Su agenda no permite que le saquemos el retrato que tanto anhelabamos. Queríamos un close up de sus labios carnosos mientras ella misma los delineaba. No pudo concedérnoslo, pues llegó con media hora de antelación a la sesión del parlamento para poder dedicarnos unos minutos. Lucía impecablemente ataviada, con un vestido que la hace ver como una Jackie Kennedy latina. A pesar de haber estado la mañana del martes en la marcha, pateando calle en jeans y franelita, la diputada se acicala para la sesión ordinaria.
Nos recibe en el pasillo, no tiene tiempo ni de sentarse. Mientras le robamos un momento su atención, varios zamuros se le acercan para retratarse con ella o solo darle la mano. Los trata de «mi amor», «corazón», «consentido». ¡Toda una dulzura! Solorzano forma parte del conteo de los más seisis de la Asamblea Nacional (AN), pero siempre que le hacemos referencia a esto se sonroja o se ríe tímidamente.
—¿En general, hacia dónde cree que la oposición debe dirigir sus esfuerzos? ¿Hacia el revocatorio, el diálogo, las elecciones de gobernadores?
—Estos procesos no son excluyentes. Una cosa es complementaria a la otra. El revocatorio no puede formar parte de ningún esquema de negociación porque ese es un derecho constitucional y estos, simplemente, no se negocian. De hecho nuestra primera y fundamental petición en el diálogo es que se respeten los derechos del revocatorio, que se haga como manda la Constitución. La Carta Magna establece un solo lapso: que una vez cumplida la mitad del periodo se pueda hacer el revocatorio con la recolección de un determinado número de firmas. Ya la mitad del período se cumplió y las firmas se recogieron en dos días. Un montón más de la que se necesitaban.
Si nosotros en un fin de semana pudimos recolectar más de dos millones de firmas —y son bastantes más—, imagínate. Hubo firmas que no pudimos contabilizar porque decidimos madrugar en el CNE. Lo que llegó a última hora no pudimos llevarlo. Imagínate si hubiéramos tenido 4 días más o una semana ¿cuántas firmas no pudimos haber recolectado por la voluntad de cambio del gobierno?
—¿Afirmaría que la principal agenda de la oposición es el revocatorio?
—Nuestra principal agenda es el cambio político en Venezuela y creemos que el revocatorio es uno de los mecanismos más contundentes para realizar eso. Pero hemos impulsado otros: la enmienda constitucional que la tengo en la comisión y la Constituyente, por ejemplo, no está descartada. Todos los mecanismos que nos lleven a ese cambio político son parte de ese cambio que estamos en la obligación de producir por el bien del pueblo.
—¿Cree usted que la AN está desactivada o anulada? Sin ella no puede darse esa transformación
—Ni está desactivada, ni está anulada. De hecho, aquí nunca se había trabajado tanto. El propio personal se sorprende de vernos llegar todos los días a las 7 de la mañana; que sean las 10 de la noche y nosotros estemos aquí trabajando; que salimos de aquí los jueves por la noche a trabajar viernes, sábado y domingo en cada una de las regiones que representamos; que hagamos consultas públicas de las leyes que proponemos; que marchemos. Yo fui a marchar y me fui corriendo a la casa a bañarme en 4 minutos.
El gobierno se empeña en anularnos. Yo creo que una de las mayores frustraciones que tiene Nicolás es que no logra, ni lo va a lograr bajo ninguna circunstancia, anular a la AN.
—¿No cree que algunos poderes públicos han desequilibrado el balance de otros? Es decir, que unos tengan más peso en la pelea
—Los demás poderes no tienen peso ninguno, porque eso no lo da la fuerza sino la legitimidad. Lamentablemente, ellos hoy no gozan de ninguna legitimidad.
—Todo diputado tiene su propia batalla, y conocemos que usted aboga por la Ley que regula el uso de celulares e Internet en las cárceles ¿Nos puede dar detalle de esto?
—Yo tengo como causa la justicia y ella pasa por materia de derechos humanos y por el tema de seguridad ciudadana. En materia de derechos humanos hemos aprobado la Ley Amnistía que el gobierno se empeña en negar. Además nos hemos dedicado en la comisión a atender al Comité de Víctimas de Violación de Derechos Humanos que hace años no se atendían acá. Mañana tengo en comisión otra vez el derecho de palabra de otro grupo víctima de las OLP (Redadas militares llamadas por el Gobierno Operación de Liberación del Pueblo), que les mataron hijos inocentes. Tenemos también un grupo de ciudadanos víctimas de las CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) que ya se están organizando para hacer su denuncia. Atendemos eso todos los días.
