«The Wind-Up» proviene de la ingeniosa mente de las gemelas gaditanas Irene e Isabel Chica, apoyadas por la productora española «Leonstudio» y la francesa «Autour de Minuit».
Esa productora gala, ganadora de un Óscar al mejor cortometraje en 2009 con «Logorama», apuesta por el talento español. Otros ejemplos son la producción del corto «Sangre de unicornio», de Alberto Vázquez, o «Bendito Machine 5», de Jossie Malis. «Los españoles son muy buenos», tal vez porque está creciendo el número de escuelas especializadas en animación», dice a Efe el argentino Nicolás Schmerkin, director de «Autour de Minuit». Los muñequitos de cuerda (wind-up en inglés) que representan un pene llamado Willy y una vagina conocida como Jenny forman parte, junto a sus amigos la mano, la boca y el trasero, de los personajes principales de esa serie española, en la que no existen tabúes a la hora de hablar de sexo desde una perspectiva cómica y distendida.
El proyecto gaditano llegó al Cartoon Forum para encontrar un inversor que les ayude a subvencionar los 25.000 euros (28.0000 dólares) que cuesta cada capítulo de 3 minutos y un posible distribuidor, pero sobre todo para poder darse a conocer fuera del territorio nacional.
«Deberíamos salir más hacia Europa y mostrar lo que se hace al resto del mundo, y no dejarlo en casa», comenta Irene Chica.
En esta cita europea también se presentaron proyectos tan suculentos y atípicos como el húngaro «Candide», el croata-esloveno «Manivald and the Absinthe Rabbits» o el irlandés «The Mooneys». Un total de 10 creaciones sobre las 80 participantes estuvieron centradas en el público adulto. Una presencia que muestra la aparición de una nueva generación de productores que llama la atención y busca hacerse un hueco en la televisión.
Esas creaciones, tal y como explican a Efe los responsables de «Candide», pretenden despertar el interés por temas de actualidad desde una óptica satírica y humorística, aunque les cuesta encontrar financiación y espacio.
Una de las opciones, según plantean los expertos reunidos desde el pasado 13 de septiembre, es proponer estas creaciones gráficas a través de internet, aunque es un sector en el que hay poco dinero para subvencionar su costosa producción.
«El problema no es de los creadores, sino de la industria de la animación, sobre todo en televisión. No apuesta porque no vende. En la presentación de hoy todo el mundo nos ha dicho que le encanta, pero ninguna distribuidora se ha propuesto», comenta Schmerkin.
Por ello, muchos jóvenes productores tantean la posibilidad de crear una plataforma web donde reunir toda la oferta adulta y joven para abastecer la demanda de ese público.
