Entre un salario mínimo que equivale a menos de un dólar al mes, y con una hiperinflación que alcanza el 18.926% (por encima de países como Turkmenistán, Sudán o Yemen), los jóvenes venezolanos se debaten constantemente si perseguir un proyecto en específico en su país, o continuar con su empleo en caso de tener uno. En un escenario como este, el hecho de «emprender» no es una decisión fácil.
En el año 2017, tras comenzar la crisis más decadente en la que se ha sumergido Venezuela, muchos jóvenes decidieron salir del país para comenzar nuevos caminos. Sin embargo, otros se quedaron para introducir el capital intangible que tanto le hace falta a esta nación: el conocimiento.
No obstante, para el equipo de ‘Snacktural’, su meta es hacerse nombre en un mercado de alta competitividad, que requiere de una constante renovación y así se lo proponen. Reinventarse para generar sostenibilidad parece ser el único camino de quienes emprenden una idea desde la nada, especialmente en los jóvenes.
En este sentido, conversamos con la gente de ‘Snacktural’ que nos presentó esta nueva propuesta de ‘snacks’ hechos de frutas deshidratadas y esto fue lo que nos dijeron:
— ¿Cuándo comenzó ‘Snacktural’?
Andrés: La idea empezó en julio, en plena época de protestas. Nosotros somos estudiantes y perdimos ese trimestre porque no había clases, habíamos tenido varias ideas. Hicimos un plan de negocio y un estudio de mercado, la venta como tal comenzó en agosto.
Rodrigo: Yo de toda la vida tenía una máquina en mi casa para snacks, hacía para mí. En las protestas nos llevábamos esos snacks y los compartíamos. Vi que gustaban mucho y eso fue un impulso.
— ¿Por qué apuntar hacia las frutas deshidratadas en Venezuela?
Andrés: Pensamos que la idea y el empaque de frutas deshidratadas podía mejorar, vimos un nicho en el mercado. El concepto va con nuestro estilo de vida.
— Entonces, ¿qué es lo que los separa de las otras marcas?
Rodrigo: La versatilidad del producto llama mucho la atención. El empaque te permite comerlo y guardarlo, a diferencia de otros que te obliga a consumir todo el producto de una vez.
Andrés: Nos separa el concepto de que las otras marcas en los mercados son más artesanales, en cambio ‘Snacktural’ te quiere acompañar a donde quieras ir.
— ¿Se ven estancados en las frutas deshidratadas?
Rodrigo: La fruta es solo el comienzo de la marca, dentro de poco van a venir otros productos, en la misma línea de comida saludable.
— ¿Cuál ha sido su experiencia como emprendedores jóvenes en Venezuela?
Andrés: El emprendimiento depende completamente de ti, tus decisiones y tu actividad llevarán la marca al fracaso o al éxito, el proceso es difícil.
Rodrigo: Pero se aprende mucho en el proceso, más que todo aprendes porque desarrollas una idea desde cero y plasmarla en el mercado es demasiado difícil. Estás yendo en contra de la corriente, el empaque es difícil de hacer, el tema inflación te juega en contra, los permisos son complicados y aunque parezca negativo, todo esto te enseña.
— ¿Qué le dirían al venezolano promedio que se debate entre emprender o no?
Andrés: Estamos en la crisis más importante de la historia del país y estamos viendo cómo luchar personalmente contra eso. Vivimos en un país con demasiado capital humano y con gente demasiado echada pa’ lante. Emprender no es fácil, pero si el emprendimiento es viable, le recomendaría emprender al 100%.
Rodrigo: Si están buscando algo en el tema económico, el emprendimiento exitoso es, en líneas generales, más lucrativo. Pero si hasta eso falla te da un nivel de experiencia que no te lo da ser empleado.
— ¿Cuál es el día a día de ‘Snacktural’? ¿Cómo es el proceso?
Andrés: El proceso es, elegir las frutas, no pueden estar golpeadas, muy verdes o muy maduras…
Rodrigo: El sabor tiene que ser homogéneo, hay cambures negros que se les oxida el azúcar, por ejemplo, y quedan demasiado dulces. La fruta se corta o se pela, siempre con la misma medida. La metes en las bandejas de la máquina de 8 a 12 horas, al día siguiente la sacamos de las rendijas y se sellan al vacío.
— ¿Cómo calan en el mercado venezolano? ¿Cómo se dieron cuenta que valía la pena?
Rodrigo: Para estudiar el mercado, hicimos una marca que no es esta (una modelo) y con esa vimos la rotación y el número de ventas fue el esperado.
— ¿Dónde pueden conseguir sus productos?
Rodrigo y Andrés: En Caracas, estamos en Baruta en ‘Oceanía’, ‘Azalea’ y ‘Fish Boutique’. En Chacao en ‘Oceanía’ de Los Palos Grandes y en ‘Carbón y Leña’. También estamos en locales de Puerto la Cruz, Maracaibo y Margarita.
— ¿Cuál es la meta de la marca?
Rodrigo: Nos encantaría convertirnos en la marca de referencia para nuestro tipo de productos en el país. Que la gente piense en vida saludable y piense en ‘Snacktural’.
