El Estímulo

5 puntos a atender por el Fútbol Venezolano

El fútbol es un producto inacabado, esto significa que es un sistema abierto y permeable a nuevas influencias y modificaciones que lo mantienen dentro de lo que se conoce como complejidad. Pero no es únicamente el juego lo que está en continua revisión; la organización debe reflexionar permanentemente para no caer en la comodidad que ofrece la mediocridad.

Publicidad
(Carlos García Rawlins/Reuters)

Al periodismo se le acusa de criticar sin ofrecer soluciones, y cuando lo hace se le señala de invadir territorios que no le competen. Pero aún así, vale la pena intentarlo.

No quiero entrar en defensas corporativas porque aborrezco esas generalidades. Sí siento que cada una de mis críticas ha tenido como objetivo señalar lo que creo que está mal y promover cambios, pero para seguirle la corriente a los enemigos del progreso, y aprovechando la coyuntura que vive el fútbol en todo el mundo, voy a ofrecer algunos pasos a seguir por la dirigencia criolla en aras de promover la competitividad y mejorar lo que ya existe.

Debo aclarar que esto que aquí planteo no está escrito en piedra, ni tampoco lo presento como publicidad electoral. Le dije hace unos días que no me encontrarán en el plano propagandístico ni mucho menos en el de la descalificación, pero es necesario repasar cinco ítems que deben ser estudiados con cierta urgencia, so pena de que nos acomodemos en una peligrosa zona de confort.

1. Llevar el torneo a 16 equipos. La realidad competitiva de la primera división exige pensar que ésta debería estar integrada por 10 conjuntos, pero es utópico pensar en una dirigencia comprometida hasta el punto de aceptar su descenso a segunda división. Es por ello que 16 conjuntos es buen punto inicial que además reforzaría directamente a la segunda división, algo extremadamente necesario si la meta es potenciar el torneo de primera.

2. Primera orden comercial: encontrar un sponsor, ajeno al mundillo del fútbol, para el arbitraje. No se puede mantener a los jueces alejados de esta bonanza financiera que llegó de la mano de la TV internacional. Entre los posibles patrocinantes estarían las compañías telefónicas o alguna aseguradora, siempre y cuando éstas se comprometan a no promover equipos. La meta no es otra que garantizar la preparación y la formación del referato criollo, lo que consecuentemente empujaría al colegio de árbitros a promover la excelencia, como en cualquier ámbito profesional.

3. Establecer como norma de obligatorio cumplimiento un calendario en el que las fechas se jueguen viernes, sábado, domingo y hasta los lunes. De nada sirve el esfuerzo de la TV si los equipos siguen anclados en el viejo y romántico concepto de que el fútbol se juega los domingos exclusivamente. De cumplirse esto que ha sido propuesto por GolTV y otras plantas con anterioridad, todos los clubes podrían contar con retransmisión televisiva, y por ende, mostrarse ante el país y el mundo.

4. La Federación Venezolana de Fútbol y/o la Asociación de Clubes -cuan positivo fuese una sociedad entre ambos- tendrían que obligarse a crear campañas educativas para prevenir la violencia. No me refiero a boletines ni volantes, ni mucho menos a tweets. Ha llegado la hora de visitar escuelas, barrios y demás lugares para hablar de las consecuencias que traen estas conductas contrarias al espíritu del deporte. Esto ayudaría además a que estos equipos atraigan más seguidores. Ya basta de estadios vacíos y falsas soluciones como reservarse el derecho de admisión; los problemas deben ser atacados desde la raíz.

5. Los clubes deben apartar un pequeño porcentaje de lo que reciben por la TV para comprometerse a mejorar la formación en sus categorías menores. Comprendiendo la difícil situación económica del país, la solución ideal sería traer a diversos especialistas extranjeros que aporten en la educación de todos los entrenadores de categorías infantiles. Un invitado por mes, sea del país que fuere, no suena descabellado y ayudaría infinitamente más que los campamentos vacacionales que tanto promocionan y poco aportan. Imaginemos a los formadores venezolanos participando en este intercambio de ideas 12 veces al año…

¿Ve, mi estimado lector, cuán sencillo es?. Hay miles de opciones más, y eétas que aquí presento no constituyen verdades absolutas. La única intención es llamar la atención de quienes hacemos vida en este deporte, justamente para recordar que nada esta hecho y es mucho lo que falta por construir. Pero es necesario retomar el concepto inicial y promover un estado de reflexión permanente, y es que si queremos equipararnos a nuestros competidores externos, debemos trabajar dos y tres veces más que ellos.

Ya lo expresé alguna vez, y aún cuando algún directivo se molestó, y en un acto de malcriadez llamó a mis superiores exigiendo mi despido, me sostengo en aquel viejo y vigente pensamiento: la internacionalización del espectáculo es solo un pequeño paso en el largo camino que queda por recorrer. Sumamos o nos estancamos, y estancarse es morir.

Publicidad
Publicidad