Venezuela

Las cartas que jugarán el chavismo y la MUD en el referendo a Maduro

El Gobierno y la oposición se enfrascaron en un nuevo pulso con el referendo revocatorio a Nicolás Maduro. La Mesa de la Unidad Democrática apuesta por activar este año la consulta, aunque el oficialismo lo descarte de plano. El chavismo aguarda y comenzará a mover sus piezas a medida que la crisis se agrave.  La fuerza en la calle será la que decidirá realmente este juego político, según analistas.

Publicidad
FOTOGRAFÍA: FERNANDO LLANO | AP

Quieran o no, los simpatizantes del chavismo y la oposición iniciaron la semana pasada una carrera de largo aliento. El «madrugonazo» dado por la MUD al entregar las 1.800.000 firmas que -asegura- recogió como primer paso a favor de la consulta, dejó al Gobierno descolocado.

Rápidamente, el oficialismo conformó una comisión para verificar las rúbricas ante el CNE, y designó como abogado de Maduro al constitucionalista Hermán Escarrá, quien advierte que de haber referendo, éste se celebrará a mediados de 2017, una fecha que va mucho más allá del ‘deadline’ trazado por la oposición: antes del 10 de enero de ese año.

Siguiendo el guión del chavismo, Maduro dijo que asumirá un referendo en su contra en caso de ser validadas las firmas, pero auguró un desastre en caso de ser activado ante el Poder Electoral.

A pesar del pesimismo dibujado por el mandatario, la esperanza renació en la oposición. La movilización de miles de personas en el primer «firmazo» en las calles, ratificó lo que están advirtiendo las empresas consultoras desde hace un par de meses: se aceleró el deseo de cambio político entre los venezolanos.

Pero de la euforia a la frustración hay un paso, advierte  Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis. El camino del antichavismo al revocatorio es largo y está plagado de obstáculos para llegar al objetivo final.

El politólogo Luis Salamanca explicó que Maduro heredó de Hugo Chávez, no sólo el poder, sino todas las instituciones del Estado que maneja a su antojo, a excepción de  la Asamblea Nacional, que, pese a estar neutralizada por los fallos del Tribunal Supremo, jugará un rol importante en la «hoja de ruta» trazada por la MUD para el revocatorio.

El Estímulo conversó con analistas para saber las fortalezas y debilidades que tiene el chavismo y la oposición ante un evento que podría ser el fin o la transformación obligada de la revolución diseñada a la medida de Hugo Chávez.

Las cartas del chavismo:

Tiempo

Es quizás la carta más fuerte con la que cuenta el chavismo para enfrentar a sus adversarios. La oposición sabe que el tiempo corre en su contra y le urge activar la consulta antes del 10 de enero de 2017. Teme que el Gobierno use tácticas dilatorias para que el referendo no se realice antes de esa fecha, cuando se cumple la mitad del periodo para el que fue electo Maduro, tras la muerte de Hugo Chávez. «Es muy probable que el Gobierno utilice todo su poder para extender plazos», asegura Jhon Magdaleno, director de la firma Polity. Jerarcas del chavismo como Diosdado Cabello descartan la consulta para este año, sepultando de antemano la apuesta opositora.

Si el revocatorio ocurre después de esa fecha y lo pierde Maduro, la Constitución prevé que el vicepresidente -nombrado directamente por el Jefe de Estado- lo reemplace. Si es antes, habría elecciones presidenciales y las perdería el sucesor de Hugo Chávez, estima Datanálisis.

Manipulación institucional

Por más que se vea debilitado por la crisis, Maduro es un enemigo fuerte para vencer. Según Datanálisis, la popularidad del Jefe de Estado cayó 26,8% para marzo, un porcentaje que no debe ser menospreciado por los estrategas opositores, apunta León. El heredero de Chávez, además, tiene la capacidad de manipular las instituciones, vía Tribunal Supremo o el Consejo Nacional Electoral, para bombardear la consulta. «No se descarta que se impongan trabas, recursos administrativos y otros artilugios legales para retardar el proceso», advierte el politólogo Luis Salamanca. «Y eso puede ocurrir claramente en el segundo firmazo, el paso clave del proceso,  mediante la impugnación de las rúbricas», añade Magdaleno.

