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#EmprendimientoUB Black Rhino, el tabaco venezolano hecho en Nicaragua

Está en el mercado desde febrero pasado. Es una marca de tabaco concebida por un emprendedor venezolano, pero hecho en importantes fábricas de Nicaragua y con materia prima de ese país

Fotos: Alejandro Cremades @doncremades
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Apasionado del tabaco, Germán Núñez encontró la manera de darle un giro interesante a su pasión y a su negocio abriendo un camino nunca antes explorado en Venezuela: la de crear una marca venezolana, pensada para el consumidor local, pero hecha en un lugar con mayor tradición y calidad en cuanto a procesamiento y fabricación de tabacos: Nicaragua.

Black Rhino se llama la marca concebida por este abogado egresado de la Universidad de Carabobo. A través de Panatrading -su firma distribuidora y representante para Venezuela de otras marcas centroamericanas- las cinco versiones de Black Rhino circulan desde febrero entre los fumadores que han respondido bien a la novedad, entre otras cosas, gracias a la relación precio-calidad que abre una opción en medio de un panorama económico difícil.

Fumando un Black Rhino, conversamos con él sobre su emprendimiento.

¿Cómo incursionaste en el tabaco?
Desde que me gradué estoy fumando tabaco, principalmente tabaco cubano que era lo que se conseguía en Venezuela. Después de casi 15 años fumando Habanos me divorcié un poco de ese producto, tomando en cuenta que el costo era alto y la calidad baja. Comencé a investigar el nicho del tabaco centroamericano, que no había sido explotado en Venezuela. Y entonces en el año 2008 fundé una importadora de tabaco -Panatrading- y comencé a importar tabaco centroamericano a Venezuela y a distribuirlo en calidad de representante exclusivo. Hoy en día Panatrading posee la representación de 15 marcas de Nicaragua, Honduras y República Dominicana.

¿Cómo nace Black Rhino? ¿Cuál fue el proceso?
Somos la primera empresa venezolana dueña de un tabaco hecho en el extranjero. Es un tabaco de Nicaragua, hecho a mano. Trabajando con master blenders de fábricas nicaragüenses producimos 5 ligas (la liga es la composición del tabaco, la “receta” de hojas que determina el sabor y el cuerpo del mismo). Atendiendo a las condiciones económicas locales logramos un producto de calidad y competitivo. Y empezamos a distribuir Black Rhino desde febrero a nivel nacional.

Pero, ¿qué se quiere lograr con este nuevo tabaco?
Un producto que en cuanto a precio, sabor y calidad se adapte al fumador del venezolano.

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¿Se pudiera decir que buscas la masificación del consumo de tabaco en Venezuela?
El tabaco se ve como un producto elitesco, pero en mi opinión eso no es así del todo. Hay gente que fuma porque le apasiona, que lo hace por disfrute más que por esnobismo o apariencia. Hay quien lo sigue haciendo por eso. El tabaco está dejando de ser elitesco, quizás no tanto aquí en Venezuela como en Estados Unidos, por ejemplo, donde gente de no tan amplios recursos se da el gusto de disfrutar buenos tabacos.
Venezuela siempre ha sido un país con poca cultura de tabaco. Hoy en día hay muchas más personas que entienden del tabaco en parte porque nos pusimos en la tarea de dar a conocer la cultura del tabaco, que la gente supiera su origen, que supiera distinguir las diferentes variedades, fortalezas y productos.
El fumador venezolano estaba acostumbrado al tabaco cubano. La tarea de masificar hoy en día es difícil y ahí entra en juego la marca Black Rhino. Debido a nuestra experiencia con las tabacaleras, ideamos un tabaco que pudiera satisfacer las exigencias con una buena relación precio-calidad.

¿En qué fábricas de Nicaragua se producen los Black Rhino?
En dos tabacaleras. Una es propiedad de Félix Mesa, la tabacalera El Galán. El señor Mesa, además, es la persona encargada de la nueva fábrica de Arturo Fuente en Nicaragua, una de las marcas más prestigiosas del mundo. Con él hicimos el primer Black Rhino. La otra fábrica con la que trabajamos es la que hace los tabacos en Nicaragua para la marca Alec Bradley, también muy importante. Con ellos hacemos el resto de nuestras ligas.

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¿Cómo se fuma tabaco, cuál es el deber ser?
Yo tengo que disponer de un ambiente apropiado para disfrutarlo. No se fuma para saciar ansiedades. La cultura implica saber cortarlo, apreciarlo, encenderlo y evaluarlo.

¿Cuáles son las burradas principales?
Hay reglas básicas de etiqueta que mucha gente desconoce. Un error, por ejemplo, en el que incurren algunos, es el de los ex fumadores de cigarrillo que tienen la manía de sacudir las cenizas en el cenicero. Eso no se debe hacer con el tabaco. Los tabacos se aprecian por tercios y el tabaco debería cambiar 2 o 3 veces de ceniza. La ceniza es la radiografía del tabaco, si botas la ceniza cada vez que puedes, realmente no vas a valorar la calidad del tabaco. Otro error que hacen los fumadores de cigarrillo es que le dan caladas muy frecuentemente y así el tabaco se calienta y se quema.
El tabaco es para fumarlo de manera relajada, progresiva. Quizás darle dos caladas por minuto está más que bien aunque, por supuesto, hay que evitar que se apague. Otro error, aunque no tan común, es el que fuma escupiendo, que además de ser feo y asqueroso, refleja que no estás disfrutando, que estás fumando obligado.
Por la nariz se aprecia más que en el paladar. Esa es la manera en que los entendidos te dicen que se aprecia el tabaco. Para crear las ligas tuvimos que hacerlo, pero no me parece agradable para quien no está acostumbrado. Más allá de eso, en realidad cada quien fuma como quiere, pero sí es necesario conocer un poco, seguir un mínimo de etiqueta.

Síguelos en Twitter: @BlackRhinoCigar

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