Viciosidades

El fin de la monogamia: llegó el Poliamor

El autor del libro de cuentos "Caracaos" nos ilustra sobre el controversial tema del fin de la monogamia, a través de su análisis de algo llamado Opening UP, una suerte de manual para poliamorosos desenfrenados. Más allá de la fidelidad y los celos hay nuevas formas de amarse. La propuesta del ‘Poliamor’ es aceptar riesgos con confianza mutua. Se trata de vivir plenamente cada encuentro y del enriquecimiento mutuo de las personalidades Los verdaderos cambios en una sociedad se producen de puertas adentro. Es contradictorio defender públicamente nuevas maneras de hacer política, abogar por políticas de confluencia e incluso crear tríadas de partidos para gobernar, al tiempo que en la esfera privada la monogamia es la única opción aceptada. ¿Cómo pretendemos gestionar los asuntos de todos de forma poco convencional si seguimos gestionando nuestra casa con los preceptos inoculados durante siglos de educación retrógrada? Ponerle límites al amor, como a la política, es ponerle una correa. Aunque no apriete, saber que está ahí ya molesta. ‘Opening up’, una guía para crear y mantener relaciones abierta, de Tristan Taormino (editorial Melusina), debería ser lectura obligatoria. En primer lugar para entender que la mayoría de la gente es monógama (o dice que lo es) por defecto, no por elección. Es lo que hace todo el mundo. Pues, quizá, ya no tanto. Basado en una serie de entrevistas con personas que han construido relaciones afectivas, no siempre sexuales, con más de un individuo, ‘Opening up’ brinda una serie de consejos, explora posibilidades, pero, sobre todo, plantea preguntas para los aspirantes a mejorar su calidad de vida. Sí, Taormino asegura que los poliamorosos son personas que logran el autoconocimiento por medio de prácticas como la lectura, la escritura o la meditación. El libro de Taormino es una excelente puerta para abrir la mente a otro tipo de relaciones personales, que van mucho más allá del ejercicio de la promiscuidad sin freno. Cómo gestionar los celos, cómo ejercer el derecho de veto, cómo hacer que una relación abierta funcione son algunas de los temas sobre los que se reflexiona de manera amena y sin tapujos.   De lo que se trata es de ser honesto con uno mismo. El modelo católico, al estilo Vargas Llosa, que consiste en aparentar una monogamia manteniendo en secreto amantes o visitas a prostíbulos, es aquello contra lo que se posiciona este manual. Uno de los conceptos clave es la compersión, lo opuesto a los celos. En pocas palabras, la compersión consiste en alegrarse del placer o alegría de tu pareja con otra pareja. Requiere paciencia y práctica, porque una cosa es aceptar que tu pareja tiene otras relaciones y otra distinta es disfrutar de ellas. Algunos dirán que esto no es nada nuevo, que siempre hubo libertinos que gozaron del cuerpo sin temor a la presión social. En ‘El amor libre, eros y anarquía’ (Libros de anarres), el escritor argentino Osvaldo Baigorria recopila una serie de textos de pensadores y narradores libertarios de los últimos tres siglos. ‘Consejos para una adúltera’, ‘El matrimonio es inmoral’ o ‘No os caséis’, son algunos de los fragmentos escogidos. En el prólogo, Baigorria confirma que “nunca hubo algo más difícil que ser libertario en las cuestiones de amor. Se puede serlo ante la autoridad, el trabajo o la propiedad, pero ¿cómo uno puede ser verdaderamente libre cuando ama? Solo mediante la reinvención de la palabra amor”. También en Melusina, cuyo catálogo siempre apuesta por aquellos que se salen del rebaño, tenemos ‘Ética promiscua’, escrito a cuatro manos por Dossie Easton y Janet W. Hardy. Las autoras se autodenominan putones con ética e insisten en la honestidad emocional, el afecto y la necesidad de la comunicación entre las parejas o tríadas que decidan salir de la cárcel de la pareja convencional. Para ellas la promiscuidad está en el cerebro. Saben que quien tiene buena conversación es normalmente alguien que es hábil como amante. Mientras que ‘Opening up’ requiere responder a preguntas no siempre fáciles, ‘Ética promiscua’ propone una serie de juegos para descubrir, dentro de la variada amalgama de opciones sentimentales y sexuales, cuál es la que conviene más a tu personalidad. En el campo de la ficción, no es fácil encontrar novelas cuyos personajes asuman su condición de poliamorosos. La literatura francesa sería la excepción. Muchos han visto la adaptación de Truffaut, pero pocos leyeron la excelente novela ‘Jules et Jim’ (Debate). Henri Pierre Roché se inspiró en su vida y nos regaló, a sus 74 años, un cautivador relato sobre la amistad y la carne. Las novelas de Michel Houllebecq también cuestionan la hipocresía reinante. En España, un lujurioso Manuel Vilas contrapone el amor y sexo en‘ El lumino so regalo ’ (Alfa - guara). Sus personajes no pueden conciliar ambos campos, quizá porque el sexo para ellos ya no es fuente de placer, sino de poder, primero, y de enfermedad, después. La novela de Vilas es un buen ejemplo de algunos tópicos extendidos sobre el Poliamor. La cultura swinger, quizá el ala más superficial y exhibicionista de esta filosofía de vida, donde el sexo no implica afecto, es apenas una opción más para los poliamorosos, seguramente la que exige menos trabajo e implicación emocional. Más radical en sus planteamientos intelectuales es ‘Pornoburka’, el debut en la ficción de Brigitte Vasallo. Ambientado en ese Raval barcelonés que se resiste a ser el parque temático de los guiris, la periodista y activista escribe un surrealista texto donde se entrecruzan personajes empeñados en luchar con armas sexuales contra la impostura. Creadora del proyecto ‘Occupy love’, Vasallo es muy consciente de que la sexualidad libre es un arma política que debe ejercerse con pasión a prueba de moralistas. “El ano es el centro del universo y la polla es solo la imperfecta imitación premoderna del auténtico falo, que es el vibrador”, afirma el personaje de Matilde en la novela. Por: Marc Caellas

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