Melomanía

Los rostros de la salsa: maestros a gran formato

Es colombiana y firma su trabajo como "Philo". Desde el 20 sus cuadros están expuestos en Miami y al mismo tiempo se pueden ver en Spotify

TEXTO: JORGE IGNACIO PÉREZ/EFE / FOTOS: EFE
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La artista plástica colombiana Dahyana Portilla acaba de inaugurar en Miami una exposición con los rostros más conocidos de la salsa, unas obras «patrocinadas» por personas y empresas melómanas que además pueden verse en la plataforma de música digital Spotify.

Los patrocinadores, todos amantes de la salsa, la han ayudado «con materiales o incluso con el transporte» y de esa manera la obra pasa a ser no solo del artista sino «de la comunidad», explica Portilla en unas declaraciones a Efe.

Más de una decena de cuadros de gran formato cuelgan desde el viernes 20 de las paredes de la WDNA Jazz Gallery de Coral Gables con los rostros mayoritariamente sonrientes de Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Roberto Roena, Ray Barreto, Rubén Blades, Tito Puente, Celia Cruz, Jhonny Pacheco y Jhonny Ventura, entre otros.

Su autora, que firma sus obras como Philo y parte de un oficio de dibujante, aseguró a Efe que esto es solo el comienzo.

«Voy por partes, sé que me faltan muchos pero traté de empezar con los mas antiguos, los predecesores», dijo Portilla sobre su trabajo, enmarcado en el proyecto personal Mi color latino, que arrancó sin quererlo por «Los rostros de la salsa» hasta completar 20 piezas gigantes, aunque no todas se exponen ahora.

«Mi interés por la música tropical se cultivó mientras pintaba el cuadro de Arsenio Rodríguez (también conocido como El Cieguito Maravilloso) para las portadas de la trilogía ‘Arsenio Rodríguez, el profeta de la música afrocubana’, del escritor Jairo Grijalba Ruiz en el año 2015», apunta Portilla.

«Ahí fue cuando descubrí la increíble historia que hay detrás de la música tropical y comencé a desarrollar el proyecto Mi color latino», agrega.

A veces, como en el caso de El Cieguito Maravilloso, una fotografía es el punto de partida para los retratos de Portilla.

«Siempre trato de darle su propia perspectiva y rienda suelta a los sentimientos y emociones que estos personajes transmiten, utilizando (además) vídeos y gestos combinados», dice.

Al ser preguntada por su rostro preferido, no lo duda.

«Roberto Roena, aunque todos han dado su magia al pintarlos. Cuando pinté a (Eddy) Palmieri soñé que tocaba mi piano (…) Soy una pianista frustrada pero esa noche toqué con sus manos», recuerda.

«Todos son geniales, todos me llevan a ellos. Siento sus rabias, sus miedos, su alegría, pero Roberto Roena fue extraño, especial, podría decir que se pintó solo aunque no me lo crean. Lo pinté en cuatro horas, mientras que otros me pueden tomar días o dos meses, como el caso de Jhonny Pacheco», se confiesa la joven colombiana.

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Portilla, que vive en el sur de Florida desde hace unos pocos años, asegura que «hay cosas que Google no sabe» y que ella logró investigar para concluir su trabajo sobre el dominicano Pacheco, creador en 1968 de la orquesta Fania All Stars.

«Nuestra misión», dice la artista con plural de modestia, «es promover la empatía, el entretenimiento, la curiosidad, el pensamiento crítico, la conversación y la inclusión, activando el espacio para compartir nuestra pasión de la cultura musical latina a escala local y global».

Portilla ha logrado que la plataforma de música digital Spotify incluya sus pinturas para presentar la música de salseros famosos.

La colombiana se promueve en internet a través de su página con el nombre de Mi color latino y ha logrado que gente variopinta patrocine alguna obra específica.

«Este concepto ha tenido éxito. Ya tenemos veinte obras patrocinadas por grandes y pequeñas empresas internacionales o personas individuales, y también por el impacto que ha causado en las diversas formas en que las nuevas generaciones de todo el mundo se conectan entre sí y con sus raíces culturales», anota Portilla.

Sus cuadros son de gran formato porque «grandes son ellos. Grandes y majestuosos. Se le debe dar lugar al tipo de música que pone a la gente feliz, a bailar, que une continentes, que refleja la alegría de un latino. Se lo merecen», afirma. EFE

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