Mañana se aprueba en segunda discusión la ley que prohíbe los teléfonos celulares y el Internet en los centros penitenciarios. En primera discusión hemos aprobado, la semana pasada, la ley que yo llamo la Ley de seguridad ciudadana que es la Ley del Servicio de Policía y Ley de la Policía Nacional; y ya estamos en proceso de consulta pública. Vamos a tener un evento bien importante este mes en el que traeremos alcaldes, concejales autoridades de todo el país para que la consulta se lo más amplia posible y se recoja el sentir de todas las personas que efectivamente tengan como responsabilidad prevenir el delito a través de sus cuerpos policiales.
—La gente podría decir que los políticos deberían virar su lucha hacia la hambruna que hoy en día se vive en las calles, o que lo más importante es avocarse al tema económico.
—Además del tema económico, de la escasez y el desabastecimiento, la seguridad ciudadana es uno de los principales problemas que atraviesa la gente. Es la principal causa de emigración. Al cumplir mi quinquenio quiero que la gente sepa que pusimos todo lo que estaba a nuestro alcance y más para resolver esa grave crisis que tenemos.
—¿Qué le puede decir a esos opositores que solo piensan en el revocatorio y no ven que los diputados trabajan en pequeñas causas todos los días?
—Una cosa no es excluyente de la otra. Yo esta mañana tuve que ir al dentista en El Hatillo y bajando, la cola se salía de los supermercados, trancando todas las calles. Esa gente quiere cambio, quiere seguridad, pero también abastecimiento, también quiere salud. La gente tiene el anhelo de que se resuelvan todos sus problemas y nosotros tenemos el deber de atacarlos todos.
—¿Atacar desde todos los flancos?
—Así es.
—Entrando en lo personal, tenemos conocimiento de que usted forma parte de una familia que está separada por las tendencias políticas. Que su padre es oficialista y que eso los ha distanciado ¿Cree usted que pueda reconciliarse con su papá? ¿Cree que Venezuela se pueda, también, reconciliar?
—Para mí esto es una lucha personal. Yo tengo 11 años luchando por eso. Papá para mí es súperman, es el hombre araña, es mi superhéroe. Hoy lamentablemente la vida política nos ha separado, a pesar de que tengo que decirte que he hecho esfuerzos que tú no te puedes imaginar para reencontrarme con él. Lamentablemente él ha preferido otras cosas y yo tengo la obligación de respetarle su decisión. Pero él también tiene que entender que yo voy a seguir insistiendo.
Por mucho que el Gobierno se empeñe en dividirlos y arrebatarme el amor por mi papá eso no lo va a lograr nadie. Y mi hijo, que no lo conoce, lo ama tanto como yo.
Con los ojos aguados y haciendo amagos para disimular la sorpresa ante esta pregunta, la diputada asegura que una de sus luchas contra la «prisión política» es que nadie más pase por lo que ha vivido su familia. «Si la prisión política lo que busca es dividir a las familias, yo tengo la obligación de que nunca más haya una familia fraccionada como la mía», sentencia.
—¿Tiene fiel convicción que esas diferencias se puedan reparar?
—Sino, no haría esto todos los días de mi vida.
—Ha perdido varias batallas, como la derrota en la campaña de Rosales, cuando era dirigente de campaña, o la derrota que sufrió en las elecciones municipales de El Hatillo en 2008. Así también ha perdido muchas veces la oposición ¿Tiene la convicción de que algún día verá las maduras?
—Claro y he ganado otras. La vida es así. Todos nos despertamos en las mañanas, enfrentamos batallas pequeñas y grandes. La vida es así. Cuando tienes convicción de que vas por el camino correcto, no importa que pierdas una batalla.
Winston Churchill perdió muchísimas batallas, antes y después de ganar la más importante que fue la II Guerra Mundial. Y la historia dice de él que fue uno de los hombres más grandes. Obviamente, yo no pretendo compararme con Churchill pero él era un político. Bolívar perdió muchísimas batallas pero ganó la más importante: la de la libertad de Venezuela. Hay que ganar la batalla de la historia. Yo quiero que algún día si la historia va a escribir alguna línea de mí que sea que lo hicimos bien y nunca nos rendimos. Estar del lado correcto de la historia es fundamental en esto.
—¿Quién es para usted el diputado más sexi?
—Ay… La verdad es que yo no veo a mis compañeros de trabajo con esos ojos.
—¿No hay ninguno que usted diga…“está guapo”?
—No, la verdad es que no los veos con esos ojos, así como pretendo que ellos no me vean tampoco así. No tengo respuesta para esa pregunta.
—Muchos de los diputados o seguidores de la oposición la consideran a usted como una de las más sexys, ¿qué piensa de eso?
