Opinión

Diccionario falocéntrico: Llevar el “güevo” en la lengua

Los venezolanos siempre hemos tenido el “güevo” en la boca. Es una de las palabras que más utilizamos para expresar molestia, fastidio o alegría. Lo metemos en todo, porque somos una sociedad falocéntrica, es decir, todo gira en torno al pene como símbolo.

Ilustración: Judith Land
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Aunque el término no figura en la Real Academia Española, etimológicamente proviene del latín “güeeev” (órgano sexual) y “voo” (masculino). Mientras más grande, mejor; mientras más lo uses, mejor; mientras más lo enseñes, mejor. Tener un güevo es sinónimo de poder en una sociedad como la nuestra. Sobre este fenómeno se ha erigido toda una serie de creencias que se reflejan en el lenguaje nacional desde tiempos inmemoriales, y se han acuñado palabras que van de generación en generación.

¿Quién dijo por primera vez “¡güevo!”? ¿Jesús, María o José? ¿Bolívar o Páez? ¿Cristóbal Colón o Pocahontas? Mientras se devela el misterio, reconozca cuál de las siguientes palabras dice usted por lo menos 5 veces al día:

-Güevón: Persona lenta de mente, pretenciosa o poco apta. Contrario a lo que se pueda pensar, un güevón no es un individuo de pene grande. También aplica para personas que creen que pueden cambiar el mundo ganando sueldo mínimo.

Ej. “Miguel Ángel quiere ser periodista. Si es güevón”.

-Agüevoniada: Un guevón recurrente. La persona agüevoniada suele tener buen corazón pero poca memoria y capacidad de respuesta. El término hace referencia a alguien a quien golpearon con un güevo hasta el cansancio y quedó “agüevoniada”. También se refiere a la persona que en su momento no supo invertir el cupo de internet.

Ej. “María se gastó sus últimos 300 dólares en una cotufera de aire caliente. ¡Si es agüevoniada!”.

-¡Soy un güevo!: Dícese de quien tiene éxito en algo y presume de sus habilidades ante los demás. Es la frase predilecta de los corruptos venezolanos (de todos los niveles).

Ej. “Hicieron la auditoría en la oficina y no se dieron cuenta que me traje una resma de papel. ¡Soy un güevo!”.

-¡Mamagüevo!: Individuo que despierta rechazo en alguien más. En una sociedad machista como la nuestra, quien hace sexo oral está en desventaja sobre quien se lo deja mamar. Por eso se usa peyorativamente el término “mamagüevo”. Suele preceder a un insulto mayor.

Ej. ¡Mamagüevo _____ ese!

-¡Nagüevonada!: Interjección que denota máximo nivel de asombro.

Ej. ¡Nagüevonada! (una persona que se paró a revisar los precios de los combos de Arturo’s).

-Cabeza de güevo: Improperio asociado al glande. Revela la inutilidad o intransigencia de alguien.

Ej1. “El cabeza de güevo del hijo tuyo no sabe montar el botellón de agua”.

Ej2. “La cabeza de güevo esa anda toda digna y no quiso irse a bachaquear conmigo”.

Expresiones con el “güevo” implícito:

-¡Sácamelo!: Tedio, aburrimiento, hastío ante la insistencia de un tercero. Esta expresión simboliza molestia por tener un güevo metido. Por eso el emisor exige que se lo saquen para acabar con el problema.

Ej. “¡Sácamelo! ¡Ya te dije que Ibéyise Pacheco y Mari Montes no son la misma persona!”.

-¡Me lo vas a mamar en cruz!: Modismo que expresa imposibilidad de que algo ocurra.

Ej:

-Me das los Cestatickets cuando te los depositen

-¡Me lo vas a mamar en cruz!

-(*la mamá le vuela lo dientes*)

El güevo y sus variantes:

Pinga: Otra forma de llamar al pene. Algo está “De pinga” cuando es de excelente calidad.

Verga: Versión maracucha de “güevo”. En el occidente del país, “verga” es verbo, sujeto y predicado, pues se usa para expresar sorpresa, protesta, disgusto o rechazo, además de cumplir funciones de sustantivo o adjetivo: ¡Verga! ¡A la verga! ¡Vergación! ¡Ni de verga! La verga esa, y un largo etcétera….

La genitalidad en nuestro lenguaje no se reduce solo al güevo. Muchas personas desconocen que el “coño”, según el diccionario, es “la vulva y vagina del aparato genital femenino”. Es decir, que la gente que insulta gritando “¡Coño de tu madre!”, está haciendo referencia a la vagina de vuestra mamá. Seguramente las feministas radicales insultan diciendo: “¡Güevo de tu padre!”.

-Vete pa’l coño: Frase que denota indignación, rabia, cólera en contra del alguien que generalmente es un ex novio o un vendedor de Herbalife.

-Coñazo: Contusión, golpe.

-Coño de tu pepa: Insulto abstracto. Pepa se le llama en Venezuela al ano. Decir “Coño de tu pepa” es como invocar a un ano con vagina propia.

Conclusión:

¿Qué fue primero? ¿El güevo o la gallina? ¡Pues el coño! No hay mundo sin él, y tampoco hay mundo sin el lenguaje. La realidad que percibimos no es más que una interpretación de lo que oímos y decimos. Güevo y coño no son malas palabras, son símbolos de libertad, de desahogo y comunicación efectiva sobre las que hemos construido nuestra vida.

Sin la unión de un güevo y un coño no existiríamos.

PD: Dejamos el “culo” por fuera para otra edición.

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