¡No hay latazo que se salve!
selfie» mientras sus amigos intercambiaban fluidos salivales. Cada vez, era mayor la expectativa cuando Frank mostraba sus graciosas fotografías, y varios le aconsejaron de que su genialidad debía ser mostrada.
Nos comentó que la mayoría de los «latazos» son de gente de random que se encuentra en bares y lugares de este estilo. Aunque no niega que algunas son posadas.
«Lo más difícil es encontrar a la gente que está tan perdida en el beso que ni se da cuenta de las 5 fotos con flash»
«Si la gente me conoce me piden que las borre, saben que las uso para el Instagram. El resto, sigue besándose porque piensan que era solo un selfie. La idea es que esto sea divertido, no quiero ganarme enemigos con esto»
Le apasiona el street art y estudia diseño gráfico, ahí evoluciono su proyecto hasta las calcomanías. «Se las di a todos mis amigos para que viajen con ellas y las peguen por todos lados, están en cada esquina del mundo «Le un toque divertido al proyecto mientras funciona como publicidad».
El catire tiene como favorita la «selfie» los recién casados en la playa: «fue muy cómico y especial porque era una boda donde solo estaban los novios, el tipo que los casó y la fotógrafa testigo».
¡Y cuidado con quién te besas, no vayas a terminar en la cuenta de Instagram de Frank!]]>