Yo estuve en la "rodada ciclonudista" de Caracas

Una jornada que hizo concientizar a los ciudadanos sobre el uso de la bicicleta y el riesgo de los ciclistas marcó la pauta la tarde del sábado en Caracas

Fotografía: Diana Mayor
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De la plaza Sadel de las Mercedes a la Plaza del Millenium de los Dos Caminos. Así fue el periplo de una jornada feliz en la que, por tercera vez en Caracas, fluye un torrente de ciclistas desvestidos.
Más allá de una deliberada provocación y una notable muestra de espíritu irreductible, la Tercera Ciclonudista de Caracas del sábado 13 de Junio fue una movilización que exigía respeto ante todo. Activistas del ciclismo urbano, skaters, entre otros, dejaron por fuera la ropa para llamar la atención de los conductores debido al constante atropello que sufren los biciusuarios de la ciudad.
No importa el color político. La buena noticia es que, dentro del crispado clima social en que vivimos este es un punto de inflexión entre personas de variada tendencia.
Estar desnudo en ese momento es manifestar la vulnerabilidad de cualquier ciclista que se arroja al desbordado ritmo automotor de esta urbe. Así es que surge la consigna “nuestro cuerpo es la carrocería”.
Este servidor fue parte de la movida. Como ciclista urbano, cuyo único medio de transporte propio es una «montañera», lo que me pudo preocupar al rodar «en bolas» sobre mi bicicleta, fue el roce del sillín con el culo y de los testículos contra el cuadro. Sin embargo, confieso no haber llegado a desprenderme del todo, pues andaba con unos «boxers» cuadriculados bien caseros y mi carnet de prensa en el pecho.
Al principio permanecimos un buen tiempo concentrados en el punto de partida para alistar pinturas y demás adornos que acompañan las consignas : “Ahora sí me ves”. Son frases que buscan decirle al conductor “tengo que desnudarme para que no me atropelles”, además de romper los esquemas del pudor y otras nociones de “buenas costumbres”.

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Ese punto de partida en la Avenida Principal de Las Mercedes paralizó tráfico a punta de sorpresa.  Decenas de bicicletas circulaban en medio de un impúdico bullicio y un festival carnavalesco sumamente alborotador. Alegría a todo pedal. Esto se logró, sorprendentemente, gracias a la colaboración de las policías municipales y los bomberos, lo cual denota una buena organización por parte de la Asamblea de Ciclismo Urbano de Caracas.
Había una silla de ruedas en medio de estos ciclistas locos. No se trató nunca de ir rápido sino a ritmo pausado. Pudimos contar, en cabecera, con la presencia de Carlos Ícaro, quien, tras un accidente en ícaro hace más de dos décadas, padece de cuadraplejia. Carlos es ejemplo de vigor y ganas de vivir. Se desplaza como nadie en su silla de ruedas. Junto a la masa ciclista, Carlos recorrió sin camisa toda la ruta.
Y así, por un momento fuimos vistos. Es probable que cientos de celulares tengan algún registro de lo que sucedió ayer. La incrédula receptiva ocasionó risas, desconcierto y cierta indignación minoritaria, además de algún comentario sexista.
En palabras de la organizadora y activista citadina Ana Cecilia Pereira Berti. “Tuvimos por lo menos 30 fotógrafos, muchos de ellos profesionales y prensa tanto nacional como internacional cubriendo el evento. Ahora toca trabajar con las instituciones para que descubran el impacto en el cambio y en las políticas públicas en torno a la movilidad»
Caracas, dirían todos ustedes, no es una capital para trasladarse en bicicleta. Yo lo hago desde hace tres años y veo siempre la faz sorprendida de la gente a quien le echas el cuento de un recorrido entre Las Mercedes y el Centro, o al decir que pedaleas de Chacao a La Candelaria. O cualquier ruta que sólo pueden imaginar en un carro. Razón no les falta. Anarquía vial – y vital -, tráfico agresivo sumada a la residente inseguridad.  Esos son suficientes argumentos. Sin embargo, cada vez hay más ciclistas reivindicando su propio uso y esforzándose en hacer una ciudad más amable, respirable y verde.

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El hecho es que muchísima gente ha tomado la bicicleta en Caracas como un medio de transporte y un estilo de vida que es cónsono con el tan apreciado “mejor clima del mundo” oriundo del área metropolitana caraqueña. “Más que un deporte es un medio de transporte”.
Y así asumimos estas locas colinas llenas de desidia y agresividad con la mejor esperanza que es pedalear hacia adelante.
Este documento es exclusivo del equipo de UB . Moscatel.
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