Venezuela

15 años del referéndum presidencial 2004: protagonistas, argumentos, resultados

El 3 de junio del 2014, el Consejo Nacional Electoral (CNE) mostró los resultados preliminares del proceso de reparación de firmas para realización del referéndum revocatorio presidencial solicitado por la oposición de la época, dando a entender que se había reparo las firmas suficientes.

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Sede CNE
Texto: Luis Ernesto Fidhel Gonzales / Fotografía: Archivo

El 08 de junio, se anunciaron los resultados oficiales estableciéndose 2.553.051 firmas válidas, 116.968 más de las necesarias. Aproximadamente 90.000 personas se arrepintieron de haber firmado a favor del revocatorio.

Se establecieron dos condiciones para hacer efectiva la revocación presidencial, confirmada por la jurisprudencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia: 1) Obtener un voto más que el número de votos que eligieron a Hugo Chávez presidente de la República en el año 2000, es decir más de 3.757.773 +1. 2) obtener más votos SI que votos NO.

Tras el anuncio sectores radicales del chavismo protagonizaron hechos de violencia contra medios de comunicación considerados opositores y disturbios, en especial en el periódico Así Es La Noticia, El Nacional y la sede la extinta televisora Radio Caracas Televisión, ubicados en el centro de la capital. Se denunció el robo de vehículos pertenecientes a distribuidoras de periódicos – La Religión, Bloque de Armas, Voz de Guarenas – considerados objetivos políticos por el oficialismo.

Logrado el proceso “revocatorio” Hugo Chávez encabezó una estrategia llamada “Batalla de Santa Inés”, que evocaba la lucha del caudillo llanero Ezequiel Zamora en el siglo XIX. Así la definió el mandatario: “la batalla de Santa Inés es un modelo de cómo una fuerza adversaria es llevada y conducida hasta una posición donde se va a dar la batalla definitiva. No sé porque se me parece tanto la situación que estamos viviendo” (3-06-04).

Durante la campaña oficialista destacó la utilización abusiva de los recursos e infraestructura del Estado con propósitos proselitistas sin límite y escrúpulo, prácticamente sin control del CNE y la Contraloría General de la República; el Centro Carter evidenció dicha situación: “En el periodo previo al referéndum revocatorio, los observadores del Centro Carter constataron la existencia de una abrumadora campaña a favor del NO, en contraste con una campaña mucho menos visible por el voto SI, lo cual parecía reflejar una significativa asimetría de recursos. Los representantes de la oposición confirmaron que ellos estaban organizando una campaña menos visible, de puerta en puerta, instando a que la gente votara”. (Centro Carter. Observación del Referendo Revocatorio Presidencial en Venezuela).

La oposición comenzó a trabajar en un proyecto de elecciones primarias para elegir al “candidato unitario” una vez revocado Hugo Chávez, así como en la presentación del plan programático denominado “Consenso País”, cuya elaboración data del mes de marzo del 2004, y corrió a cargo de la Comisión Consenso País de la Coordinadora Democrática (CD). Enrique Mendoza – directivo de CD- requirió la realización del referéndum con conteo manual y exhaustivo de todos los votos, mostrándose contrario a la automatización. Las exigencias electorales opositoras fueron satisfechas por el CNE, el cual aceptó la auditoria de una porción de los sufragios e incluso llamó a acatar los resultados electorales siempre que fueran validados por la OEA, por el Centro Carter y PNUD”. (El Nacional, 11 de agosto de 2004: A/4).

