Sexo para leer

El peligro de las ETS: sexo, mentiras y malestar

Las enfermedades de transmisión sexual atentan contra la población venezolana y mundial más de lo que muchos mencionan, sin hacer distinción entre clase social, género y frecuencia (dos parejas en seis meses se consideran promiscuidad). Entérate de los peligros que puedes encontrar bajo tus propias sábanas

Fotografía: Google images
Publicidad

La mayoría de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) están escondidas y muy bien tapadas por los tabúes y las estadísticas. El urólogo Oscar Martín Garzón afirma que “existe un grupo de pacientes que no presentan síntomas y son portadores de una infección sin saberlo”. La falta de conocimiento del tema perjudica a quienes pudiesen padecerlas e impide detectarlas a tiempo, evitando así contagiar a un número mayor de personas y, por supuesto, defender su propio cuerpo. Tener conocimiento de la enfermedad es un atajo para evitar que se propague el virus o la bacteria por todo el cuerpo y así darle un tratamiento que ayude al sistema inmune a mantener su eficacia.

Según Oscar Martín Garzón, urólogo especialista, estas son las infecciones más comunes en los hombres:

   Uretritis

Es una inflamación e infección de la uretra, normalmente ocasionada por una enfermedad de transmisión sexual. Puede ser producto de una gonorrea o simplemente de otra infección durante el acto sexual. En las mujeres se refleja como vaginitis.

Formas de contagio: Sexo vaginal, anal y oral.

Síntomas: Según el urólogo Garzón, “apenas el paciente se despierta puede notar una secreción transparente o color amarillento”. También se generan ganas de orinar con frecuencia, las cuales vienen acompañadas de ardor y dolor.

   Epididimitis

Es la inflamación del epidídimo(estructura detrás de los testículos donde maduran los espermatozoides). En ocasiones puede ser producto de una ETS como gonorrea o clamidia.

Formas de contagio: Si bien no se origina siempre por el contacto sexual, una vez infectado el organismo, puede contagiarse a través de las relaciones.

Síntomas: Inflamación testicular, protuberancia o bulto en el testículo, ardor o dolor al orinar, fiebre, secreción o flujo por la punta del pene, dolor al eyacular.

   Orqui-epidimitis

Es una inflamación a nivel de los testículosy el escroto. Es ocasionada por una bacteria que, en algunos casos, se aloja en la vejiga o riñones y de ahí se desplaza hasta los testículos.

Formas de contagio: Hombres infectados con gonorrea o clamidia; predisposición genética a presentar anomalías urinarias; y, aunque ocurre en menos casos, realizar esfuerzos importantes como cargar objetos pesados puede hacer que la orina estéril fluya de la uretra al epidídimo.

Síntomas: Dolor y ardor en los testículos (en la parte trasera o en el área escrotal), aumento de la frecuencia urinaria, ardor al orinar, hinchazón y dolor al tacto.

   Virus del papiloma humano (VPH)

El urólogo Oscar Martín Garzón menciona que los porcentajes de incidencia en Venezuela de VPH varían entre 60 y 70%, lo que se traduce en que 6 de cada 10 personas tienen el virus, y probablemente más de la mitad no lo sabe. El virus del papiloma humano es una infección que abarca piel y mucosas. Puede no presentar síntomas, producir verrugas o asociarse con diversas neoplasias (cánceres, tumores y bultos).

Formas de contagio: Sexo vaginal, anal y oral; por parto natural, de la madre al hijo; juguetes sexuales.

Síntomas: La mayoría de las enfermedades sexuales tienen un período de incubación determinado. En el caso del VPH es de 1 mes a 2 años, pudiendo o no presentar síntomas. Los indicios de contagio son: picazón genital, verrugas genitales y verrugas alrededor del cuerpo (manos y pies). Todo depende del tipo de cepa.

   Sífilis

La sífilis es una infección que se transmite por contacto sexual causada por la bacteria llamada Treponema pallidum que se manifiesta a través de chancros. Posee un período de incubación de 2 a 6 semanas. Presenta varias etapas que dependen del tiempo de evolución de la enfermedad.

En el caso de los hombres heterosexuales las lesiones son en el pene, mientras que en los homosexuales pueden estar además en el ano y la boca. En las mujeres, generalmente, en el cuello uterino y labios vulvares, por lo que puede pasar inadvertida.

Formas de contagio: Relaciones sexuales; congénito: de la madre al hijo.

Síntomas: Dependiendo de su fase, pueden desarrollarse chancros que generan úlceras, así como pápulas en las plantas de manos y pies.

   Virus de inmunodeficiencia humana (VIH/sida)

Según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), la enfermedad alcanzó su punto máximo de contagio en 1977, a pesar de que para la fecha se desconocía el agente causante. Fue identificada por primera vez en Estados Unidos en 1981.

La incidencia actual de la pandemia es de 35,3 millones de personas a nivel mundial. En el África Subsahariana prevalecen los índices más elevados, con 24,2 millones, mientras que en Latinoamérica los números indican 1,4 millones de personas infectadas, lo que representaría más de la mitad de los habitantes de Caracas.

El VIH es un virus que ataca la respuesta inmunológica del individuo por medio de la evasión de su sistema de control, lo que afecta su respuesta celular, por lo que puede asociarse a la aparición de otras enfermedades. En pocas palabras, el virus deja al cuerpo sin armas para batallar contra cualquier padecimiento.

Formas de contagio: Transmisión sexual: sexo oral, vaginal y anal sin uso de preservativo; transmisión ocupacional: personas relacionadas con el área de la salud que tengan contacto con jeringas de pacientes infectados; transmisión materno-fetal y de lactante; uso de drogas por medio de inyectadoras.

Síntomas: En la mayoría de las casos esta enfermedad pudiese cursar sin síntomas por un período de tiempo prolongado y la aparición de los mismos pudiesen relacionarse con enfermedades oportunistas (parasitarias, tuberculosis, candidiasis, entre otras), ocasionando síntomas en cualquier momento del curso de la infección. Fiebre, dolor de cabeza, dolor en articulaciones y músculos, pérdida de apetito que ocasiona baja de peso, náuseas, vómitos y diarreas también son síntomas a considerar.

   Abre tu mente, el tabú enferma

Las ETS deben enfrentarse desde la disposición y no desde el miedo. El tabú que las rodea envuelve a quienes las padecen en una actitud de rechazo y sufrimiento constante que no contribuye al mejoramiento de las mismas. La situación de estrés se une a la depresión y atentan –al mismo tiempo que la enfermedad– contra el sistema inmune.

La actitud positiva que se tome ante la situación contribuirá al rendimiento del cuerpo. Según el urólogo Oscar Martín Garzón, “los hombres en los países latinoamericanos, por machismo, pudor o pena, suelen no asistir al médico”. El diagnóstico a tiempo logra una recuperación más eficiente. Mientras menos camino haya recorrido el virus, más fácil será controlarlo y eliminarlo; es por eso que el chequeo constante y los exámenes de laboratorio pertinentes deben incorporarse a la lista to do de cualquier persona que esté activa sexualmente.

Usar condón por salud –mejor si es de látex ya que los otros tipos no garantizan que los pequeños virus no pasen por los poros del preservativo–, ir al médico y hacerse exámenes podrá ayudar a mantenerse alerta ante las infecciones que poco a poco han incrementado sus porcentajes. Solo desde el conocimiento se adoptarán medidas que garanticen una vida sexual más saludable.

Publicidad
Publicidad