futuro ni debería ser controlado por el gobierno. Creo en el libre mercado, y existen sustancias legales más nocivas como el alcohol y el cigarro. Sin embargo, entiendo que la percepción general de la marihuana tiene que sufrir una metamorfosis profunda. Se debe educar a la población sobre los beneficios y los peligros de la marihuana.

Tercer Caso

Edgar Álvarez*, de 22 años, es un jóven que vive con sus padres y se encuentra a punto de irse a Barcelona, España. Es diseñador gráfico.
-¿Qué marihuana prefieres? ¿La de Venezuela o la del exterior? ¿Por qué?

Yo prefiero la del exterior simplemente porque sabes en donde estás fumando.

-¿Dónde te sientes más seguro fumando?

En mi casa.

-¿Crees que se debería legalizar en Venezuela?

Si claro, en todo el mundo.

-¿Has “caído” con la policía aquí o allá? ¿Cuál ha sido la peor experiencia?

Aquí fue la peor. Estábamos en un parque de una urbanización cerrada y supongo que algún vecino llamó a la policía por el olor. Éramos 7 amigos fumando y nos llevaron a todos. Nos bajaron del carro en una curva por la Av. Río de Janeiro y nos quitaron 7 teléfonos y dos ipods. También les tuvimos que jalar bola.

-¿Cuánto te gastas en la adquisición de Cripy?

Entre 60 y 100 dólares cada 4 meses.

-¿Quién crees que debería llevar el control del consumo de Marihuana en Venezuela?

Este gobierno no. Alguien externo u otro gobierno que se monte.

Esto dice el experto

Nelson León, médico psiquiatra egresado de UCV con postgrado en el hospital El Peñón y director administrativo de la Clínica El Cedral, nos revela los verdaderos colores de este cripy o «super marihuana».

– ¿Qué es cripy?

No es más que una marihuana transgénica, con concentración de tetrahidrocannabinol (THC, principal psicoactivo de la marihuana) superior, es una presentación de este “producto”, por así decirlo. Es más potente, hecho para que las personas puedan llegar al efecto deseado con menores cantidades.

– ¿Cuál es la diferencia entre la marihuana y el cripy?
La marihuana es un producto menos procesado. Más “natural”, aunque el principio psicoactivo es el mismo, el cripy es manipulado genéticamente.

– ¿Crees que es mejor que alguien fume marihuana y no cripy?

Si le preguntas a un psiquiatra lo mejor es no fumar (risas), creo que hay tantas cosas buenas en la vida que no hacen daño y eso es simplemente innecesario. Aunque definitivamente el cripy es más grave.

– ¿El cripy es adictivo?

Sí, podemos tomar en cuenta estudios que afirman que los canabinoides no producen adicción física, pero todos demuestran que produce adicción psicológica o conductual, que pudiera tener connotaciones mayores a la adicción biológica. La diferencia es que no debería sobrevenir síndromes de abstinencia muy aparatosos. Aunque se han visto varios casos de pacientes que afirman sufrirla.

– ¿Cuáles son los componentes del cripy que lo hacen adictivo?
Es muy difícil saberlo porque son muy manipulados. Además, no hay forma porque no siempre es el mismo “producto”, algunos paciente que solo consumen cripy dan positivo para cocaína o anfetaminas. La gravedad del cripy es que químicamente no es puro, tiene trazas de otras sustancias. No hay forma regular, porque no hay regulación.

– ¿La marihuana debería ser legal en Venezuela? ¿Sería seguro para los jóvenes, por ejemplo?

No lo creo así tampoco, porque aunque la legalización podría tener un efecto positivo, refiriéndonos al control de narcotraficantes y pudiera llevarse seriamente la cuestión con controles rigurosos del estado, eso facilitaría el consumo. Se promovería el consumo como se promueve el alcohol, o el tabaco subliminalmente, hay una percepción errónea que nos dice que si es legal, es bueno. Esto no es así, los mejor ejemplos son el alcohol y el cigarrillo.

– ¿Cuáles son los daños a nivel físico que puede generar el cripy?

Bueno, uno de los más frecuentes, es la inducción que se ha visto durante años a problemas o trastornos de conducta, sobretodo en adolescentes e incluso inducción a psicosis, con episodios esporádicos o repetidos que llegan a ameritar hospitalización psiquiátrica.

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