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#VIDEO | La moto que vuela como un ninja

La Ninja H2R acaba de imponer un nuevo récord de velocidad fuera de circuitos: unos impresionantes 400 km/h que fueron alcanzados en apenas 26 segundos

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Cuando dos años atrás Kawasaki develaba su nueva Ninja H2R y decía que era la moto de producción en serie para pistas más veloz jamás creada, pocos creyeron que fuera verdad, muy a pesar de los brutales más de 300 caballos de potencia que el fabricante garantizaba podía entregar su turboalimentado motor.

No obstante, todos quedaron maravillados con el diseño de la espectacular versión turbo de la estándar Ninja H2, una moto que en honor a la verdad, no puede ser catalogada: no se trata de una súperbike ni una GT. Simplemente resume todo lo mejor de la experiencia Kawasaki para crear un vehículo fuera de serie.

Y vaya que su estrafalario diseño impresiona. Recargada pero en su justa medida, las angulosas líneas de la versión estándar H2 han sido llevadas al extremo en este modelo de carrera, cuyo largo morro y colín suspendido dan la impresión de estar ante una moto salida de una película que se desarrolla en el siglo XXII.

Con un carenado enteramente en fibra de carbono como ropaje externo, el chasis multitubular en acero ligero y pintado en verde característico de las Kawasaki para pistas, hace resaltar aun más el atlético porte de una mole de 238 kilos de peso, cuyo anguloso porte delantero está integrado por sendos alerones anteriores y laterales en fibra. Como toda moto de pista, no incorpora faros, retrovisores ni intermitentes.

Mención aparte merecen la pantalla y el asiento. La forma en abanico de la primera es perfecta para reducir el impacto a las altísimas velocidades que es capaz de desarrollar la moto; mientras que es segundo, colocado muy atrás y bastante bajo, está incrustado en una especie de encofrado que incluye un pequeño soporte lumbar y una prominente punta.

La estructura en sí está compuesta por un basculante monobrazo que por primera vez es utilizado por la marca en una moto de serie, complementándose con una horquilla delantera invertida KYB de última generación. Un amortiguador de dirección electrónica Öhlins en la tija superior complementa el aparataje.

Acorde con las prestaciones de esta bestia, el potente sistema de frenos Brembo –no podía ser otro- se compone de dos discos delanteros de 330 milímetros de diámetro y 5,5 milímetros de grosos con pinzas monobloque radiales con ABS.

Con una electrónica digna de un avión, gestionar la potencia es posible gracias a tres modos de control de tracción S-KTRC heredados de la versión estándar, elección de mapeo del motor, control de salida KLCM de tres opciones y un programa para maniobrar el freno del motor.

El corazón de este salvaje vehículo de dos ruedas es un prominente motor de cuatro cilindros en línea de 998 cc que entregan nada más y nada menos que unos 320 caballos de potencia, fuerza suficiente para que la dupla superior pueda alcanzar la impresionante velocidad de 400 kilómetros por hora. Sí, leíste bien: 400 km/h, récord que acaba de imponer el piloto turco Kenan Sofuoglu, líder en las series mundiales de supersport sobre el puente Osman Gazi, que cruza la bahía de Izmit, cerca de Estambul.

Solo 26 segundos bastaron para que Sofuoglu alcanzar la hazaña, dejando por sentado que esta preciosidad de la ingeniería japonesa y con un precio cercano a los 53.000 euros, es por ahora la moto de serie más rápida del mundo.

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