En enero de 2016, cuando iba a iniciar el periodo de sesiones de la Asamblea Nacional tras la resonante victoria de la oposición en diciembre de 2015, comenzó el desmantelamiento del chavismo al Parlamento.
En diciembre, los diputados electos celebraron el triunfo de 113 curules, inmediatamente se supo que la cifra era en realidad de 112, pero aún significaba que tenían la mayoría calificada o los dos tercios del quórum.
Nunca llegaron a ser 112 diputados, rápidamente en una decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) y posteriormente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se impidió que tres parlamentarios de la oposición se incorporaran. Esa mayoría de la oposición no se pudo concretar.
Prácticamente desde 2016 empezó el llamado desacato y la destrucción del Legislativo por parte de los demás poderes dominados por Nicolás Maduro y sus acólitos. Igualmente los diputados chavistas, siguiendo las órdenes del Ejecutivo, se fueron retirando paulatinamente del hemiciclo, hasta que en 2017 se instauró la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un cuerpo paralelo del chavismo que pretende socavar el poder Legislativo.
La constituyente, que tiene por mandato redactar una Constitución en un periodo de dos años, Nicolás Maduro la declaró supraconstitucional. El chavismo pretende que funcione como un cuerpo colegiado que represente a los venezolanos y haga leyes. A pesar de ser producto de un proceso írrito y calificado fraudulento, sin una relación proporcional real de los ciudadanos.
Casi toda la bancada del oficialismo abandonó la Asamblea Nacional por completo. De los 47 parlamentarios 4 pasaron a ser disidentes, y de esos, Germán Ferrer y Hugo “Pollo Carvajal”, debieron abandonar el país.
De los 116 diputados (Los 112 de oposición y los 4 oficialistas) que quedaron para sesionar, 32 han sido presionados para abandonar su curul. Han recibido amenazas contra su integridad y la de sus allegados, les han imputado delitos a través de procesos judiciales, los han detenido -o secuestrado- tal como hicieron con el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional Edgar Zambrano, o los han forzado al exilio o al asilo.
De esos 32 -a los que el 28 de mayo se le unió el diputado Rafael Guzmán-, a 15 ya les fue violada su inmunidad parlamentaria y otros 3 están presos o con medidas cautelares por lo que no pueden sesionar. Solo 9 han incorporado sustituto. De facto, se está acabando con la Asamblea Nacional.
El mínimo requerido para sesionar son 84 diputados que implica la mitad más 1 del quórum total. Según Juan Guaidó, presidente del Parlamento y mandatario interino de Venezuela, la sesión del 15 de mayo –la del 14 no se pudo realizar por la supuesta presencia de un artefacto explosivo en el Palacio- fue de 96 diputados, pero la situación es alarmante.
Si todos los diputados buscados cedieran a la amenaza del chavismo quedarían muchas zonas sin representación en el Legislativo.
Zonas del Distrito Capital y los estados Aragua, Miranda, Táchira se han quedado sin representación ante la Asamblea por el ataque del chavismo.
En el caso del estado Aragua la diputada titular, Dinorah Figuera, está en el exilio en España y a su suplente, Gilberto Sojo, le violaron la inmunidad. Actualmente lo buscan para detenerlo.
De los diputados de Miranda, Freddy Guevara se tuvo que asilar en la embajada de Chile después de las protestas de 2017 y Juan Andrés Mejía está a resguardo luego que la Asamblea Nacional Constituyente y el TSJ de Maduro les allanara la inmunidad.
Rafael Guzmán es el último amenazado por el chavismo. El 28 de mayo se convirtió el diputado número 15 al que se le «allanó» la inmunidad por orden del TSJ. Esto deja sin representación al circuito 4 del estado Miranda. El régimen secuestró a su sustituto Gilber Caro y se desconoce su paradero.*
En Táchira, Gaby perseguieron a Gaby Arellano y ahora está en el exilio. Su suplente Renzo Prieto está en el hemiciclo. Sin embargo, sobre Prieto pesan medidas cautelares, luego que el régimen lo encarcelara.
Por la misma entidad, a Sergio Vergara, suplente del exiliado Rosmit Mantillla, también se le allanó la inmunidad y lo busca la ANC y el TSJ.
En Distrito Capital, Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional, también fue uno de los allanados. Su suplente, Ramón López, tuvo que irse al exilio.
Además de los mencionados anteriormente, hay otros 17 diputados que la oposición incorporó como suplentes. En caso de que se les someta a un proceso judicial se perdería el quórum y por supuesto la mayoría, incluso la simple. Esto causaría la disolución del único poder legítimo en manos de la oposición al régimen que instauró Hugo Chávez y hoy lleva Nicolás Maduro.
*Con Guzmán son 33 los de diputados de la Asamblea Nacional que debieron asilarse o esconderse.
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