Sexo para leer

¿Qué pasa en tu cerebro cuando tienes sexo?

Somos esclavos de todos los componentes químicos que dictan nuestras reacciones. Después de leer este artículo el sexo nunca volverá a ser lo mismo para ti

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En cuestiones de erotismo mucho se insiste en la importancia que tiene la parte «orgánica» en las relaciones sexuales. El deseo, la seducción, la fantasía, la excitación, el placer y los orgasmos requieren del funcionamiento cerebral, lo que hace al cerebro el órgano sexual más importante. Somos esclavos de todos los componentes químicos que dictan nuestras reacciones: neurotransmisores, hormonas, terminales nerviosas.

Por ello, el top de las cosas más increíbles que pasan en tu sistema nervioso cuando tienes sexo:

1. El tamaño sí importa 

Se descubrió que el área encargada de regular las conductas de apareamientos en los hombres, tiene casi el doble de tamaño en comparación con la de las mujeres. Ahora es que nos damos cuenta que nada es coincidencia.

Realidad: Ya sabemos por qué los hombres por naturaleza son más propensos a tener más sexo con cualquiera.

2. Extraña obsesión

«Me enamoré locamente del hombre equivocado». Escuchamos constantemente esta frase a nuestras amigas, hermanas o casi cualquier mujer del planeta. Según las investigaciones de Catherine Salmon, la oxitocina al liberarse en el orgasmo en las mujeres, genera tal atracción física para el hombre con el que la ha experimentado que siente la necesidad de que no importe más nada.

Realidad: No te eches más la culpa, todo es consecuencia de tus sexo irresponsable ¡Tranquila!

3. ¡Oh, Dios!

Según estudios de la Universidad de Jefferson, existe una relación muy estrecha entre las experiencias religiosas y las sexuales. La sensación cuando las monjas católicas o monjes budistas rezan tuvieron patrones similares de actividad cerebral a aquellos que estaban sexualmente excitadas.

Realidad: No hace falta rezar. Ten orgasmos para llegar a tu verdadera «experiencia religiosa» mientras tienes sexo.

4.

«Hoy no tengo ganas»

El clásico: «No, mi amor. Hoy no tengo ganas» ya tiene una explicación científica. Puede deberse a altos niveles de serotonina en el cuerpo, y según una investigación de la Escuela de Medicina de Wake Forest los altos niveles de esta sustancia están relacionados con la falta de libido.

Realidad: También puede confundirse con falta de atención o un par de buenas nalgas.

5. Te veo, te quiero … en mi cama

Stephanie Ortigue y Francesco Bianchi-Demicheli llevaron a cabo un estudio en el que encontraron que el cerebro tarda apenas dos segundos en registrar si una persona es deseable o indeseable sexualmente.

Realidad: Quien quiere, puede.

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