Salud

Viruela del mono: ¿se transmite por contacto sexual?

Reino Unido, España y Portugal registran casos de esta enfermedad poco frecuente en territorio europeo. Las primeras investigaciones sobre este posible brote coinciden en el hecho de que la mayoría de los pacientes son hombres que han tenido sexo con otros hombres. ¿Cómo es la también llamada viruela símica?

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Después de Reino Unido, España y Portugal anunciaron este miércoles que también han identificado casos de viruela del mono, una enfermedad rara en Europa, de ellos cinco confirmados y más de cuarenta sospechosos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el martes que quiere esclarecer, con la ayuda del Reino Unido, los casos de viruela del mono detectados desde principios de mayo, especialmente entre la comunidad homosexual.

«Estamos viendo transmisiones entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres», lo cual es «una nueva información que debemos estudiar adecuadamente para comprender mejor la dinámica» del contagio, dijo Ibrahima Socé Fall, director general adjunto de la OMS para intervenciones de emergencia.

Otra responsable de la organización, Maria Van Kerkhove, precisó que esta trabaja «muy estrechamente» con el centro europeo de control de enfermedades y con la agencia de seguridad sanitaria británica para «evaluar (…) la fuente de su infección» y llevar a cabo un «ejercicio de seguimiento».

Endémica en África occidental, esta enfermedad vírica se ha identificado también en Portugal en «más de 20 casos sospechosos (…) en la región de Lisboa (oeste), cinco de los cuales fueron confirmados», anunció la Dirección general de salud portuguesa en un comunicado.

«Los casos, la mayoría jóvenes, todos de sexo masculino, presentaban lesiones ulcerosas», precisó la autoridad sanitaria.

En la región de Madrid, se detectaron 23 casos sospechosos que están pendientes de los resultados de los análisis, anunció la consejería regional de Sanidad, elevando un balance inicial de este miércoles que era de ocho casos sospechosos.

«Por las características de los 23 casos sospechosos de infección, apunta a que ha sido por contacto con mucosas durante las relaciones sexuales», informó la consejería en un comunicado.

De acuerdo a las autoridades de ambos países, que activaron una alerta sanitaria nacional, esta enfermedad rara es poco contagiosa entre humanos, no tiene tratamiento y generalmente se cura sola.

Sus síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y fatiga. También pueden aparecer erupciones cutáneas, especialmente en la cara, y expandirse a otras partes del cuerpo.

Reino Unido identificó siete casos desde el pasado 6 de mayo, entre ellos cuatro en personas que se identifican como «homosexuales, bisexuales u hombres que tienen relaciones sexuales con hombres», según la agencia británica de seguridad sanitaria (UKHSA).

A excepción del primer caso -la persona infectada había viajado recientemente a Nigeria-, los pacientes se infectaron en el Reino Unido, haciendo temer una transmisión comunitaria. La UKHSA instó a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres a que estén «atentos a las erupciones o lesiones inusuales».

¿Qué dice la OMS?

En la web de la Organización Mundial de la Salud se refieren a la enfermedad como «viruela símica» y esto es parte de lo que se lee allí:

La viruela símica es una zoonosis viral (enfermedad provocada por virus transmitido de los animales a las personas) rara, que produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves. Con la erradicación de la viruela en 1980 y el posterior cese de la vacunación contra la viruela, se ha convertido en el ortopoxvirus más importante. La viruela símica sigue apareciendo esporádicamente en algunas partes centrales y occidentales de la selva tropical de África.

Brotes epidémicos

La viruela símica se detectó por primera vez en los seres humanos en 1970 en la República Democrática del Congo (denominada en aquel entonces Zaire) en un niño de nueve años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968. Desde entonces, la mayoría de los casos notificados proceden de regiones rurales de la selva tropical de la cuenca del Congo y el África occidental, en particular de la República Democrática del Congo, donde se considera endémica. En 1996-1997 se produjo un importante brote en ese país.

En la primavera de 2003 se confirmaron casos de viruela símica en los Estados Unidos de América. Fue la primera vez que se detectó la enfermedad fuera del continente africano. La mayoría de los pacientes había tenido un contacto estrecho con perros de la pradera domésticos que habían sido infectados por roedores africanos importados al país.

Se han registrado casos esporádicos de viruela símica en otros países de África Occidental y Central. Gracias a un mayor conocimiento, cada vez son más los países que detectan y notifican casos. Desde 1970, se han notificado casos humanos de viruela símica en 10 países africanos: Camerún, Côte d’Ivoire, Gabón, Liberia, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Sierra Leona y Sudán del Sur. En 2017, Nigeria sufrió el mayor brote documentado, aproximadamente 40 años después de los últimos casos confirmados.

Transmisión

En los casos iniciales, la infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. En África se han descrito infecciones humanas resultantes de la manipulación de monos, ratas gigantes de Gambia o ardillas infectados. Se considera que los roedores son el principal reservorio del virus. Un posible factor de riesgo es la inadecuada cocción de la carne de animales infectados.

