Venezuela

Iris Varela: Me puse bien las faldas para ser ministra de Servicio Penitenciario

A siete años de la gestión frente al Ministerio de Servicios Penitenciarios, Iris Varela defiende su despacho y asegura que puede ser modelo para otros países.

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AFP
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO EL ESTÍMULO

De acuerdo a una entrevista realizada por la organización Una Ventana a la Libertad, la funcionaria de gobierno, que no desmiente que se ha tomado fotografías con presos y que el fallecido pran “Wilmito tenía un Régimen de Confianza Tutelado otorgado por el ministerio que representa, no admite que exista hacinamiento en las cárceles ni da cifras de heridos o fallecidos dentro de los penales.

La ONG asegurá que a pesar de que la ministra no da mayores detalles de números, se han registrado más de 1.800 muertes por diferentes causas.

Lea la entrevista de Una Venta a la Libertad:

─Usted asumió el Ministerio de Servicio Penitenciario después del conflicto en el Rodeo, ¿cuál fue su estrategia para asumir el reto?

─El presidente Chávez ya había concebido la creación de un ministerio, solo que el 26 de julio de 2011, un mes después de haber finalizado el conflicto, es allí cuando me llaman y es allí cuando empiezo a hacer mi trabajo. Participé en la comisión constitucional de la Asamblea Constituyente del 99, participé en la comisión del poder judicial y participé en la comisión del poder legislativo. Yo tuve el honor de participar en la comisión con Elio Gómez Grillo y entre los dos tuvimos el honor de redactar el artículo 272 de la Constitución y de redactar los artículos del poder judicial (…) Yo creo que ese conocimiento que tengo en materia jurídica ha sido vital para que yo desempeñe mi labor con eficiencia. Y no es que lo diga yo. Estoy sujeta al escrutinio de quien quiera, para que vayan y que observen.

─ ¿Qué irregularidades encontró en las cárceles cuando inició como ministra?

─La cuarta república fue desplazada en las cárceles, ¿quiénes mandaban en las cárceles? Mandaba la población privada de libertad. Las mafias mandaban en las cárceles. Antes de ser ministra, cuando era abogada en el libre ejercicio de la profesión, yo iba a defender a los clientes en el penal de Santa Ana o en la Policía del Estado Táchira o algunas veces a Barinas a atender casos de personas que se metían en problemas y uno siempre veía lo mismo. Yo para pedir a un privado de libertad, para atenderlo, tenía que pagarle a un vocero, al líder (…) El director de la cárcel brillaba por su ausencia. Los directores de las cárceles estaban ligados con las mafias. Cuando llegué, yo conseguí aquí a los directores manteniendo relaciones con los privados de libertad y conseguí a funcionarias de todo nivel como, médicos, psicólogos y odontólogos embarazadas de los presos. Los niños vivían en las cárceles.

─ ¿Cuánto tiempo duraban los niños en las cárceles?

─Pernoctaban allí porque inventaron una aberración que se llama pernocta. Supuestamente como no podían controlar a los presos, decidieron que la gran solución era permitir que las mujeres se quedaran en las cárceles los fines de semana y que para bajar la tensión. ¿A quién se le ocurrió eso?, fue el peor error en materia penitenciaria que se pudo cometer en el país, porque eso también contribuyó a alimentar la delincuencia. Imagínate con qué valores morales sale una criatura que vaya a una cárcel y ve a la población armada y que se sostienen relaciones sexuales en cambuches, en casuchas, que hay prostitución, droga. Son personas que nacen sin ningún tipo de valor y sin ningún tipo de referente. Son personas que después van a delinquir. Que no les importa nada.

─ ¿Encontraron armas en las cárceles?

─No se le puede echar la culpa a los privados de libertad de tener armas en las cárceles. La culpa es de los funcionarios que están allí. Es de los corruptos que permiten eso. Para poder ejercer este trabajo hay que tener moral. La peor manera para no poder controlar una cárcel es involucrarse en asuntos ilícitos de la población privada de libertad, porque la moral aquí tiene un peso específico. Por ejemplo, un guardia nacional corrupto que permite el tráfico de armas o de drogas dentro de una cárcel, porque la Guardia Nacional era la que controlaba la seguridad. Si las cárceles estaban todas armadas, ¿quién permitió el ingreso?, ¿cómo podían las autoridades en los gobiernos anteriores, e incluso dentro del gobierno revolucionario, ir a hacer una requisa efectiva con esas personas que permitían el tráfico de armas? Cuando descubro que mis funcionarios cometieron una irregularidad, los traigo y levanto un acta, les muestro la prueba, les pregunto si tienen defensa y los sanciono.