La alcabala del CNE

Es obvio que todas las miradas se dirigen al Consejo Nacional Electoral, el encargado de validar los pasos tomados para llegar a la votación.  Chavismo y oposición ya están presionando al organismo electoral para defender sus posiciones en el ajedrez político. La MUD acusa a Miraflores de utilizar sus «fichas» en el organismo para interpretar leyes «sobre la marcha», a fin de dilatar la consulta. Pero el control del chavismo al CNE es relativo porque el Poder Electoral tiene que mostrar legitimidad ante el electorado, advierte Salamanca. «Y es por allí por donde debe irse la oposición», agrega. «Tiene que defender sus intereses ante las interpretaciones que puedan hacer rectoras como Tibisay Lucena, Socorro Hernández, Sandra Oblitas o Tania D’ Amelio  a las reglas de juego», prosigue.

Miedo

Es una vieja  carta utilizada por el oficialismo cuando se enfrenta ante elecciones donde se juega el «todo o nada». Desde hace días, sus líderes advierten las consecuencias que generaría la activación de la consulta. Cabello amenazó a los empleados públicos que participaron en las primeras firmas contra Maduro. Salamanca recuerda que las recientes agresiones sufridas por diputados, periodistas y el secretario de la MUD, Jesús Torrealba, por activistas del oficialismo reflejan un mensaje: «El chavismo juega con la violencia selectivamente y tratará de impedir las cosas como sea».

Cadenas y censura

Maduro mantiene un promedio de dos horas diarias «encadenando» obligatoriamente a las radios y televisoras para expresar sus mensajes, sumado a las dos media hora en la que aparece en los medios estatales, según datos de Andrés Cañizález, experto en comunicación.  Recuerda que el uso y abuso de los medios de comunicación es una carta que saca el chavismo en tiempos electorales, con la «vista gorda» del CNE. Y esa política se repetirá en un eventual referendo revocatorio, añade el investigador.

Cañizález tampoco descarta que en el Gobierno haga un «apagón informático» en esta consulta ante el avance de las redes sociales, los canales internacionales de noticias y los portales web informativos en la creación de matrices de opinión, recuerda el analista, citando un sondeo de Datincorp. «Corremos el riesgo que se establezca censuras en los contenidos digitales por parte de una agencia gubernamental», comenta.  Pero Cañizález dice que al chavismo le cuesta mantener el dominio en los medios privados y públicos. «Ese intento de crear un relato único  se irá diluyendo con la crisis, las colas y el desabastecimiento».

Las cartas de la oposición

Aunque numéricamente son inferiores, las cartas de la oposición son poderosas al contar con el creciente descontento social generado por la crisis.

Descontento

La MUD sabe que la vía expedita para tomar del poder constitucionalmente depende de la ineficacia del Gobierno. Magdaleno afirma que la demanda de un cambio político crecerá, a medida que avanza la crisis. Sostiene que al menos 55% de los venezolanos está exigiendo un cambio político. Pero esa demanda no proviene exclusivamente de los sectores de la oposición, apunta el experto. No descarta que el chavismo sacrifique al Jefe de Estado en un eventual referendo para mantener el poder. «Hay incentivos en las bases, pero eso va a tener muchos costos políticos dentro del chavismo».

Presión social

Quizás es el as bajo la manga de la oposición de cara al revocatorio. Una traba legal para impedir la consulta abriría las puertas a un estallido social en Venezuela, coinciden los analistas. Por ello, advierten que la presión es clave para que el Gobierno ceda ante maniobras para evitarla. «Toda obstrucción se irá quitando con la presión política internacional, la presión política interna, marchas y una Asamblea Nacional en desacato a las trabas del TSJ», asegura Salamanca.  Y esa estrategia la conoce muy bien la oposición: «La calle será la que decida el referendo revocatorio», sentenció esta semana Vicente Bello, miembro del equipo electoral de la MUD.

¿Y los militares?

El rol del sector castrense ante un eventual referendo despierta la curiosidad dentro y fuera de Venezuela. A pesar que el Alto Mando se identifica con el chavismo, los generales atenderán la voluntad popular. Eso pasó en las legislativas del 6 de diciembre y se podrá repetir en la eventual consulta, explica Salamanca. «Los militares venezolanos han tenido la tradición de no irrespetar la voluntad del pueblo», advierte el experto. Por eso, recuerda que la voz de los uniformados será determinante, en caso de un revés electoral a Maduro. No obstante, advierte: «Ellos están jugando claro para algunas cosas y ambiguas para otras».

Publicidad
Publicidad