Venezuela

El Aissami paga una página del New York Times para responder a EEUU

El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, pagó una página completa del diario New York Times para responder este miércoles las acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que lo involucran con el narcotráfico internacional.

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FOTOGRAFÍA TOMADA DEL TWITTER DE @DIEGOSENIOR

En una misiva dirigida al secretario del Tesoro estadounidense, Steven T. Minuchin y publicada en toda la página A-5 del rotativo, el número dos del Ejecutivo venezolano defiende la política antidrogas implementada por el chavismo en 18 años de gobierno, en especial, a su gestión como ministro del Interior y Justicia.

También acusa a Estados Unidos de asumir un poder extraterritorial para sancionarlo, aunque Washington «no ratifica ningún tratado internacional».

El funcionario afirma que la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro) ha sido embaucada por sectores políticos, cabilderos y agentes financieros (accionistas) «cuyo interés esencial es evitar que Estados Unidos y Venezuela restauren sus relaciones políticas y diplomáticas sobre las bases del mutuo reconocimiento y respeto».

«Esos accionistas no solo carecen de evidencia alguna para demostrar la extremadamente seria acusación en mi contra, sino que ademas han levantado un falso positivo para criminalizar a través de mi al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, un país que decididamente agita la bandera de la guerra trasnacional contra el negocio del trafico de drogas», afirma en la carta.

«Después de recontar lo que califica como sus grandes logros al frente de los cuerpos de seguridad de Venezuela, entre 2008 y 2012, el vicepresidente dice que obtuvo «los mayores progresos en la historia de Venezuela y del hemisferio occidental en la lucha contra los carteles de las drogas».

Dijo que esos logros históricos se miden en el número de narcotraficantes capturados.

Afirma que bajo su liderazgo las fuerzas de seguridad de Venezuela arrestaron a 102 jefes del trafico internacional de drogas que fueron llevados ante la justicia, no solo de Venezuela sino también de otros países. De ellos 21 fueron deportados a Estados Unidos y 36 a Colombia, alega.

Entre 2005 y 2013 fueron decomisadas en promedio 56,61 toneladas de droga cada año, cifra «mucho más alta que los 34,94 toneladas en promedio en los seis años precedentes, cuando la DEA estaba operando en Venezuela», precisa.

«Insisto en que la sanciones de la OFAC son una seria violación contra los derechos humanos y dañan seriamente mi dignidad y su honor».

«Yo no tengo activos o cuentas en Estados Unidos, ni en ningún otro país del mundo y en ambos casos es absurdo y patético que un organismo administrativo norteamericano -sin presentar ninguna evidencia- adopte medidas para congelar bienes y activo que de cualquier forma tampoco yo poseo».

De acuerdo con las tarifas de publicidad del New York Times, un aviso como el publicado por El Aissami tiene un costo de al menos $178.633 para la edición que circula en Estados Unidos o $246.562 en la edición global.

El pasado 13 de febrero el gobierno de Estados Unidos impuso sanciones contra el vicepresidente venezolano después de años de investigación por parte de las autoridades de ese país sobre su presunta participación en el tráfico de drogas y lavado de dinero. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) anunció la incorporación de El Aissami y el empresario Samark José López Bello a una lista de personas con presuntos vínculos con el narcotráfico.

El Aissami asegura que las sanciones en su contra surgen de lobistas y  sectores que «sin ninguna prueba hicieron serias acusaciones muy serias en mi contra» y que buscan «criminalizar» al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

Para el vicepresidente, el problema del narcotráfico en Venezuela proviene de Colombia.

El Aissami se convirtió el pasado 13 de febrero en el funcionario de cargo más alto del Gobierno venezolano sancionado por Washington y en este caso se trata de un castigo impuesto por el Departamento del Tesoro de EE UU que señala al vicepresidente de jugar un papel «significativo» en el tráfico de drogas.

El Departamento asegura que El Aissami ha sido «supervisor» y «poseedor» de envíos de más de 1.000 kilogramos de narcóticos desde Venezuela a México y Estados Unidos.

Con información de EFE

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