26: El libro de Sánchez-Rugeles para recordar a Luis Machado

El libro, que es una recopilación de testimonios -y según Rugeles- una «apología a los percances  que puede encontrar un joven viviendo en Venezuela», fue escrito bajo la dirección de la madre del fallecido, Mayra Valdes, quien declaró para El Estímulo aportando detalles de la muerte de Luis y el trabajo realizado.

«Había un plantón y tenía que ir a Mariche (afueras de Caracas) para una reunión de trabajo, se fue en su moto. En la Prados del Este solo había un canal habilitado, Luis lo tomó y otro motorizado venía en contravía. Chocaron y los dos murieron. Fue un 14 de Junio», recordó Valdes.

La señora Mayra está decidida a mantener viva la memoria de su hijo. En ella se ve una incansable determinación al respecto y una calma extraña, característica de quien aprende una lección de golpe.

«Desde el momento que se murió, yo como madre sentí que no podía dejar que desapareciera, mi objetivo inicial es que permanezca en el tiempo. He hablado con muchas madres que les ha pasado esto, algunas han elegido un camino espiritual, hacer una fundacion, otras se rinden. Pero lo que es cierto es que tu vida cambia, tu esencia cambia. Mi prioridad es esta ahora».

Con sinceridad, la mamá de Machado declaró que no es un libro exclusivamente feliz.

«A mis hijos les ha tocado muy duro, Luis vivía excesos como muchos jóvenes. ‘Normales’ pero peligrosos al fin. Le agradezco que nos dejó muchos mensajes, en especial, que todas sus dificultades las transformaba».

Luis Machado no estaba cerca de los movimientos de manifestantes de 2017, pero era plenamente consciente de la situación en Venezuela y según su madre, nunca quiso abandonarla.

«La vida de Luis es una representación de muchos jóvenes en este país. Tuvo muchas oportunidades de irse del país, pero nunca quiso. Sentía que estaba haciendo su papel. Mi hijo estaba muy bien formado. Quería que ese recuerdo se mantuviera».

Sánchez-Rugeles, el autor del libro que ahora vive en Madrid, declaró en entrevista con El Estímulo que se enteró de la muerte de Luis por medio de una colega.

El escritor fue profesor de Machado en el Colegio San Ignacio de Loyola, y su promoción -la 81- fue la última que se nutrió de su docencia. Cuando le avisaron sobre el fallecimiento de Luis, escribió un texto en su web titulado «Recuerdos de una clase de Goya», que impulsó el proyecto del libro, por la lectura de alguien que quedó impactado.

«La madre de Luis me llamó a mi casa en Madrid porque leyó el texto que escribí. Ella me invitó a hacer un libro sobre la memoria de su hijo».

Eduardo se sintió honrado por la propuesta y realizó las conexiones necesarias para realizar el proyecto. Contactó a los amigos y familiares mas cercanos al difunto para recopilar sus testimonios. Resalta que el trabajo se centra en Luis, pero tiene «detalles» interesantes.

«El libro se centra en la juventud de Luis, como su título -26: La vida de Luis Alberto- lo indica. Se desarrolla explicando la pérdida de un joven en un entorno bastante degenerativo, vil y trágico. Lo que pasó el año pasado nos sensibilizó a todos. Hubo demasiada violencia», aseguró Sánchez.

Aunque Luis Machado no era partícipe de las protestas, el autor afirma que en el «fondo» del libro se puede apreciar la situación que se vivió y se vive en Venezuela: «A pesar de que se focalice en Luis Machado no pierde de vista la situación y los terribles asesinatos, es un telón de fondo que nos acompaña».

Aseguró que el lector puede esperar una reflexión situacional sobre el país a través de la figura de Luis Alberto.

El bautizo

Para bautizar el libro se realizó este jueves 14 de junio, en memoria del día en que falleció Luis, una ceremonia en la Quinta Esmeralda. Ahí, se sostuvo una misa dedicada a él que contó con la participación de la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho, dirigida por Elisa Vegas.

La periodista Shirley Varnagy moderó el evento, en el cual sostuvieron palabras conmovedoras varios participantes.

Primero, una carta de Eduardo Sanchez-Rugeles fue leída por Maria Alesia Machado, hermana del difunto, en la que el escritor aseguraba que aunque el lo había escrito, el libro era obra de la madre del difunto, Mayra Valdez, quien impulso todo lo referente al proyecto e hizo lo hasta lo imposible para que la publicación, logrando el bautizo en el día deseado.

Después, un amigo cercano de Luis leyó una carta de otro compañero que estaba en el exterior del país.

Finalmente, Lorenzo Mendoza, quien escribió el prólogo, describió de una manera espectacular la trascendencia de lo que puede representar el dolor y dio algunos consejos para los jóvenes presentes.

El libro estará a la venta a partir de esta semana en las principales librerías del país. Parece ser que la gran lección del evento y del libro, es que nuestro temor no es la muerte interrumpiendo nuestras vidas, aunque seamos muy jóvenes. El verdadero miedo es no haber vivido y disfrutado lo suficiente.

Al parecer, Luis hizo ambas.