El espectáculo estaba programado para llevarse a cabo en el anfiteatro de El Hatillo, uno de los municipios de la gran Caracas, pero funcionarios del Seniat (Servicio Nacional de Administración Tributaria) se presentaron en el teatro con órdenes de suspenderlo.
«Alegan que les parece sospechoso que ni yo, ni mi compañía, hayamos declarado el último año», explica Lovera, al denunciar que es acosado fiscalmente de manera sistemática.
La censura despertó una ola de indignación y apoyo al artista, a través de las redes sociales, donde muchos seguidores de Lovera denunciaron el atropello.
Lovera, con una larga trayectoria desde los tiempos de la extinta Radio Rochela, es reconocido nacional e internacionalmente como uno de los comediantes venezolanos más mordaces, polifacéticos y de fino humor. Su sorprendente capacidad para desdoblar su voz en las de múltiples personajes y la inteligencia de sus propuestas artísticas lo convierten en un aguda lanza del arte contra el poder.