5 claves para usar bien el oxímetro
El frío y los esmaltes de uñas pueden afectar la medición de los niveles de oxígeno. Cuando baja de 90, la persona debe tomar medidas
Salud
El oxímetro (también llamado saturómetro) es un pequeño aparato, fácil de usar y de comprar, que mide la saturación de oxígeno en la sangre con solo colocar un dedo. Funciona porque emite rayos de luz que atraviesan la piel y pueden leer el nivel de oxígeno de una persona en segundos.
Toda persona sana debe tener su saturación de oxígeno en un nivel de 95 hacia arriba. En una persona con covid-19, o con cualquier infección respiratoria, el nivel de oxígeno puede bajar rápidamente sin que la persona lo note, hasta que ya está en niveles graves. El médico Julio Castro, que recomienda su uso, ha establecido los siguientes parámetros: Normal, igual o mayor a 95; alerta amarilla, de 90 a 95 y alerta roja (o busque atención médica urgente) es de 90 para abajo.
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Los oxímetros son bastante acertados en su medición. Pero para estar seguros de que se está usando correctamente (y por tanto, midiendo correctamente), el Centro Médico Docente La Trinidad compartió estas 5 claves:
- Frío. Tener las manos frías puede entorpecer la lectura del oxígeno. Es recomendable calentarlas un poco antes de usar el oxímetro, frotándolas una contra otra.
- Uñas. Las uñas pintadas o demasiado largas pueden obstaculizar que los rayos de luz del saturómetro lean bien los niveles de oxígeno en sangre. Esto empeora con los esmaltes permanentes o semipermanentes, tan de moda actualmente, que dificultan notablemente la medición.
- Dedo. Es mejor usar el dedo índice o el del medio. Hay que introducirlo por completo dentro del aparato.
- Esperar. Los niveles de oxígeno reflejados en el saturómetro varían al principio. Hay que esperar de 20 a 30 segundos para que se fije en el nivel correcto.
- Registro. Mantener un registro de los valores de cada persona ayudará a notar rápidamente un comportamiento irregular o un descenso significativo.
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Cuando hay insuficiencia respiratoria, el cuerpo empieza a buscar cómo compensarla, y así es como comienzan las complicaciones en los pulmones y otros órganos.
