12F no solo conmemoró a los jóvenes

Marchan en pro de que ingrese la asistencia al territorio nacional. Personas discapacitadas lograron llegar a al menos 200 metros de la tarima donde Guaidó y líderes estudiantiles reavivaron la fe y esperanza en un cambio.

Todos sueñan con elecciones libres, con un Consejo Nacional Electoral sin Tibisay Lucena como rectora, con aquel domingo en el que “todos nos levantaremos tempranito” para ejercer el voto y elegir al nuevo presidente de Venezuela.

Janeth Arias acompañó a los jóvenes en su día porque no consigue medicamentos. En silla de ruedas, vestida con una camisa tricolor y una pancarta exponiendo su situación, recorrió la avenida Francisco de Miranda con una sonrisa en su rostro, esperanzada por el cambio que se avecina.

Sufre de osteopenia (descalcificación en los huesos), es hipertensa, tiene tres hernias discales en la columna y la situación la condenó a sufrir de los nervios, una situación que la perjudica todas las noches. “Mis padecimientos se agudizan más porque no tengo los medicamentos. Esta es una situación engorrosa para mí porque además de los padecimientos que tengo, la situación me lleva a estar nerviosa y tengo que tomar pastillas para dormir con todos estos zaperocos”, señala.

Esto no la cansa y ha salido a las tres grandes manifestaciones convocadas en lo que va de año por el presidente de la Asamblea Nacional y presidente interino de Venezuela. Lo describe como “un enviado de Dios” que “en menos de un mes nos consiguió ayuda humanitaria. Yo pienso que él sí va a hacer todo por nosotros; va a convocar elecciones, vamos a tener un gobierno de transición. Creo que él es la esperanza”.

Así como Arias, la hermana Daysi Naranjo asistió a la manifestación para escuchar las propuestas de Guaidó y del movimiento estudiantil venezolano el cual afirmó no dejar la lucha en la calle hasta un nuevo gobierno.

A Naranjo le preocupa la apertura del canal humanitario, pero confía en que luego de que ingrese la asistencia enviada por Estados Unidos y otros países de la región, los venezolanos deben enfocarse en los tres objetivos planteados por Guaidó el 23 de enero, día de su juramentación: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.

“Todos los que deseamos es la libertad para Venezuela”, repite Naranjo vestida con su hábito y ondeando la bandera nacional.

Apoya todas las decisiones que hasta ahora ha tomado el Legislativo y exige que sigan actuando con toda la inteligencia y pensando en su pueblo.

Una joven manifestante llegó desde la parroquia El Valle. Recorrió junto a su hijo de aproximadamente 13 años al menos 11 kilómetros para asistir a la concentración. Estaba sentada en una acera tapándose del sol con el tricolor nacional. Su cara era de emoción, el rostro de su hijo reflejaba un notorio cansancio. Se llama Milagros Romero y así como su nombre, declara que está viva “de milagro”.

«Yo hace dos años pasé por un trágico accidente y nada más porque no había mi tipo de sangre no salvé a mi hijo. Mi hijo murió y yo estoy viva de milagro, solamente porque no había la sangre. Un recurso tan indispensable como la transfusión», explica.

Viene de una zona de la capital de bajos recursos. Donde no hace falta adentrarse para evidenciar la crisis. Sin embargo, subraya: «El Valle está empoderado por un cambio para Venezuela».

«Veo que la gente se ha mantenido (en la calle); es más, se ha sumado gente a las manifestaciones. Para ser hoy día de trabajo hay muchísima gente aquí. Inclusive, mucha gente faltó al trabajo para venir a aquí», recalca Romero.

La petición es la misma: que Nicolás Maduro deje entrar la ayuda humanitaria. 

Milagros asegura que se mantendrá en las calles hasta que den apertura al canal humanitario ya que ha vivido, junto a su familia, agonía de no conseguir medicamentos. «Tengo una hermana que necesita de la pastilla eutirox (remedio para la tiroides) y hoy en día tiene más de cuatro años que no se consigue y si se consigue es inalcanzable, no la podemos costear porque es por el mercado negro. Es una pastilla necesaria, se le están haciendo cambios morfológicos en la cara por no consumirla. Tengo a mi papá con un problema que necesita risperidona la conseguimos un mes y el otro mes no», dice.

Pero aún así piensa que la ayuda humanitaria es indispensable para los niños que sufren de cáncer: «Para aquellos  niños que necesitan diálisis y tantas medicinas que hoy en día o no las hay o no pueden costearlas».

Romero está dispuesta a ir a futuras manifestaciones convocadas por Juan Guaidó: “De alguna u otra manera tenemos que cambiar esto. Así sea a pie tenemos que cambia esto.

También, asistió Jorge Fermín, un artista que se robó las miradas de cientos de manifestantes. Marcha este martes «como todos los 12 de febrero desde que tenía 18 años». En aquella época, recuerda que estudiaba en el liceo Andrés Bello de Caracas y luchaban contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez: «Hoy la lucha continúa con los mismos estudiantes por la caída de este régimen».