Al menos un 80% de las familias venezolanos no están cumpliendo con los estándares alimenticios necesarios para tener una buena salud. Entre los datos proporcionados se pudo notar que el consumo de proteicos ha disminuido a la mitad con respecto a los últimos tres años, y que por otro lado, este rubro ha sido suplido por tubérculos (papa, ñame, yuca, ocumo, entre otros), cuyo consumo ha aumentado casi un 60%.
La dieta del venezolano, al centrarse en arroz, maíz, harina de trigo y tubérculos está imposibilitando la ingesta de hierro, zinc, vitamina A y complejo B que proporciona la proteína. Otro rubro del que se disminuyó significativamente su consumo con respecto al año 2016 fue el de las hortalizas.
A esto se suma la baja ingesta de lácteos; además los pocos que hay, no cumplen con estándares de calidad que proporcionen una composición óptima de proteínas, calcio y ácidos grasos.
La encuesta enfatiza que la ingesta alimentaria del venezolano ha perdido cantidad y variedad, por lo que la tildan de “anémica” debido a la disminución importante de micronutrientes, en particular del hierro. De hecho, 6 de cada 10 venezolanos ha perdido aproximadamente 11 kg de peso en el último año por hambre.
De las familias encuestadas, 89,4% considera que el ingreso familiar es insuficiente para cubrir sus necesidades alimenticias, 70,8% no poseen alimentos suficientes para satisfacer su núcleo familiar y 70,1% demandó que en los últimos tres meses se han quedado sin dinero para adquirir los rubros.
En cara a la crisis, 63,2% se ha saltado comidas debido a la insuficiencia, 79,8% ha comido menos para rendir los alimentos, 78,6% ha disminuido el consumo de alimentos porque no ha conseguido comida para comprar y el 61,2% se ha acostado a dormir con hambre en algún punto de los últimos tres meses.
Finalmente, a lo largo de la encuesta pudieron determinar que 8,2 millones de venezolanos ingieren dos o menos comidas al día debido a que 9 de cada 10 venezolanos no poseen la capacidad económica para cubrir la alimentación diaria
Entre los factores mencionados por la Encovi que han afectado la crisis alimentaria se mencionó la hiperinflación, que ha llevado a una continua perdida del poder adquisitivo; el control del Estado en la distribución de los CLAP; la falta de variedad en productos que no permite la sustitución de alimentos y que ha conllevado a una «monodieta»; y el colapso en la infraestructura de alimentación y salud.