─ ¿Hay funcionarios corruptos en el ministerio?

─Hay dos directores regionales que están en investigaciones, por eso no te voy a dar los nombres. Les dije que eso pasó porque no están haciendo su trabajo o si no, porque están negociando. Cualquiera de las dos cosas a ambos los pone fuera del ministerio. Los saqué con funcionarios del Cicpc de aquí y les dije que no estaban haciendo su trabajo, porque tienen que hacer requisas, pasar revistas, controlar actas, impedir que ciertas personas entren en determinadas áreas. Yo misma he hecho las normas y se las mando. Nadie puede decirme que desconoce lo que tiene que hacer. Hay un acta de responsabilidad única del custodio que indica cómo tienen que hacer las supervisiones. Dos semanas antes de este hecho, saqué a seis funcionarios de aquí y salió reflejado hasta en la prensa. Era un subdirector, una funcionaria, unos custodios y unas custodias planificando una fuga. Por ello cobraron tres mil millones de bolívares y los primeros que dijeron que estaban involucrados fueron los privados de libertad. La coartada era que simularon que estaban abriendo un hueco y los iban a sacar por la puerta a la una de la madrugada, aprovechando la nocturnidad y que todo el mundo se había ido. Traje a los funcionarios para acá, llamé al Cicpc y al Fiscal General de la República y le dije la situación.

─Le ha tocado enfrentar conflictos carcelarios y ser mediadora con estos líderes negativos, ¿en qué está basado su plan de Nuevo Régimen Penitenciario y de gobierno para acabar con toda la crisis carcelaria?

─Nosotros ya tenemos 98% de Nuevo Régimen en las cárceles del país. El Nuevo Régimen Penitenciario son normas de estudio, de disciplina, de trabajo, de organización, de orden y todo un ciclo de transformación que tiene a todo el privado de libertad como un centro. El eje central es la transformación del ser humano que esté privado de libertad. Yo siento que aquí se cumple con el objetivo estratégico cuando hay un privado de libertad que egresa como un profesional o certificado para un arte u oficio, sale con un trabajo y después uno los ve realmente cambiados. Además, que ellos asumen su cambio. No tengo yo aquí registros de personas que hayan pasado por el Nuevo Régimen Penitenciario hayan reincidido. Este régimen está 100% en los centros de adolescentes en todas las unidades de atención de adolescentes en conflicto con la ley. En 2012 controlamos a todos los adolescentes y en 2013 logré 100% de control en los centros penitenciarios con mujeres. Aún quedan cinco cárceles en transición para el nuevo régimen.

─ ¿En qué consiste esa transición?

─La transición es el plan para nosotros ir logrando meter el Nuevo Régimen Penitenciario. Primero desocupamos esas cárceles, hacemos requisas, trabajamos la infraestructura y luego volvemos a habilitar estos espacios, pero con el Nuevo Régimen Penitenciario. Actualmente quedan cinco cárceles que ya las declaré en transición: Tocorón, en el estado Aragua; Puente Ayala, en el estado Anzoátegui; La Pica, en el estado Monagas, Vista Hermosa, en el estado Bolívar y Cepella, en el estado Portuguesa. Pero hay avances. No se ha vuelto a escuchar nada de La Pica, ni de Vista Hermosa. Dentro de los grados de transición hay unos que han avanzado más que otros. Incluso Tocorón es un complejo que tiene una cárcel que le decían el Rodeito de Tocorón, yo le puse un nombre que se llama Centro de Formación del Hombre Nuevo Ezequiel Zamora y ese tiene Nuevo Régimen Penitenciario y allí está el anexo de mujeres que fue el primer espacio que le puse el régimen y en el Tocorón, el que todo el mundo conoce, también tenemos Nuevo Régimen Penitenciario en la torre de la administrativa. Allí estaban los privados de libertad con su ley.

─ ¿El Nuevo Régimen está inspirado en las cárceles de otros países?

─Estamos dispuestos a dictar cátedra. Este es el mejor.

─Pero ¿han tomado ejemplo de otros países?

─Yo me he nutrido de muchos. Yo estudié con los directores de los penales. Agarré ejemplos del régimen de la Cárcel de Fuchu, en Japón, claro ese es muy estricto. A todos los puse a estudiar ese régimen. Después estudiamos cómo es el tema de las cárceles en Cuba y también vimos cómo es el tema de las cárceles en países centroamericanos y cómo es el tema de las cárceles en Europa. No hay un sistema que supere al nuestro.

─ ¿Cómo se logra pacificar a unos presos que están acostumbrados a ser violentos?