El financiamiento oportuno de altos precios petroleros fortaleció la política “populista” denominada “misiones” de carácter asistencialista, dirigida exclusivamente por Hugo Chávez fuera de la estructura administrativa y presupuestaria, lo que implicaba la falta de cualquier control institucional, denominándose “gasto social” a través de los fondos creados por las “reservas excedentarias” a discreción del Ejecutivo correspondiendo a la concepción político –electoral que reclamaba el apoyo partidista al gobierno. Chávez revelo el origen de ésta: “Una encuestadora internacional recomendada por un amigo que vino a mitad del 2003, pasó como dos meses aquí y fueron a Palacio y me dieron una noticia bomba: Presidente, si el referéndum fuera ahora usted lo perdería … y empezamos a inventar las misiones… diseñamos aquí la primera y empecé a pedirle apoyo a Fidel … y entonces empezamos a remontar las encuestas (…) Si no hubiéramos hecho la cedulación ¡ ay Dios mío ¡ yo creo que el referéndum revocatorio lo hubiéramos perdido” (12-11-04).

El diputado oficialista Carlos Escarrá ratificó esta estrategia en una entrevista: “el referéndum revocatorio de agosto del 2004 lo ganaban a partir de dos misiones: Barrio Adentro e Identidad, porque a través de ellas el chavismo inscribió 2 millones de personas en el Registro Electoral y el Gobierno triunfo con una diferencia de 1.900.000”.

El día de celebración del referendo –15-08-04-, según el informe de la Misión Observación Electoral – Organización de Estados Americanos, Centro Carter, Programa de la ONU- constató que las largas colas de votantes durante la jornada se debieron a las demoras experimentadas en los centro de votación; en muchos casos se esperaron horas para ejercer tal derecho, siendo uno de los inconvenientes del retraso el proceso automatizado la captación de huellas dactilares que no era parte del proceso electoral.

El CNE lo justificó con el objeto de realizar un banco de captación de huella. La Observación señaló: “La lentitud con que se desarrollaba el proceso generó, en varios casos, tensión, nerviosismo y descontento entre los votantes (…) Las tensiones que se generaron el día de la votación por la presencia masiva de los ciudadanos, los problemas con las maquinas cazahuellas, las interminables colas y el cierre hasta la media noche crearon un clima de mala voluntad que infortunadamente no se pudo corregir con los prontos resultados. (Informe del Secretario General de la OEA).

La OEA realizó un trabajo de campo que recogía información producto de sus observaciones; utilizó un sistema de transmisión con capacidad de envío de mensajes a la totalidad del grupo de observadores. Igual tecnología se utilizó para la información relativa al conteo rápido; en este tipo de actividad los observadores se trasladaron a determinados centros de votación seleccionados al azar para obtener los resultados de las mesas. Posteriormente se calculaban las proyecciones para verificar los resultados oficiales al centro de totalización del CNE, El Centro Carter aseveró que el conteo rápido coincidió con la “tabulación nacional de votos del CNE”, con menos del uno por ciento de diferencia. El conteo rápido de Súmate arrojó similares resultados.

El cierre del proceso de votación estuvo oficialmente programado hasta las 4:00 pm, pero fue prorrogado hasta las 6 pm y 8.00 pm para posteriormente finalizar a las 12.00 pm.

La “Observación” constato que “(…) el sistema electrónico de votación y transmisión de datos implementado para la votación fue adecuadamente auditado, presentando todas las condiciones para asegurar el secreto y la fidelidad del voto, así como la transparencia general del proceso. El correcto funcionamiento del sistema se comprobó mediante auditaría realizada luego de la votación. La totalización de las mesas electorales se realizó a través de un sistema informático para el sistema automatizado, la transmisión de las actas de escrutinio, su respectivo ingreso en la base de datos, la certificación y su totalización”. En el caso del conteo manual, se transmitió una imagen por scarner del acta original de escrutinio desde las Juntas Electorales Municipales al CNE, para ser transcrita y certificada e ingresarla a la base de totalización.

La “Observación” dejó constancia de que, si bien no tuvieron contacto directo con el sistema de totalización, evaluaron los datos suministrados por el CNE:

1) Conteo rápido – proyección de resultados- no hace el Informe de Observación referencia a las conclusiones obtenidas.

