El Ferrari japonés es toda una realidad

Al igual que sucediera el año pasado con el F60 América, la conmemoración de los 50 año de su llegada al mercado japonés ha dado pie para que los estilistas de Ferrari crearan uno de los modelos más fascinantes y exclusivos desarrollados hasta ahora.
J50 es el nombre que han dado los de Maranello a esta nueva bestia de la que solo se despacharán 10 unidades absolutamente personalizadas que en su mayoría irán al país asiático, y aunque su precio no ha sido dado a conocer se estima que rondará la bicoca de 2 millones de euros.
El J50 está basado en el Ferrari 488 Spider para crear un auto que al tiempo de rendir culto a los clásicos más reputados de los años 80 y 90, destella por sus inequívocos dotes futuristas. Un cuerpo más estilizado y mejoras en el motor también agregan una potencia superior respecto al modelo base.

Ubicado en posición central trasera, el motor es el mismo V8 de 3.9 litros y doble turbo que incorpora el 488 GTB, pero que con ciertas modificaciones ahora entrega 20 caballos adicionales y deja la potencia total en 690 caballos, que son diligenciados por una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades que entrega toda la fuerza al eje trasero.
El resto de las configuraciones motrices quedan prácticamente sin alteraciones respecto al modelo base, excepto por lucir ruedas de 20 pulgadas por lo que, lógicamente, aumenta el tamaño del sistema de frenos.

Más agresivo
Pero donde realmente el J50 marca la diferencia es en su aspecto externo. Para empezar, el capó más anguloso obligó a rediseñar las entradas de aire que ahora son más amplias y profundas, a lo que se suman juegos ópticos LED de nuevo cuño. El splitter delantero también gana en anchura.
Con un evidente estilo targa, el parabrisas se acuesta y acorta para convertirse en un visera, que se corona con un techo duro desmontable en fibra de carbono de dos tramos que se guarda detrás de los asientos. También las tomas sobre el capó fueron modificadas.

A los lados, la silueta varía considerablemente por la mayor altitud que le dan las ruedas, mientras que los aireadores laterales traseros son menos pronunciados aunque sí más angulosos para mejorar el flujo de aire al potente motor.
La retaguardia luce aún más targa, con los arcos de seguridad sobre cada asiento, la tapa transparente que permite apreciar el motor en todo su esplendor, un inmenso difusor de dos tramos sobre los que se remarcan las dos portentosas salidas del escape.


En pocas palabras, un ejemplar único para una ocasión especial que comenzará ser entregado a mediados de año a los afortunados compradores que tendrán uno de los modelos más exclusivos creados por la firma italiana.]]>