─Lo primero que tiene que haber es una formación consciente de la persona. La junta evaluadora de psicólogos evalúa si la persona ha asumido su delito. Hay personas que al final siempre dicen que no cometieron ningún delito. Igual pasa con el ciclo de transformación. Las actividades no son obligatorias. Pero aquí se trata de imponer el orden para poder controlar que no haya esa matazón ni violencia. Hemos establecido que el deber ser es que los presos deben estar en su celda y les permitimos que salgan si se anotan en actividades. El régimen tiene mucho de las escuelas militares, en lo que respecta a la disciplina de orden cerrado.

─El Nuevo Régimen ha sido criticado por las prácticas militares que hacen los presos…

─Es que no hay otra manera de dominar a un grupo grande. En una escuela para dominar a los muchachos ¿no los mandan a formar?, eso es orden cerrado. Lo que pasa es que es una escuela. Es una estupidez criticar el orden cerrado. Yo prefiero tenerlos en esa disciplina a que estén malandreando en un penal, que estén cometiendo fechorías o a que estén hediondos. Las cárceles deben oler bien y estar impecables. El dolor de cabeza mío, yo les decía las tres Marías, eran Tocuyito, Tocorón y la PGV, eso era una cosa espantosa. Primero por el hacinamiento y luego por los montones de basura. La PGV, en el estado Guárico, ya no existe. Ya no hay ni un preso, al igual que el Internado Judicial Los Pinos. Eso pasó a la historia.

─ ¿Ha considerado que su seguridad está comprometida por ser la titular de este despacho?
─A mí me han amenazado desde que yo decidí transitar el camino de la izquierda. Yo fui una perseguida desde que Chávez se alzó (…)

─ ¿Y durante su gestión como ministra?

─Todo el tiempo. Hasta un atentado me hicieron una vez subiendo de Rodeo. Fue en Autopista Gran Mariscal de Ayacucho, subiendo como en dirección a Petare, allí me hicieron como tres disparos. Eso fue entre 2012 y 2013 (…) Aquí se han tocado muchos intereses y se han tumbado muchos negocios. Pero yo digo una cosa, uno no se muere en la víspera, sino en el día. El día que me toque, así yo esté durmiendo en mi casa. Ese día me iré con Dios.

─ ¿Ha sentido miedo?

─Por supuesto. Yo creo que ese es un sentimiento natural. Pero tengo mucha confianza en lo que aquí se hace y conozco muchísimo a la población penitenciaria. Entiendo que el privado de libertad se adapta a las circunstancias. Si tú eres un bandido, no puedes dar ejemplo en ningún lado. Pero si trabajas con ética, si tú quieres a tu patria y cumples con tu deber, en cualquier cargo que te pongan no tienes por qué sentir ningún temor. En el servicio penitenciario siempre hay quien te amenace, pero cuando uno habla con la gente uno puede controlar esos demonios y además darles buenos consejos.

─ ¿Cómo ha sido su relación con los presos?

─Yo he tenido la dicha de que a mí los privados de libertad me tratan con cariño. Eso ha servido para que la derecha me vilipendie y me difame. Los presos me dicen maita. Yo creo que ellos ven en uno como una figura materna. Yo les meto en la cabeza que tienen que ser hombres nuevos. No pueden ser lo mismo que los llevó allí, porque le estamos abriendo un mundo de oportunidades reales. Se las estamos ofreciendo y entonces esto ha funcionado muy bien.

─En las redes sociales han circulado fotos de usted con algunos presos, como, por ejemplo, la de “El Conejo” …

─Claro, ¿por qué no?, ¿por qué yo sí creo en el trabajo que estoy haciendo no me voy a tomar una foto con quien quiera, si esa es una persona que está bajo mi orden? Yo siempre he dicho algo, si yo estuviera trabajando de secretaria o de consultora jurídica del Vaticano tal vez tuviera muchas fotografías con los curas y muchos de ellos son pedófilos o con los curas esos que están abusando de personas y quemando gente en Nicaragua (…) ¿Cómo un ministro de cárceles no va a ir a hablar con los privados de libertad?, ¿cómo yo voy a establecer diferencias entre ellos? No puedo. Yo tengo que trabajar aquí por la igualdad, por la inserción, por la transformación.

─ ¿Wilmito tenía un régimen de confianza?

