El Aissami aseguró que Caro cuenta con un amplio prontuario policial. Dijo que había sido detenido por primera vez en 1993 por el delito de tráfico de drogas y que estuvo recluido en el ya desaparecido Retén de Catia. De igual forma afirmó que el hoy diputado ha cumplido condenas de 15 años por aquél delito y tiene otra condena de 20 años por un homicidio cometido en 1985.
“Queremos informar sobre la detención del ciudadano Gilber Caro, por sembrar de actos terroristas las calles de Venezuela. Voluntad Popular es culpable de la violencia que pretenden encender el país”, dijo el funcionario en declaraciones desde la sede de la Vicepresidencia, en Caracas.
Según el Vicepresidente, el parlamentario suplente era conocido como el «pran (jefe de cárcel) del carro negro» y estuvo recluido en varios penales como el retén de Catia, La Planta, Rodeo y Yare. Dijo además que en 2004 recibió el beneficio procesal y en 2013 obtuvo su libertad.
Recordó que Gilber Caro participó en una huelga de hambre con varios dirigentes del partido donde milita como Alfredo Jimeno y Juan Guaidó, de quien este último, afirmó el alto funcionario, es muy amigo. Acusó además al recién detenido de ser presuntamente encargado de «las redes penitenciarias de esa organización inconstitucional llamada Voluntad Popular».
«En la actualidad funge como hombre de confianza de Lilian Tintori (…) ejerce labores de seguridad y custodia», resaltó y lo acusó de haber participado también en los sucesos de febrero de 2014.
Afirmó que el diputado fue detenido «en flagrancia», y relató su versión de los hechos que condujeron a la captura.
Dijo que el pasado 8 de enero Caro estuvo reunido en la población fronteriza de Ureña, Táchira, con un grupo de tres ciudadanos -cuya identidad no reveló- cerca de un central azucarero. Según el relato oficial, posteriormente cruzó la frontera colombo-venezolana y se dirigió a la ciudad de Cúcuta donde permaneció «hasta altas horas de la noche» y regresó al país en la madrugada, sin notificar su ingreso al país ni su movimiento migratorio en las oficinas del Saime.
«Eso 9 de enero, la Gobernación del Táchira denunció por Twitter la presencia de Gilber Caro en la entidad y dijo que hubo un hecho extraño que «encendieron las alarmas» (sic).
Refirió que «casi al mismo tiempo» de haberse generado el Tweet por las autoridades regionales, hubo una réplica por la misma red social del general Antonio Rivero, actualmente en el exilio y buscado por la justicia venezolana en donde hacía responsable al gobernador Vielma Mora de lo que podría pasarle al parlamentario.
A juicio de El Aissami, el mensaje de Rivero confirma que sostuvo una reunión con el parlamentario en la ciudad de Cúcuta.
Tras llegar el 9 de enero a Venezuela, Caro supuestamente viajó a otros estados del país como Mérida, Barinas, Portuguesa y Carabobo para sostener reuniones con supuestos grupos «que buscan minar la tranquilidad en el país». El 10 llegó a Puerto Cabello para dormir en la ciudad.
Este miércoles, al ser detenido, Gilber Caro afirmó que sostendría una reunión con el alcalde de Naguanagua, Alejandro Feo La Cruz, también militante de la tolda naranja. Estaba acompañado de su novia, quien llegó al país procedente de Suiza el pasado 22 de diciembre y supuestamente es integrante de Voluntad Popular.
El Aissami dijo que esta detención es lo que calificó como «una respuesta efectiva del Comando Antigolpe», gracias a informaciones de los servicios de inteligencia y «con estricto apego a lo previsto en la Constitución y en las leyes, este ciudadano está siendo custodiado por el Sebin para cumplir su presentación ante las instancias judiciales y que sea castigado con todo el peso de la Ley. Basta ya de impunidad», resaltó.
Aseguró que el caso del dirigente político es «indefendible».
Dejó entrever que estas supuestas acciones realizadas por Caro tienen relación con la movilización convocada para el 23 de enero.
«Apenas comenzamos a desarticular nuevamente maniobras que apuntan a la desestabilización, a la violencia». Subrayó que entre los documentos incautados, además de mapas con planes y rutas, se encontró una lista «con nombres de dirigentes de oposición para ser asesinados y después culpar al Gobierno».
Lamentó que la oposición «no se desmarcara» de este hecho y responsabilizó al partido Voluntad Popular «de promover la violencia en el país».
