Una isla llamada Venezuela

Con la abrupta escalada política entre Venezuela y E.E.U.U. se cancelan importantes eventos musicales como la presentación de Wynton Marsalis en el Teresa Carreño y la del proyecto Major Lazer en Valencia. Cada vez más estamos fuera del radar

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Si bien Wynton Marsalis canceló su tercera visita a Venezuela para supuestamente no opacar la celebración de los 40 años del Sistema de Orquestas, -extraña razón, porque hace exactamente diez años vino a lo mismo – no podemos dejar de intuir que, en medio de la crispación política elevada esta semana, hay motivos evidentes. O Marsalis y el resto de la Jazz at Lincoln Center Orchestra no pudieron tramitar el nuevo visado que se solicita a los estadounidenses, o la situación peliaguda les hizo reconsiderar. No es para menos.
En el caso del productor de música electrónica Diplo y su proyecto Major Lazer si tendría que ver con las visas requeridas. El mismo Diplo asomó el hecho en su cuenta Twitter  y, a pesar de ello, Impakt Producciones trató de hacer lo posible hasta el final para que tuviera lugar el toque el 24 de Marzo en la Hermandad Gallega de Valencia. Pero nada.
Nosotros también nos quedamos con las ganas porque íbamos a cubrir el evento.
Se comenta mucho que los niños y jóvenes que iban a presentarse junto a Marsalis están muy tristes. Este evento les llevó meses de ensayo.
En cualquiera de los casos la reflexión es la misma. Venezuela se está quedando sola. Es inaudito que ofertas básicas culturales tengan todos los obstáculos posibles .
Estamos aislados.
Sólo nos queda Arjona y reguetón.
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