La situación es preocupante. Hace unos días, la excelente periodista venezolana Geraldine Carrasquero hacía una lista comparativa de los tiempos que cada selección tomó en relevar a su técnico, una vez que decidió cambiarlo y la diferencia del resto con Venezuela es, cuando menos, alarmante.
La falta de comunicación al respecto de parte de las autoridades de la FVF ha hecho que las dudas se incrementen y la especulación tenga un espacio cómodo en esta situación. Suenan nombres y, con la misma fuerza que emergen, se derrumban. Todo en la propiedad espesa de lo que es la suspicacia.
En las últimas horas se ha escuchado que Leo González habría sido tomado en cuenta, nuevamente como interino, para dirigir las dos fechas de noviembre, ante Ecuador y Perú. Con esos dos partidos, serían ocho en los que el valerano habría estado al frente de la Vinotinto, cantidad y tiempo suficiente como para superar ese calificativo tan chocante de “interino”.
Creo que el ex defensor central debería ser el encargado de asumir las riendas, al menos, hasta el final de la eliminatoria. Con el tren a Catar ya extraviado, seguir al frente es lo más acorde a la lógica si se analiza una serie de elementos y circunstancias que a continuación describo. Estas son las razones:
- Conoce el grupo, conoce al futbolista venezolano: Si algo golpeó duro al proceso de José Peseiro fue el desconocimiento del futbolista venezolano y creo que son muy escasos los técnicos no nacionales que tengan referencias precisas sobre los futbolistas del patio. Habrá que tomar tiempo para la familiarización y creo que las circunstancias no están para darse esos lujos. Si bien en la competencia se haya perdido el objetivo, más allá que ensayar en los partidos que quedan es necesario consolidar una idea, un grupo, un estilo, un once. Y Leo González ya tiene el tiempo suficiente al frente como para asentarlo.
- Ya sabe lo que es ganar: Si bien los resultados, en líneas generales, no han sido favorables para Leo González en su periplo de seleccionador, la victoria ante Ecuador ya indica que con el fútbol que propone hay una vía que puede llevar a los resultados positivos, que no todo es un total desastre como se quiere hacer ver. Hay material, hay ideas y capacidades para encontrar la senda triunfal.
- Tiene una idea futbolística definida y un concepto claro de lo que busca: Desde que asumió, lo que pregonó lo cumplió. Le brindó confianza al futbolista para que eliminara la presión y diera rienda suelta a su talento con responsabilidad. Y el futbolista lo supo asumir y en líneas generales se vio una Venezuela que ha sabido aprovechar mejor el talento individual de los suyos. Falta que se ponga al servicio del colectivo. Su propuesta es clara: 4-2-3-1, logrando consolidar los laterales (materia pendiente eterna) y sin complicaciones y excesos defensivos, ha podido dominar muchas facetas del juego. Los primeros setenta minutos contra Brasil son el paradigma a lo que se debe apuntar.
- Ascendencia sobre el grupo: Lo respetan y se da a respetar. Los episodios de indisciplina y las medidas adoptadas han dejado claro que más allá de ser un técnico interino, tiene autoridad para exigir respeto. El grupo ha sabido reconocer la figura de un hombre de fútbol venezolano y esto es un paso grande y esencial para que haya comunión.
- Conoce el medio de las eliminatorias sudamericanas: Otro aval que muy pocos técnicos que han sonado como posibles candidatos al banquillo, tienen. Jugar el premundial CONMEBOL debe ser lo más difícil en el mundo y Leo González, con altos y bajos, ya sabe lo que es la rudeza de tener que disputar tres partidos de este calibre en una semana, con todo lo que eso representa. Un aspecto que golpeó a Peseiro y que puede sorprender a un técnico que no esté preparado ni conozca al medio.
- Disposición para asumir: Ya se sabe que estaría dispuesto a asumir por dos fechas más si es necesario. Aunque haya hecho otras declaraciones con anterioridad, ante la consulta de si asumiría los dos partidos de noviembre, ya aseguró que lo haría con todo gusto. Y encontrar un técnico exitoso con esa disposición ante el incendio que es el banquillo Vinotinto, no es otra cosa que admirable.
- Habrá tiempo si es necesario de encontrar un técnico extranjero: Con la calma de saber que hay técnico, al menos para lo que resta de Premundial, si la decisión federativa es insistir en contratar un técnico extranjero, puede buscarlo con calma sabiendo que Leo González estará al mando en lo que resta de ese trayecto. Estoy seguro que si los resultados le acompañan, no habrá que seguir dando más vueltas en el mercado internacional.
- Identificó las deficiencias: Sabe que la pelota parada es un quebradero de cabeza que hay que solucionar de inmediato. Que la concentración los noventa minutos es necesario recuperarla y que hay problemas de solidez en el arco que hasta hace poco, era la mejor carta de presentación del seleccionado. Con el compromiso demostrado con los que ha contado y el tiempo para trabajarlo, oh sí, el odioso e implacable tiempo, estoy convencido que podrán afinarse dichos aspectos.
- Es la opción económica ante la crisis: Aunque se lea pedante, si el argumento es que no hay recursos que cubran lo que cuesta contratar un técnico de “jerarquía internacional” como se ha esgrimido, demostrado en todo el “Affaire Peseiro”, Leo González es, sin duda, la opción más económica de las que se puedan presentar. Su trabajo al frente del Deportivo Lara no ha sido ápice para que asuma la responsabilidad y por lo tanto, por plata seguramente no se detendría el valerano para asumir ya no de manera interina.
Todos son argumentos debatibles. Pueden tener peso o no para una decisión, pero encuentro suficientes razones para darle el cargo a Leo González, al menos hasta final de la eliminatoria.
