Viciosidades

¿Por qué está mal llevada la lucha del reguetón contra los Latin Grammy?

Más allá de que Maluma arme un berrinche por no estar nominado, los artistas del reguetón plantean la necesidad de que los organizadores del Grammy Latino abran mayor espacio al género. ¿Tiene sentido esto?

Composición gráfica: Yiseld Yemiñany
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Los reguetoneros alborotaron los Latin Grammy… o por lo menos sus cuentas de Instagram. Esta semana se vieron varias reacciones de famosos cantantes de reguetón molestos por las nominaciones de estos premios en las que aseguran que no hay suficiente presencia del género.

“A pesar de estar nominado, no estoy de acuerdo de la manera que trataron al género… Esto va más allá de un premio. Esto es cultura, credibilidad, pertinencia y RESPETO”. Así se quejó Daddy Yankee, probablemente el mayor exponente de la también llamada música urbana.

Maluma también se quejó. En una historia de Instagram en la que hizo referencia a su trabajo de este año aseguró que estaba “molesto y dolido” por no haber sido nominado.

Otros, como Nicky Jam, Tego Calderón y Lunay postearon en sus cuentas que una imagen que dice “Sin reggaetón no hay Latin Grammys”. Tego le añadió: “Y me lo maman to los premios en general!”.

Residente, en cambio, quiso aportar humor a la protesta en su IGTV comparándola con el agua sucia que corre actualmente por Puerto Rico, lugar de donde son muchos de estos artistas, dejando ver que hay asuntos más importantes.

¿Sin reguetón? Esto es cuestionable.

Entre las nominaciones al Grammy latino están:

“Calma”, de Pedro Capó, en la categoria canción del año.

Paulo Londra, quien tiene varios temas de reguetón, está nominado a mejor artista.

Ozuna, J Balvin, De la Ghetto, Bad Bunny, Sech, Feid, Anitta, Farruko y Daddy Yankee están nominados a mejor canción urbana, mejor álbum de música urbana y mejor interpretación fusión/urbana.

Y ese es justamente el punto: ¿qué es lo urbano? ¿Qué es la música urbana?

Tal vez tu respuesta preconcebida sea reguetón, trap, dancehall, rap. Pero no, lo “urbano” no existe. Es una generalización atroz, como World Music.

En Estados Unidos “urban” se usaba para referirse a la música negra. Soul, hip hop, R&B, todos se agrupaban en ese paquete, imagínense el sinsentido de poner a competir a Ray Charles con Tupac.

La misma falta de sentido que ha evidenciado la organización de los Grammy desde 2004 con las tres categorías antes mencionadas. J Balvin fue el único que se acercó a la correcta forma de plantear el problema de los Grammys en su video de IGTV: lanza un mensaje de solidaridad y respeto a sus compañeros músicos nominados y dice que el término “urbano” es muy amplio para ser una categoría.

Sí, debería haber una categoría para el reguetón, una para el trap, el rap latino y una para el dancehall, al menos. Son probablemente los géneros más relevantes y escuchados en nuestra porción del continente.

La masificación del reguetón ha hecho no solo que surgan artistas que vienen de la nada, sino que artistas anglosajones y europeos de un pop más “tradicional” migren poco a poco al reguetón, al menos en sus beats.

Los organizadores del Grammy Latino –la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación- aseguran que hay un proceso muy riguroso de selección y está bien que no se nomine a ciertos artistas. La verdad es que es una malcriadez que una crítica se sostenga con base en que no te nominaron a ti o a alguien que querías, aun siendo un artista tan influyente como Maluma.

Como dijo Balvin, está bien que los académicos decidan, pero alguien que sabe de salsa no necesariamente sabe de reguetón. La música latina lleva por lo menos una década cambiando hacia algo más y ese algo son géneros que no están expresamente mencionados y diversificados en las nominaciones.

¿Qué académico decide qué canción de reguetón va ahí? ¿Se le niega un mayor (y correcto) espacio a estos músicos por purismo? ¿Y por qué siguen creyendo que la música norteña mexicana tiene relevancia? Aunque la tenga en su espacio geográfico y en Estados Unidos, no se entiende por qué hay un renglón exclusivamente destinado a estos artistas y no, por ejemplo, al joropo venezolano o al samba brasileño.

Si es por relevancia, nada más llamativo y globalizado que el reguetón en estos momentos y a este género no se le da su espacio definido.

Las tradiciones se forjan, pero pueden y deben ser cuestionadas y sustituidas para evolucionar. Las academias de críticos no pueden cerrarse a explorar nuevos métodos y mejores maneras de premiar a los artistas de la región.

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