Viciosidades

Liberato, el nuevo gran misterio de la música en Italia

Tiene una legión de seguidores en Italia pero nadie le conoce. Liberato se ha convertido en todo un fenómeno musical gracias a sus temas electrónicos en napolitano pero sobre todo por el misterio de su identidad, oculta bajo una capucha

TEXTO: Gonzalo Sánchez/EFE FOTOS: EFE
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Liberato es el seudónimo de un enigma, un rapero que aparece en sus vídeos o en el escenario vestido de negro, con una ancha cazadora, una capucha y un pasamontañas, e incluso junto a varios colaboradores ataviados de igual modo para despistar a los curiosos.

Nada se sabe de él, asediado siempre por las especulaciones y los rumores, aunque en su perfil de Tumblr ha desvelado algunos detalles de su personalidad: adora al «D10S» Maradona, el rap, los tatuajes, los grafitis y los porros.

Su música retoma los temas de la tradicional canción neomelódica, con pasionales historias de amor, pero ahora impregnada por los sonidos electrónicos, el uso constante de los filtros vocales y el dialecto napolitano, mezclando estribillos en inglés o español.

Sus protagonistas son chicos de la calle y, como telón de fondo, esa Nápoles descarada y viva, el golfo y el Vesubio, sus edificios polvorientos, las motos destartaladas y sus barrios laberínticos en los que lo «kitsch» convive con improvisados altares consagrados a San Genaro.

Hasta ahora, sus éxitos han sido canciones sueltas, pero la pasada semana sorprendió con el lanzamiento de su primer disco, cómo no, sin título y con una simple portada con una rosa blanca sobre fondo negro, uno de los símbolos más recurrentes del artista.

El trabajo, revelado el 9 mayo, fecha fetiche del encapuchado, se compone de once canciones: seis publicadas durante los últimos meses y cinco inéditos que, a su vez, conforman un cortometraje titulado «Capri Redez-vous», ambientado en esa isla mediterránea.

Mediante cinco videoclips, rodados magistralmente por Francesco Lettieri, se narra la historia de amor entre un joven pescador y una actriz francesa en la glamurosa Capri de 1960 y los caminos que ambos siguen a lo largo de tres décadas de vidas paralelas.

Tras su publicación, los nuevos temas han escalado rápidamente en las listas de las principales plataformas digitales y todo el mundo en Italia ha vuelto a hablar de Liberato.

Este verano de hecho Roma será «liberada» con un concierto que el artista ha anunciado en sus redes sociales para el 22 de junio y del que ya empiezan a escasear las entradas, pese a que aún no haya indicado el lugar en el que tendrá lugar. Otra incógnita marca de la casa.

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Así fue también el año pasado en Nápoles, donde se presentó a bordo de una lancha junto a dos colegas vestidos del mismo modo para deleitar a su horda de seguidores con un concierto en el paseo marítimo.

Desde que surgiera este fenómeno, han corrido ríos de tinta sobre su verdadera identidad, custodiada con celo, y muchos apuntan a que podría tratarse de un proyecto a varias manos en el que estaría implicado el rapero Livio Cori u otro de los grandes talentos de la música italiana actual, Calcutta.

Pero estos son solo rumores que, por otro lado, no han hecho más que acrecentar el interés que suscita, puesto que el anonimato es una receta de éxito, y el artista ya superó las fronteras del país hasta cantar ante el Sónar de Barcelona el pasado verano.

Pero Liberato es, sobre todo, una especie de nuevo héroe para los jóvenes napolitanos y, por ello, ha sido aclamado por el alcalde, Luigi De Magistris, o por el escritor antimafia Roberto Saviano.

Por el momento lo que está claro es que el encapuchado se ha sumado ya al panteón de los artistas anónimos de la Nápoles velada, ciudad de la exitosa escritora Elena Ferrante o del mismísimo Pulcinella.

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