2) Auditorías llevadas por el CNE, que consistieron en cotejar o comparar los resultados de las actas de escrutinios con las boletas de votación depositadas en la urna y con el registro de los votos que emitía la maquina en el denominado “chorizo”. En la auditoria última se chequeó el sistema de transmisión de los datos de la mesa electoral al sistema de totalización del organismo electoral y sistema de totalización de votos.
Los resultados definitivos fueron los siguientes: NO: 5.800.629 (59,25%). SI: 3.989.008 (40,74%). ABSTENCIÓN: 30,02%. Votos válidos: 9.789.637. Votos nulos manuales: 24.994. Total escrutado: 9.815.631.

Hugo Chávez aseveró al respecto: “He recibido un nuevo apoyo del pueblo venezolano, que agradezco. Fui sometido a un examen y lo aprobé. Todos aprobamos el examen, en paz y en democracia. Una nueva relegitimación de casi 60% de aprobación. Yo creo que esto también es histórico”. (El Nacional. 24-08-05). “Esa gente sacó 4 millones de votos, no crean que es para sentirnos victoriosos… ¿Se dan cuenta que sí tenían las firmas?”. (El Universal. Expediente.11-12-2005). Para La socióloga Marta Harnecker, el triunfo de Chávez significó “un enorme espaldarazo a la intentona revolucionaria y plantea la necesidad de seguir avanzando en su consolidación transformándolo en algo irreversible”.

Teodoro Petkoff manifestó que no resultaba imposible que el oficialismo hubiera ganado el referéndum, y prestó argumentos lógicos y racionales al respecto. Sostuvo que una política opositora requeriría una definición correcta de la “naturaleza del régimen”, manteniendo un “diagnóstico equivocado” sobre el “carácter del chavismo” definiéndolo por una “dictadura totalitaria” la política que derivó de ello fue “golpista e inmediatista” y condujo a “costosas derrotas”.

La fuerte “propensión autoritaria del chavismo”, acentuada por el “temperamento autocrático” de su líder, no significa se pueda definir lo que existe como una dictadura y mucho menos como un régimen totalitario. El margen de democracia y legalidad no habían desaparecido y los “rasgos formales” de la vida democrática, por lesionados que estuviesen, han sobrevivido pero encontrándose permanentemente en el peligro que el chavismo los reduzca cada vez mas; sin embargo daba un significativo margen para la acción política.

Aseveró Petkoff que Chávez pudo leer acertadamente el resultado electoral, comprendió que debía tender algunos puentes hacia la mitad del país que lo adversaba; cuando la Coordinadora Democrática soslayó el llamado al “dialogo” proponiendo luego condiciones, dejó que pudiera mostrarse como portavoz de la amplitud y la Coordinadora Democrática lució estrecha y sectaria, dando pie para reasumir prontamente Chávez su habitual estilo camorrero. (Teodoro Petkoff, Dos izquierdas. Poner los pies en la tierra. Alfadil Ediciones, 2005).

La oposición calificaba el procedimiento electoral automatizado por «fraudulento», lo que llevó a no participar en las elecciones regionales de octubre del 2004 y parlamentarias del 2005. Se le responsabilizó públicamente al coordinador Enrique Mendoza, quien tenía la vocería de la Coordinadora Democrática, no presentarse en público para convocar a la protesta masiva, siendo el principal recurso político del movimiento opositor con objeto de respaldar la tesis del “fraude”. Henry Ramos Allup asumiría la vocería la madrugada del 15 de agosto, siendo la última acción conjunta de la Coordinadora Democrática como grupo político.

Mendoza dijo haber percibido que la militancia opositora no estaba dispuesta a seguir instrucciones, aunado a un deterioro de éste como líder individual. Aseguró que entregó a los observadores internacionales pruebas del fraude cometido en el CNE y repudió el ataque a un grupo de opositores por simpatizantes del oficialismo armados que dispararon a mansalva conforme a la evidencia fotográfica en la Plaza Altamira, siendo asesinada la señora Maritza Ron mientras protestaba por el presunto fraude (El Nacional, 17-08- 2004. A/6). En abril del 2006, la decisión de la sala 6 de la Corte de Apelaciones de Caracas anuló la condena de 11 años y 5 meses de presidio a los que dispararon contra ella.

