Venezuela

Pupú, balas, pintura, lacrimógenas en otro día de protestas y represión en Caracas

Tarros de excremento, balines, gases lacrimógenos vencidos, pintura, carros abalanzados hacia manifestantes. La violencia en Venezuela no da tregua e incorpora novedosos métodos, en una jornada que terminó este miércoles con el asesinato de otro joven en las calles, el número 39, según las cifras de la Fiscalía, en 40 jornadas de violencia política.

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FOTOGRAFÍA: ANDREA HERNÁNDEZ | EL ESTÍMULO

La marcha opositora convocada por la oposición con la intención de llegar a la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) fue frenada nuevamente por policías y militares de la Guardia Nacional, que neutralizaron la protesta con sus chorros de agua, gases y disparos de balines o perdigones cargados de plomo, denunciaron manifestantes a El Estímulo en medio de la refriega de hoy.
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Fotografía: Gustavo Vera
Por el impacto de un objeto contundente, murió Miguel Castillo, un comunicador social de 27 años, quien sufrió una lesión mortal, al ser alcanzado mientras manifestaba en el sector de Las Mercedes, en el este caraqueño, donde un piquete militar impidió el paso de los manifestantes que habían tomado las calles.
El enfrentamiento con los militares incluyó hoy métodos nada convencionales, utilizados por «la resistencia”, como se denominan a sí mismos los jóvenes opositores que después de cada marcha reprimida, desde hace más de un mes, libran intensas jornadas de protestas contra el presidente Nicolás Maduro. Culpan al heredero de Hugo Chávez de consolidar lo que califican como una “dictadura” en Venezuela,  con un proceso constituyente que tachan de fraudulento.
10052017 MARCHA OPOSITORA Andrea Hernandez/EL ESTÍMULO
Fotografía: Andrea Hernández
La violencia fue sentida por manifestantes y militares de la cabeza a los pies. El choque entre David y Goliat incorporó este miércoles a las ‘puputov’: frascos de vidrio o bolsas de plásticos cargadas de excremento. Los proyectiles eran lanzados con resorteras, o con la mano limpia, en dirección a donde estaban los represores y sus vehículos blindados, que terminaron embarrados por los fétidos desechos.
El nombre de la nueva «arma» está inspirado en los cócteles molotov que, junto a frascos cargados de coloridas pinturas, también eran lanzados por jóvenes enmascarados que resistían a las bombas con artesanales escudos elaborados con metal o cartón.
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Fotografía: Andrea Hernández
Las “bombas biológicas” eran sacadas de los bolsos de los antichavistas. Tenían diferentes presentaciones y muchas de ellas contenían heces humanas o de animales, explicó uno de los manifestantes luego de la represión.
Los chorros de pinturas rosadas, azules o blancas que salían disparados por los aires bañaron por igual a manifestantes, policías, militares o periodistas.
10052017 MARCHA OPOSITORA Andrea Hernandez/EL ESTÍMULO
Fotografía: Andrea Hernández
Los escudos de los jóvenes no resistieron a los balines y perdigones “envenenados” con plomo, que según testigos eran disparados por los Guardias Nacionales contra los manifestantes.
“Hacían disparos certeros en las piernas y en la cabeza con la idea de llevarse detenidos a los jóvenes que caían en el suelo”, denunció Ángel Álvarez, un estudiante universitario.

Un campamento atendido por médicos voluntarios, levantado en la plaza Alfredo Sadel, en Las Mercedes, recibía a lesionados por el impacto de balines y bombas lacrimógenas en sus piernas. Hombress, mujeres y jóvenes se confundían en la plaza buscando a los lesionados de la jornada.
La “resistencia” aguantaba en medio de la autopista. Incluso, logró por unos minutos replegar a las tanquetas y a la “ballena”, el camión blindado que disparaba chorros de agua. Los militares resolvieron el pulso en la calle con un método nada convencional: abalanzarse hacia los protestantes en medio de la vía entre una lluvia de gases lacrimógenos, algunas de ellas vencidas, constató El Estímulo.
«Si no corríamos, las tanquetas nos atropellaban, así de simple», denunció uno de los testigos.
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Fotografía: Andrea Hernández
Cada bomba de excremento, de pintura, o molotov, que impactaba sobre los vehículos castrenses, cada repliegue de los agentes, eran celebrados por manifestantes que estaban apostados a lo largo de la autopista Francisco Fajardo o en el sector de Las Mercedes.
“Resistencia, resistencia”, era el grito lanzado al aire por los manifestantes para darse ánimo ante el sonido serpenteante que avisaba la llegada de una lacrimógena en el lugar.
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Fotografía: Andrea Hernández
El asesinato del joven manifestante Miguel Castillo Bracho y el sobrevuelo de una helicóptero sobre Las Mercedes dispersó la manifestación, pero no apaciguó los ánimos de quienes protestaban.
“Esto no acabará. Esto es una lucha de principios”, dijo Daniel mientras mostraba una peineta -un gesto obsceno con los dedos- a la aeronave que sobrevolaba cerca de las torres de oficinas que inundan el lugar.]]>

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