─“Wilmito” estaba aquí en Caracas, en el Centro Simón Bolívar, ubicado en El Paraíso. En ese centro se cumple régimen de confianza. Cuando un privado de libertad, vamos a hablar en términos jurídicos, cometió un delito y lo condenaron a 10 años y tiene 9 años de cumplimiento de pena, si no le han dado ningún beneficio es mal hecho por las autoridades porque ya le salen los beneficios. Incluso, de una condena de 10 años, haber cumplido 9 en físico con redenciones da para libertad plena. Wilmer Brizuela ¿qué estaba haciendo?, estaba dirigiendo la escuela de boxeo penitenciario. Él fue campeón suramericano de boxeo, ¿cómo eso no se va a rescatar? Yo prefiero que sea un campeón de boxeo y no un delincuente. Él también fue timbalero en una de las orquestas penitenciarias y excelente ejecutor de la batería. En unos juegos penitenciarios nos acompañó Porfi Baloa y Wilmer Brizuela tocó la batería con esa orquesta y todo el mundo se quedó asombrado. Eso es lo que uno tiene que rescatar, ¿por qué si él gana sus trofeos y medallas no se los iba a dar?

─A “Wilmito” lo asesinaron en Tocorón el 1 de abril de 2017, ¿qué hacía él allí?

─Estaba allí porque fueron a un encuentro. Pero ellos (los presos) tienen sus códigos. Las personas que no están bajo régimen tienen sus códigos y a mi casi no me gusta meterme en eso. Lo que yo hablo con ellos es en términos de su superación, de su transformación social. Gana la oposición y gana el gobierno si uno rescata a los privados de libertad a que uno los deje como estaban antes (…) Yo apuesto por llegar a las cárceles y que todos estén haciendo orden cerrado.

─Para precisar el estatus de “Wilmito”, ¿por qué él iba a Tocorón y a otros penales?

─Porque nosotros estamos en la escuela de boxeo penitenciaria. Entonces yo tenía que tenerlo aquí en el Centro Simón Bolívar de Régimen Especial para poder fácilmente llevarlo. Porque uno lo buscaba, lo dejaba y después lo llevaba para otra cárcel. Es decir, le hacía una itinerancia porque tenía que entrenar a los boxeadores para los juegos penitenciarios y también tenía que participar en la orquesta penitenciaria. Uno lo movía. Y eso se hace con todos. No solo con él.

─ ¿Entonces “Wilmito” estaba en Tocorón por unos entrenamientos?

─Sí. Ya murió y que en paz descanse. Uno no sabe qué problema pudo tener o a qué situación ellos pudieron haber llegado. Pero el hecho es que él ya estaba muy próximo a salir.

─ ¿Es verdad que “Wilmito” antes de ser asesinado resultó herido en Nueva Esparta?

─Eso se desmintió con un video y con fotos. Bueno, a mí me han visto en Disney. Yo he ido a Estados Unidos como dos o tres veces, pero con visa de 72 horas. Pero a mí me han visto hasta en los centros comerciales. Yo nunca iría a los centros comerciales de ese país, y conozco casi todos los países del mundo.

─El hacinamiento en los calabozos policiales se ha agudizado durante su gestión, incluso los mismos presos piden beneficios como el Plan Cayapa o ser trasladados a cárceles…

─Primero, en la Constitución está establecido quién tiene responsabilidad y competencia en esos centros. Las policías las dirigen los gobernadores y los alcaldes. Entonces yo tampoco puedo irles a hacer el trabajo a ellos. En esta etapa estamos generando un manual para colaborarles, porque pareciera que ellos desconocen la materia y por desconocimiento se cometen errores. Pero aquí tiene mucho que ver el poder judicial y el poder ciudadano a través del Ministerio Público. Ellos no pueden permitir que aquí se siga irrespetando los derechos humanos de los privados de libertad. Aquí la gente tiene derecho a ser juzgada en libertad, a menos que sea sorprendida en flagrancia. Eso lo dice el artículo 44 de la Constitución. Uno consigue muchísima gente en esas policías a quienes se les viola ese derecho.

─En los centros de detención preventiva aseguran que el ministerio no otorga los cupos a tiempo…

Cuando a mí me piden a mi cupo, yo exijo requisitos para ingresar a los privados al servicio penitenciario. Uno de los principales requisitos es que a mí no me van a traer para una cárcel a un sospechoso. Aquí tiene que haber una persona que tenga una orden judicial de detención porque ya tiene un juicio también y el juicio (…) Ni hablar de los presos en esos calabozos que no los identifican, porque esa es una obligación que tiene el Ministerio Público y está aquí consagrado en el Código Orgánico Procesal Penal. Que cumplan con su deber. Así no recibo a esos presos y ellos lo saben. Y si quieren denunciarme, que me denuncien y si quieren levantarme un juicio que me lo levanten. Cualquiera que conozca la ley sabe que estoy diciendo la verdad. A veces no llevan al preso al tribunal y dicen que no hubo traslado, ¿eso es culpa de quién? Por eso yo discutí mucho con Luisa Marvelia Díaz, porque ella decía que yo no llevaba a los privados de libertad. A veces citan al preso para la audiencia, uno lo lleva y el juez no está allí, pero como no va el fiscal, difieren la audiencia.