La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión. La transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias, generalmente tras prolongados contactos cara a cara con el paciente, lo que expone a los miembros de la familia de los casos activos a un mayor riesgo de infección. La infección se transmite asimismo por inoculación o a través de la placenta (viruela símica congénita). Hasta la fecha no se ha podido demostrar que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela símica en los seres humanos.

En estudios recientes del modelo de transmisión de la viruela símica del perro de la pradera al ser humano, se identificaron dos clados diferentes del virus, a saber, el clado de la cuenca del Congo y el de África occidental, y se determinó que el primero era más virulento.

Signos y síntomas

El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela símica suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.

La infección puede dividirse en dos periodos:

El periodo de invasión (entre los días 0 y 5), caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía).

El periodo de erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre), cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). La evolución del exantema desde maculopápulas (lesiones de base plana) a vesículas (ampollas llenas de líquido), pústulas y las subsiguientes costras se produce en unos 10 días. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.

El número de lesiones varía desde unas pocas hasta varios miles, y afectan a las mucosas de la boca (70% de los casos), los genitales (30%), la conjuntiva palpebral (20%) y la córnea (globo ocular).

Algunos pacientes presentan linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos) grave antes de la aparición del exantema. Ese signo característico de la viruela símica permite diferenciarla de otras enfermedades similares.

La viruela símica suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 14 a 21 días. Los casos graves se producen con mayor frecuencia entre los niños y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones.

Las personas que viven en zonas boscosas o cerca de ellas pueden tener una exposición indirecta o reducida a animales infectados, que puede dar lugar a una infección subclínica (asintomática).

La tasa de letalidad ha variado mucho en las distintas epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los eventos documentados. La mayoría de las defunciones se producen en los niños pequeños y, en general, los grupos de edad más jóvenes parecen ser más susceptibles a la viruela símica.

Diagnóstico

Al realizar el diagnóstico clínico se deberán tener en cuenta los elementos que la diferencian de otras enfermedades exantemáticas como la viruela, la varicela, el sarampión, las infecciones bacterianas de la piel, la sarna, la sífilis y las alergias medicamentosas. La linfadenopatía que aparece en la fase prodrómica de la enfermedad puede ser una manifestación clínica que ayude a diferenciar esta enfermedad de la viruela humana.

El diagnóstico definitivo de la viruela símica solo se puede establecer mediante pruebas de laboratorio. El virus se puede identificar mediante diferentes pruebas que tienen que realizarse en laboratorios especializados. En caso de sospecha hay que obtener una muestra adecuada y enviarla en condiciones seguras a un laboratorio que disponga de los medios apropiados.

Las muestras óptimas para el diagnóstico son las procedentes de las lesiones: frotis del exudado de las lesiones vesiculares o de las costras guardados en un tubo de ensayo seco, estéril, sin medio de transporte para virus y en frío. Se pueden utilizar muestras de sangre o suero, pero generalmente no proporcionan resultados concluyentes debido a la corta duración de la viremia y al tiempo transcurrido desde la obtención de la muestra. Para interpretar los resultados de las pruebas es esencial que junto con las muestras se aporten datos sobre: a) la fecha aproximada de comienzo de la fiebre; b) la fecha de inicio de la erupción cutánea; c) la fecha de obtención de la muestra; d) el estado actual del paciente (estadio de la erupción cutánea), y e) su edad.

Tratamiento y vacuna

No hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus de la viruela símica, aunque se pueden controlar los brotes. En el pasado, la vacuna antivariólica demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela símica. Sin embargo, la vacuna ya no está accesible al público, puesto que se suspendió su producción tras la erradicación mundial de la viruela. Con todo, la vacunación antivariólica previa puede contribuir a que la evolución de la enfermedad sea más leve.

Huésped natural del virus de la viruela símica

En África, la infección por el virus de la viruela símica se ha detectado en varias especies animales: ardillas listadas y arborícolas, ratas gigantes de Gambia, ratones de cuatro franjas, lirones enanos africanos y primates. Aún hay dudas en cuanto a la evolución natural de esta virosis, y se necesitan más estudios para identificar el reservorio exacto del virus de la viruela símica y la forma en que se mantiene en la naturaleza.

En los Estados Unidos, se cree que el virus fue transmitido de unos animales africanos a varias especies susceptibles que no son africanas (como los perros de las praderas) en cuya compañía se albergaron.

Prevención

Durante los brotes de viruela símica, el contacto estrecho con otros pacientes constituye el factor de riesgo más importante de infección. Ante la falta de un tratamiento o vacuna específicos, la única manera de reducir la infección en las personas es sensibilizarlas sobre los factores de riesgo y educarlas acerca de las medidas que pueden adoptar para reducir la exposición al virus. Las medidas de vigilancia y la rápida detección de nuevos casos son fundamentales para contener los brotes epidémicos.

Con información de AFP y OMS

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