—La verdad es que no lo sabía. No me preocupo mucho por eso, prefiero que me identifiquen con otras cosas: con la lucha, con el intelecto, con cosas distintas a esas.
—Si no hay un diputado sexy, ¿habrá al menos alguno del oficialismo con el que usted se pueda acercar a debatir, que quizás en un futuro se puedan establecer alianzas?
—Hay varios cuyos nombres debo reservar para protegerlos. No solo de esta gestión, sino también de la anterior. Te sorprendería saber lo que ellos realmente piensan. Incluso de cosas que los mandan a hacer que ellos no están de acuerdo. Yo les he dicho que yo no haría nada con lo que mi conciencia no esté de acuerdo. Lamentablemente en el Psuv (Partido Socialista Unido de Venezuela) las cosas son distintas.
Créeme que muchos de ellos necesitan más el revocatorio. Algunos de ellos se sienten en prisión.
—Si le dijeran que la consideran la boquita candela de la Asamblea, ¿qué pensaría?
—Que tengo un verbo muy encendido. Cosa que sé que es cierta, por demás.
La diputada se ríe ante las preguntas de carácter sensual. Su risa pasa de nerviosa a jadeante. Es una mujer de atractivo exuberante. Sus movimientos son como de una Penélope del comic de «Los autos locos», pero morena. Su verbo seguro inspira en nuestro fotógrafo unos piropos: «Claro que usted es sexy, porque es una mujer luchadora y saca el pecho por los venezolanos que lo «que hacemos es trabajar y pelar bola todo el día».
—¿Con una agenda tan complicada, cómo lleva las responsabilidades de la casa, como esposa y madre?
—Me levanto a las 4 de la mañana sin excepción. Incluso cuando estoy fuera de Venezuela o en gira por el país que no me tengo que parar a planchar la camisa o hacer merienda. Mi hijo, al igual que a mí, le gusta su ropa recién planchada. Una necedad: tú sacas la ropa del clóset que ya está planchada, pero la vuelves a planchar. A mi hijo le preparo su lonchera, su desayuno antes de irse a la escuela y le reviso el bulto para que no se le quede nada, porque los varones son diferentes a las niñas.
Pedro está en 4to grado y nunca he faltado a ninguna actividad importante para él, así tenga que hacer maromas, brujería, irme trotando o agarrar moto-taxi. Ya para Pedro es suficiente saber que mamá sale de la casa a las 5 de a mañana y no se sabe a qué hora regresa. Entonces sentir que mamá no está en la escuela o en las cosas importantes no puede ser. Lo ayudo siempre que puedo a ensayar con el acto de curso, sus piezas de música, hacer la maqueta, con el inglés. Por fortuna tengo un esposo maravilloso que comparte conmigo esa loca vocación de tener un país mejor. Él me apoya muchísimo.
—¿Y responsabilidades en la cama?
—Eso no es una responsabilidad, es parte del placer humano. El día que lo veas como una responsabilidad divorciarte. Yo cumplo 12 años de casada el 26 de este mes con mi único novio. Luis y yo tenemos toda la vida juntos y lo qué nos falta. Vivir con él es maravilloso. Tenemos 18 en total.
—Usted debe dormir solo cuatro horas, es madre, sale en los medios, corre de un lado a otro ¿Cuál es el secreto para mantenerse siempre tan coqueta?
—Duermo tres. El secreto es estar contenta contigo misma y eso se refleja. Por demás, soy delgada porque como poquito y mucho monte. También hago mucho ejercicio.
—Mucha gente se pregunta si está operada
—No, la verdad que no. Pero créeme que el día que me ponga vieja y arrugada lo voy a reconsiderar.
—¿Y esos labios tan carnosos?
—Son de nacimiento. La gente cree otra cosa, pero no. Son así. Más bien me da pena. Cuando era pequeña me avergonzaba. Típico cuando tienes 15 años y todas quieren maquillarse, pues yo no quería para que no se notara tanto.
-Juguemos PING PONG-
—¿Una mujer que admiras?
—Madre Teresa de Calcuta.
—¿Un político que admires?
—Manuel Rosales.
—¿Borges o Ramos Allup?
—Los dos. Uno es mi jefe de fracción y otro es el presidente de la AN.
—¿Qué no puede faltar en tu cartera?
—Polvo, para la cara.
—¿Bachaqueas?
—No le compro a los bachaqueros, pero hago cola. Los sábados porque en la semana no tengo tiempo.Cuando hago recorridos políticos en mercados, aprovecho para hacer unas compras.
—¿Posición favorita?
—De pie.
—¿Arriba o abajo?
—Uno siempre debe estar arriba.