─ ¿El ministerio ha dado cayapas en calabozos policiales?

─Sí. Vamos, atendemos a esa población, y allí es cuando detectamos que hay mucha gente presa injustamente o que pudieran estar bajo un régimen de presentaciones. Pero en libertad. Que se les garantice su derecho de presunción de inocencia. Ese es un derecho constitucional. Desde 2015 se han dado 48.000 cupos a presos detenidos en calabozos policiales. Este año rondan los 20.000. Yo les digo a los jefes de policías que les asignó el cupo, pero que, si en siete días no lo asumen, lo pierden, ¿por qué no los hacen efectivos?, porque hay mafias que les cobran al privado y es un negocio para ellos tenerlos allí. He colocado en los calabozos policiales y en el poder judicial carteles diciendo que a los presos no les pueden cobrar, que para eso tenemos el 0800 interno y funciona todo el día.

─En el extinto retén de La Planta, en El Paraíso, ¿cuántos presos hay actualmente?

─Hay más de 190 presos, entre ellos hay extranjeros que están casi todos procesados y los que están penados los voy a llevar a una cárcel que está en Zulia.

─En la actualidad no hay cárceles en el estado Zulia

─Voy a inaugurar una próximamente con el Presidente, que es el Centro de Formación del Hombre Nuevo Doctor Francisco Delgado Rosales. Va a tener capacidad como para 3.000 personas. Pero se inaugurará para 2.000 con los módulos A y B. Falta un módulo. Estamos haciendo la selección de los privados que van para allá.

─De su gestión también han cuestionado que los presos son habilitados para hacer trabajos en autopistas, ¿eso es legal?

─Claro. Es trabajo. Son actividades para ellos. Yo saco a los privados de libertad para que hagan trabajos afuera. Ellos salen. A todo privado de libertad le gusta salir, ¿quién no va a querer salir? Si yo estuviera privada de libertad y a mí me ponen a hacer una actividad extra muro y yo voy encantada. A ellos no solo los sacamos a arreglar calles, a hacer unidades socioproductivas, a arreglar casas, sino que también los llevo a la orquesta sinfónica, los llevo al Panteón, los traigo al Ministerio en donde pongo una tribuna antiimperialista, pues les damos formación política también. Cuando hay agresiones contra el país, los estmulo a que hagan videos. Cuando Obama lanzó el decreto, les mandé la copia del decreto y les dije que todo el mundo tiene que repudiar eso. Hicieron videos, otros hicieron obras de teatro, y orden cerrado.

─ ¿Por qué hay cárceles en las que los presos tienen celulares?

─Porque se corrompen. Pero es difícil que los utilicen, porque el sistema tiene inhibidor de señal. Pero nosotros nos comunicamos por una línea especial que tenemos por radio (…) Aquí hay que ser ejemplarizante. No hay que dejar pasar teléfonos, pues con un teléfono extorsionan, secuestran, trafican droga, prostituyen, una cantidad de males. El funcionario penitenciario sabe que a las cárceles no pueden llevar teléfonos. Yo a las personas las boto si llevan teléfonos. Allí están los teléfonos del penal, que se comuniquen por allí con su familia si hay una emergencia.

─ ¿Cómo está el hacinamiento en las cárceles venezolanas?

─Hacinamiento aquí no hay. Hay a nivel de repente policial por las circunstancias que ya he explicado. Pero estoy dispuesta a apoyar. De hecho, yo recibí El Marite, que no era mío. Ese era un centro de detención policial.
La entrevista concluye cuando la ministra se dispone a chequear desde su computadora, a través del Sistema Tecnológico de Seguridad Penitenciaria (Sitesep), cómo están las áreas del Centro Penitenciario de la Región Andina, en Mérida. La titular del ministerio de Servicio Penitenciario se molesta al ver que un hombre está en el área administrativa de esa cárcel con short y franela. De inmediato, llama al director de ese penal a través de un sistema de comunicación radial. Al enterarse que se trata de un consultor jurídico que trabaja en el ministerio, les llama la atención a ambos y ordena redactar un oficio para sancionarle.
Posteriormente, Varela solicita a sus empleados que se comuniquen con los directores de tres penales para tener una videoconferencia con ellos y saber cómo se desarrolla el trabajo penitenciario en las otras regiones. Usa faldas y sandalias con tacón alto, pero su carácter hace parar firmes a todos los funcionarios que tiene a su cargo.

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