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300.000 personas sin asistencia sanitaria tras ataque a hospital de Médicos Sin Fronteras

Estados Unidos reconoció el lunes que el ataque al hospital de MSF, que el sábado acabó con la vida de al menos 22 personas, fue solicitado por sus aliados afganos al recibir fuego enemigo.

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Foto: EFE

Tras el bombardeo del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz (Afganistán) por parte del Ejército estadounidense no hay ningún centro sanitario en la región, por lo que más de 300.000 personas no cuentan con atención médica especializada, denunció hoy la ONU.

«El hospital de MSF era el único hospital para tratamiento de trauma funcionando en la región. Con su desaparición, más de 300.000 personas se han quedado sin ningún hospital de referencia, sin asistencia sanitaria», indicó en una rueda de prensa Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU.

Estados Unidos reconoció el lunes que el ataque al hospital de MSF, que el sábado acabó con la vida de al menos 22 personas, fue solicitado por sus aliados afganos al recibir fuego enemigo.

Laerke explicó que tampoco hay personal humanitario presente en la ciudad o alrededores, por lo que la ONU desconoce el alcance de las necesidades de la población que ha sufrido los intensos combates entre los milicianos talibanes que ocuparon la ciudad y las fuerzas regulares afganas que querían reconquistarla.

Oficialmente, el Gobierno afgano retomó el control de Kunduz ayer, pero Laerke señaló que hace 24 horas todavía había combates en la urbe.

«No sabemos el alcance de la asistencia que se precisa, estimamos que habrá que asistir con comida, albergue, atención sanitaria de emergencia, apoyo psicosocial, como en cualquier situación posconflicto».

El portavoz recordó que el aeropuerto sigue cerrado y que el acceso por carretera a la ciudad es casi impracticable.

Asimismo, dijo que los servicios de agua corriente y electricidad siguen sin funcionar, pero advirtió de que el impacto de los combates en la vida diaria de los habitantes se desconoce.

Laerke subrayó que al menos 8.500 personas que huyeron de los enfrentamientos se han convertido en desplazados internos a los que habrá que asistir mientras no regresen a sus hogares.

Por otra parte, el portavoz de la ONU en Ginebra, Ahmad Fawzi, no consiguió responder a la pregunta de si el secretario general de la Organización, Ban Ki-moon, está conformando o no la supuesta comisión de investigación independiente por la cual abogó al condenar el ataque.

Estados Unidos ha anunciado que está llevando a cabo una investigación, pero tanto MSF como la ONU han solicitado una investigación imparcial e independiente.

MSF ha denunciado que el hecho de que las autoridades afganas justifiquen el bombardeo estadounidense a un hospital de la ONG porque en él había talibanes supone «reconocer un crimen de guerra».

«Una comisión de investigación se establece cuando ha habido un potencial crimen de guerra. Ban ha pedido una comisión, pero no sé si la está creando o no, o si está hablando con las partes o no», subrayo Fawzi.

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