Mendoza sería elegido diputado a la Asamblea Nacional para el periodo 2010 -2015, teniendo una actuación realmente magra.

El Jefe de la Misión de la OEA – Valter Pecly Moreira- ante la reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA –25-08-04-, avaló los resultados del referendo revocatorio y al sistema informático.

El Secretario General, César Gaviria, expresó: “Técnicamente era imposible manipular el sistema electrónico. No hubo fraude en nada de lo que observe”. Confirmo que la cuenta de los resultados realizados por la OEA son totalmente compatibles con los presentados por el CNE». Lamentó el hecho que los directivos del organismo comicial venezolano atendiera líneas partidistas: “Porque el presidente Chávez tenía una enorme mayoría en la Asamblea Nacional Constituyente, y en los procesos hay una concentración de amigos del presidente y de gente de sus partidos en el CNE y en el Tribunal Supremo de Justicia”. Agregó que el Consejo Nacional Electoral en algunas circunstancias “términó decidiendo por líneas partidistas”.

A esta aseveración el presidente Chávez respondió: “No pudo conseguir ninguna razón para atacar el referendo comenzó a echar un cuento allá en el Consejo Permanente de manera irresponsable” (…) “Me causó indignación señor presidente (del CNE) oír al indigno secretario general de la OEA decir tamaña mentira en la reunión del Consejo Permanente. Como no conseguía que decir comenzó a echar un cuento y llenarlo de basuras, de medías verdades y de grandes mentiras. Como aquí no tenemos pelos en la lengua y defendemos con ardor la dignidad de nuestro pueblo, pues le digo doctor Gaviria que no sea mentiroso que eso no fue así”.

Chávez ha calificado posteriormente a la actuación del Secretario General de la OEA – Cesar Gaviria – después de la coyuntura de Abril del 2002, como “… la presencia de la OEA, la presión de la OEA, para tratar de convertirnos en un país monitoreado, un país subalternizado, intervenido…”

El informe del Centro Carter, según aseguró Asdrúbal Aguiar: “En lo particular, Carter señala que se trató de un proceso “afectado por algunas irregularidades, demoras, politización e intimidación”. Y una “marcada falta de transparencia” también acompañó a la toma de decisiones generales del Poder Electoral. Tanto que “las decisiones más controversiales, en particular aquellas que favorecían al Gobierno, se tomaron por un voto de 3-2” no encontrándose “evidencia ni en una sola ocasión de una decisión favoreciendo a la oposición con votación dividida de 3 contra 2”

El Consejo Permanente de la OEA -27-08-04- aprobó la Resolución por unanimidad. Se hizo un reconocimiento al presidente Chávez por su victoria en el referéndum revocatorio: “Considerando que el gobierno constitucional del presidente Hugo Chávez Frías ha cumplido con las normas constitucionales de su país y con los compromisos adquiridos con la comunidad hemisférica, al cooperar en la realización del referido referéndum, contribuyendo así fortalecer la democracia en las Américas (…) Resuelve: hacer un reconocimiento al pueblo de Venezuela y a sus instituciones políticas democráticas por la conducta cívica demostrada en el proceso refrendario y al presidente Hugo Chávez Frías por haber logrado una ratificación exitosa de su mandato”.

Los EEUU se plegó en último momento a esta resolución solicitando a la “oposición” presentar pruebas del fraude, particularidad que coincidía con la expresada por el Secretario General Gaviria: “Llamamos a los observadores internacionales a investigar exhaustivamente todas las preocupaciones creíbles sobre el fraude electoral que denuncia la oposición , y del mismo modo llamamos a todos aquellos preocupados por un posible fraude electoral a presentar la evidencia a la OEA y al Centro Carter”. (Adam Ereli, portavoz adjunto del Departamento del Estado).

El embajador de los EEUU ante el Consejo permanente de la OEA, John Maisto – primer embajador norteamericano del gobierno de Chávez – requirió se reconociera en la Resolución que “el proceso estuvo plagado de problemas técnicos y operativos”.

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